En este 2015 se dieron pasos decisivos para concretizar el mayor sueño de los nicaragüenses: el Gran Canal Interoceánico; pero sin lugar a dudas de todos estos esfuerzos la presentación y aprobación de los Estudios de Impacto Ambiental y Social (EIAS) fue el hecho más importante.
Ello conllevó no sólo meses de preparación, sino también meses de análisis de toda la documentación presentada por la empresa HKND, y elaborada por la reconocida firma internacional ERM.
La entrega de los estudios se realizó el 31 de mayo a la Comisión del Gran Canal por Xu Changbao, gerente general de la oficina en Nicaragua de HKND, quien reiteró al pueblo y gobierno nicaragüense la voluntad de la empresa china de materializar el proyecto.
“Nosotros trabajaremos juntos con el pueblo nicaragüense para realizar este sueño centenario”, afirmó en esa ocasión.
El EIAS fue la culminación de dos intensos años de estudio de campo efectuado tanto por expertos nacionales como internacionales, totalizando 14 gruesos volúmenes.
Ese 31 de mayo la Autoridad del Gran Canal, Manuel Coronel Kautz, recordó que ERM es una de las empresas más serias y grandes en todo el mundo, de tal forma que calificó como excelente el trabajo realizado.
Por su parte, el compañero Laureano Ortega refirió que HKND ha estado trabajando de la mano con el Gobierno de Nicaragua tomándose todo el tiempo necesario para entregar la documentación y desarrollar el proyecto con la responsabilidad del caso.
Un riguroso análisis
Una vez entregado el estudio, el Gobierno de Nicaragua lo sometió a una rigurosa revisión y análisis, tomando en cuenta todos los aspectos científico-técnicos.
Este proceso duró varios meses y uno de los momentos más importantes fue el día 24 de septiembre, cuando se realizó la primera consulta pública, en la que participaron diferentes sectores sociales, entre empresarios, trabajadores, expertos en el tema, autoridades universitarias y miembros del cuerpo diplomático acreditado en el país.
En esa sesión estuvieron presentes el asesor principal de HKND, Bill Wild; el vicepresidente ejecutivo de la empresa, Kwok Pang; la titular del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, Juana Argeñal; el ambientalista Kamilo Lara; el diputado Edwin Castro, miembro de la Comisión del Gran Canal; y el compañero Laureano Ortega Murillo.
En sus palabras introductorias y ante el gran auditorio, Laureano subrayó que ese era un gran paso, reflejando “la seriedad y altísima responsabilidad con que se están desarrollando todas las etapas del proyecto”.
Así mismo recordó que HKND está garantizando que en todas las etapas de investigación y desarrollo se apliquen los más altos estándares de calidad, todo ello para garantizar un impacto positivo directamente beneficioso para el pueblo y medioambiente nicaragüense.
El mejor costo-beneficio
En esa presentación, el Vicepresidente Ejecutivo de la empresa aseguró que el Canal dará a Nicaragua el empuje económico necesario para contar con los recursos que permitan proteger y restaurar los recursos naturales.
En este sentido, subrayó que a lo largo de la ruta del Canal el bosque está gravemente deteriorado, de tal manera que la estrategia es desarrollar diferentes obras de mitigación y así reducir el impacto tanto social como ambiental. En lo social el objetivo es mover la menor cantidad posible de población asentada a lo largo de la ruta canalera, la cual según los estudios es de unas 6 mil 800 (27 mil pobladores). De este total, sólo 25 son indígenas. En caso de reubicar a las familias, estas no serán trasladadas más allá de 13 kilómetros de donde viven actualmente.
En materia ambiental, aseguró se está tratando de proteger los manglares de Brito, al construir el puerto tierra adentro; mientras que en el río Punta Gorda se protegerán las cuencas bajas, a la vez que el puerto Punta de Águila será construido con tierra dragada y lejos del cuerpo de agua principal.
Pang informó que HKND se compromete a realizar cambios en la ruta en la medida de lo necesario.
La empresa concesionaria también dijo estar consciente de los riesgos sísmicos y de tsunamis en el trayecto del Istmo de Rivas. En cuanto a los tsunamis, los estudios señalan que estos pueden ingresar hasta 4 kilómetros tierra adentro, de tal manera que para evitar problemas la esclusa se construirá a casi 14 km. de distancia del mar. Otro aspecto fundamental en esta zona, es que en el diseño, el canal se ha movido lo suficiente como para evitar que pase directamente por el municipio de Rivas.
El ejecutivo fue claro que no hay proyecto sin impacto ambiental, de tal manera que la ruta tocará “una esquina” del humedal de San Miguelito (departamento de Río San Juan), un cuerpo de agua gravemente deteriorado que será protegido. La preservación y restauración de las reservas naturales como Indio-Maíz, Punta Gorda y Booby Cay, es otra prioridad para la empresa.
Otro de los temas prioritarios es el Lago Cocibolca. El canal no usará el agua del lago sino que se construirá el embalse Atlanta para evitar afectar el balance hídrico del mayor cuerpo de agua de Nicaragua.
Respecto al patrimonio arqueológico, HKND entregará al gobierno todos los artefactos encontrados en el desarrollo de la obra para su correcta preservación.
El tema de la propiedad también fue abordado, la empresa comprará la tierra solo donde sea estrictamente necesario, y para mejorar las capacidades económicas también se crearán nuevas tierras e industrias agrícolas.
Pang dejó claro, sin embargo, que la empresa continuará realizando todos los estudios que amerite el proyecto.
Nicaragua sale ganando
Para Bill Wild, asesor principal del proyecto, la ruta canalera se trabaja de acuerdo a las normas internacionales, buscando un balance a nivel ambiental y social y tomando en cuento los costos y beneficios.
Wild dijo que Nicaragua definitivamente necesita desarrollarse económicamente y que si esto se logra con la construcción del Canal, pues indiscutible el balance de impacto social será positivo.
A nivel ambiental, coincide en que el proyecto tiene un impacto, pero que tomando en cuenta las obras de conservación y restauración que se emprenderán, esto también tiene su aspecto positivo.
En este punto, recordó que la situación ambiental del país es tan dramática que al ritmo en que avanza la deforestación en unos 10 ó 15 años no habrá bosques vírgenes en Nicaragua.
En el caso del Lago Cocibolca, este también presenta una situación dramática a mediano plazo, y HKND es categórica al afirmar que si no se hace ninguna acción, el lago podría empeorar a tales niveles que se reduciría su tamaño actual un 15% en las próximas décadas.
La empresa señaló igualmente que ante el Cambio Climático y fenómenos como El Niño, se prevé construir otro lago artificial: “Aguas Zarca”, el cual permitirá producir energía para el funcionamiento del Canal.
Gobierno dio su visto bueno
El otro gran paso y quizá el definitivo, ocurrió el 5 de noviembre cuando la Comisión del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua entregó a la empresa HKND la resolución de aprobación del Estudio de Impacto Ambiental y Social (EIAS).
El Compañero Manuel Coronel Kautz explicó que la aprobación era algo determinante para poder arrancar la obra.
“Estamos precisamente autorizando a HKND para que inicie los procesos ya de diseño estructural, de diseño de construcción”, expresó.
El Vocero de la Comisión, Telémaco Talavera, saludó el alto rigor científico-técnico del estudio, siento esto algo fundamental para que el Gobierno le diera el visto bueno.
Talavera recordó que los siguientes estudios que quedan por hacer es “para determinar medidas específicas” de los diseños y de los aspectos ambientales que eleven el balance positivo tanto en lo social como en lo ambiental.
“Creo que es un día histórico hoy para Nicaragua”, indicó.
De acuerdo al ambientalista Kamilo Lara el inicio de construcción del Canal no estaba dicho hasta tanto no se decidiera su viabilidad.
“Creo que sí, ya podemos decir que este trabajo ha empezado a cumplirse”, subrayó.
Bill Wild, asesor principal del proyecto, agradeció la decisión de aprobar los estudios, ya que esto representa un gran paso para la construcción del Gran Canal.
“El estudio recomienda una serie de medidas de mitigación para minimizar los posibles impactos ambientales y sociales, lo que incluye evitar daños a los manglares en Brito, los humedales de San Miguelito, garantizar la menor perturbación posible al bosque de palma del Caribe, preservar lo más posible los cursos bajos del río Brito, río Tule, río Punta Gorda y no perturbar los sedimentos del lago de Nicaragua”, manifestó.
Wild expresó que los estudios que quedan por realizar y el diseño deberán estar listos antes de la construcción del propio Canal.
Esta entrada fue modificada por última vez el 28 de diciembre de 2015 a las 10:39 AM