A 60 años del nacimiento del FSLN se mantiene la reproducción de los principios humanos de sus fundadores. Sus bases ideológicas y su disposición a entregar su vida como semilla: fundamentos de eternidad. Influenciados por las ideas de Sandino y su herencia de lucha armada a través de Ramón Raudales, Santos López y los guerrilleros del Chaparral; y el profundo amor a la libertad.
La mayoría de éstos sabía que el fruto de su semilla quizá no lo verían sus ojos, pero sí sus hijos, y los hijos de sus hijos hasta mil generaciones. Promesa bendita de las causas revolucionarias que reivindican la inclusión de minorías y desfavorecidos, como se rescató en el programa histórico de ése FSLN y que se conserva hoy, crecido y multiplicado en los alfabetizados, en los cooperativizados y en los demás privilegiados por un modelo de restitución de derechos y de opción preferencial por los pobres. En una política internacional basada en el respeto y la autodeterminación y en la unidad para el equilibrio de las ventajas comparativas de los pueblos y sus naciones, contribuyendo eficientemente como muro de contención en la lucha contra la trata de personas, el narcotráfico y el crimen organizado.
El FSLN es la semilla y fruto del pueblo nicaragüense, es un clico permanente de vida y de ejemplo a las dignidades soberanas de los pueblos. Presente en la frente y en la lengua del histórico popular, del consciente colectivo. Es Raití, es Pancasán. Es la sobrevivencia tanto al anonimato y el clandestinaje; como al protagonismo y a la merecida demanda de integridad por respeto a las convicciones de las mayorías. Es visión de futuro recordando la historia.
El FSLN es el rescate de la identidad mestiza, anti colonialista, pro independentista, nacionalista, anti imperialista y soberana. Solidaria y leal a la autodeterminación democrática y participativa de los pueblos nuestroamericanos en su complementariedad cultural y social. Es la vigencia del Supremo Sueño del Libertador Bolívar por la unidad latinoamericana y el esfuerzo del Prócer Morazán por la unidad regional que interpretó el General Sandino, que hoy encabeza Daniel por Nicaragua y el ALBA hacia los pueblos del Mundo.
En la jefatura del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, hoy el FSLN es planificación y desarrollo de estrategias y políticas públicas dinámicas: es inversión pública y extranjera en programas sociales y proyectos socioproductivos, es crecimiento macroeconómico, es seguridad ciudadana y humana, es calidad en la gestión pública, es desarrollo integral de la costa caribe, es prevención y mitigación de desastres naturales, es sostenibilidad y desarrollo humano local en armonía con la biodiversidad y los ecosistemas frente al cambio climático, es salud y educación por prioridad, es ética, es gobernabilidad, es producción y comercio, es equidad y bienestar, es honor a 100,000 caídos para el triunfo y defensa de la Revolución Popular Sandinista encabezada por su FSLN, la vanguardia del pueblo. Una revolución que atrajo al mayor número y diversidad de voluntariado para la reconstrucción moral y material de un pueblo.
Al frente Daniel, con Rosario, con todos nosotros, con los de siempre y con los de para siempre, hoy el FSLN sigue siendo vanguardia de amor y dignidad, de cultura, de lectura, de protección del bien común de la información y la salud emocional, de formación técnica y humana. Sigue siendo auditoría social. Sigue siendo semilla del ideario popular inclusivo y complementario. Sigue siendo conciencia moral y espiritual.
Xavier Díaz-Lacayo Ugarte
23 julio 2021