Más de dos tercios de la población posee una variante genética que puede tener una gran responsabilidad sobre su longevidad, revela un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) y publicado en la revista ‘Nature Comunications’.
Los autores del estudio han identificado dos áreas del genoma humano, el APOE-ε4 y CHRNA3/5, los cuales puede reducir la esperanza de vida en un máximo de cuatro años.
Según los resultados de la investigación, las personas que llevan una sola copia de una de las variantes genéticas, ya sea del APOE-ε4 o CHRNA3/5, corren el riesgo de que su esperanza de vida disminuya en un año. Por el contrario, aquellos que llevan dos copias de ambas variaciones genéticas son propensos a morir de media tres o cuatro años antes que aquellos que no la tienen.
«Debido a que las dos variantes genéticas son relativamente comunes en la población, dos tercios de las personas son susceptibles a heredar una sola copia de los mismos, ya sea de la madre o del padre», señalan los responsables del estudio.
Curiosamente, las dos variantes genéticas tienen impactos diferentes sobre hombres y mujeres. El APOE-ε4 aumenta el riesgo de mortalidad en las mujeres de edad avanzada, mientras que CHRNA3/5 tiene mayores efectos sobre hombres de mediana edad.
No obstante, «a pesar del efecto que estas variantes genéticas tienen sobre la esperanza de vida (…) el estilo de vida que llevamos es lo que tiene mayor impacto en el tiempo que vivimos, y este factor se encuetra bajo nuestro control», concluyen los investigadores.
FUENTE: actualidad.rt.com/ciencias
Esta entrada fue modificada por última vez el 1 de abril de 2016 a las 3:44 PM