Científicos logran desarrollar el mapa cerebral más grande y complejo en la historia. La imagen describe cada conexión neuronal del cerebro de una larva de la ‘mosca de la fruta’ (Drosophila melanogaster): 548.000 conexiones entre un total de 3.016 neuronas. Informó la agencia de noticias Sputnik.
La investigación que ha requerido 12 años de trabajo por parte de un equipo conformado por especialistas del Reino Unido, EEUU y Alemania no es comparable con el estudio del cerebro humano debido a que el tamaño y la complejidad son mayores. Sin embargo, el mapeo de los diferentes tipos de neuronas y sus diversas vías, y, la observación de los movimientos de las señales de neurona a neurona, aporta al entendimiento del comportamiento y el aprendizaje en todas las especies.
«Si queremos entender quiénes somos y cómo pensamos, parte de eso es comprender el mecanismo del pensamiento (…) y la clave para eso es saber cómo se conectan las neuronas entre sí», manifestó Joshua T. Vogelstein, ingeniero biomédico de la Universidad Johns Hopkins.
Los investigadores denominaron a este mapa multifuncional, conectoma, cuyo desarrollo fue sobre la base de la digitalización de miles de cortes del cerebro de la larva por medio de un microscopio de alta resolución. Las múltiples imágenes se unieron y se complementaron con los datos ya recopilados, marcando de manera precisa las conexiones neuronales.
Los hemisferios del cerebro tienen funciones únicas e importantes, pero aun la ciencia no comprende del todo bien cómo se integra y utiliza la información de cada lado para facultar a los seres vivos de comportamiento y cognición.
«La forma en que está estructurado el circuito cerebral influye en los cálculos que puede hacer el cerebro», argumenta la neurocientífica Marta Zlatic de la Universidad de Cambridge.
No obstante, «todos los cerebros son similares, todos son redes de neuronas interconectadas, y todos los cerebros de todas las especies tienen que realizar muchos comportamientos complejos. Todos necesitan procesar información sensorial, aprender, seleccionar acciones, navegar en sus entornos, elegir comida, reconocer a sus congéneres, escapar de los depredadores, etc.», explicó Zlatic.
«Lo que aprendimos sobre el código de las moscas de la fruta tendrá implicaciones para el código de los humanos. (…) Eso es lo que queremos entender cómo escribir un programa que conduzca a una red cerebral humana», sostuvo Vogelstein.
Esta entrada fue modificada por última vez el 13 de marzo de 2023 a las 12:31 PM