La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, comentó el jueves las declaraciones del asesor del jefe de la Oficina presidencial de Ucrania, Mijaíl Podoliak, que el 25 de abril afirmó en el canal de televisión ucraniano TSN que Kiev tenía el «derecho legal a exterminar todo lo que haya en el territorio» de Crimea, Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporozhie, informó el medio RT.
«Sí, todo el mundo ya ha comprendido que la lógica no solo de la destrucción, sino del exterminio de lo insumiso, de lo que no rinde cuentas, de lo que se sale de la lógica nacionalista, […] es la ideología del régimen de Kiev», denunció la vocera durante una reunión informativa.
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«Solo quiero darles las gracias por admitirlo públicamente una vez más y reconocer que ya no ocultan lo que estuvimos diciendo durante estos ocho largos años y que nos habían dicho que estábamos imaginando. No estamos imaginando cosas», agregó.
«‘Reencarnación’ de prácticas fascistas»
Zajárova también señaló que «las incursiones devastadoras y el exterminio despiadado de civiles» eran los métodos de los propios representantes del régimen de Kiev, a quienes Moscú ha acusado de neonazismo y de tender a «‘reencarnar’ prácticas fascistas del pasado».
«¿Recuerdan aquellas atrocidades en territorio soviético ocupado? También había una idea de aniquilación total de la gente que vivía allí. Eso es lo que Podoliak dijo ahora», aseveró la portavoz de la Cancillería rusa.
La masacre en la Casa de los Sindicatos
En este sentido, la vocera recordó la masacre en la Casa de los Sindicatos de la ciudad ucraniana de Odesa, que, según datos oficiales, dejó 48 muertos y más de 200 heridos. El 2 de mayo se cumple el noveno aniversario de la tragedia, en la que integrantes de grupos radicales atacaron a activistas que se oponían al golpe de Estado y a la política de las nuevas autoridades de Kiev.
«Decenas de personas ardieron vivas, mientras los que las prendieron fuego miraban y vitoreaban«, lamentó. «Aún más impactantes fueron las fotos y videos horriblemente violentos de personas saltando por las ventanas de los edificios y de neonazis rematando a los heridos en el suelo«, agregó.
La tragedia de Jatín
Zajárova estableció un paralelismo entre este suceso y lo que los «verdugos de Bandera» hicieron hace más de 80 años en la aldea bielorrusa de Jatín, cuando 149 residentes (entre ellos 75 niños) fueron quemados vivos o fusilados como castigo por colaborar con los partisanos. Encerraron a los aldeanos en un enorme cobertizo cubierto de paja y los prendieron fuego. Cuando la puerta se derrumbó por la presión de la gente, los nacionalistas abrieron fuego contra los civiles.
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De acuerdo con Zajárova, la única diferencia entre la tragedia de Odesa y la de Jatín es que el edificio moderno era «más duro» y que todas las atrocidades fueron captadas en video.
Sin embargo, según ella, «para desviar la atención» de lo ocurrido en Odesa, las autoridades encontraron un «chivo expiatorio«: el exjefe de Policía Dmitri Fuchedzhi, recientemente condenado a 15 años de cárcel y «acusado de organizar disturbios masivos» y «abuso de poder». «Así que prender fuego a la gente es abuso de poder, pero matarla es aparentemente un motín de masas», sostuvo.
En tales circunstancias, afirmó Zajárova, la decisión de estas regiones de unirse a Rusia fue «oportuna y la única acertada«, ya que para Ucrania eran «una tierra extranjera, un pueblo extranjero».
Esta entrada fue modificada por última vez el 27 de abril de 2023 a las 9:41 AM