Ursula, la jefa de una Europa sanguinaria, colonialista e injerencista

Imagen Archivo - Referencia / Ursula von der Leyen.

Por, Stanlin Vladímir.

Ursula von der Leyen, es una política alemana. Fue la primera mujer en ocupar la cartera de ministra de defensa de ese país. Quiso reformar las fuerzas armadas y fracasó. Su gestión fue un completo desastre. En febrero de 2018, un estudio sobre el equipamiento militar alemán reveló que solo una fracción de los sistemas de armas clave estaba lista para el combate. Menos de un tercio de los aviones de combate de Alemania, menos de la mitad de sus tanques y solo tres de sus aviones de transporte pesado estaban disponibles para su despliegue. Von der Leyen reaccionó a los hallazgos alegando que tomaría tiempo compensar décadas de déficit de gasto.

En 2019, Ursula fue confirmada como la primera mujer Presidenta de la Comisión de la Unión Europea, sin embargo, fue una victoria pobre, pues logró 383 de los 747 votos (se necesitaban 374), lo que evidencia que los legisladores desconfiaban de su capacidad para ejercer tan importante cargo. Pero este cargo de Jefa colonialista le quedó grande a Ursula, porque no pudo proteger a los europeos y carga sobre sus espaldas cientos de miles de personas que murieron de COVID-19 en la pandemia, en vista de que ella no pudo liderar un plan para enfrentar el virus porque ocupó su tiempo para hacer politiquería.

Por el contrario, las medidas que ella influenció fueron torpes y desacertadas. Reintrodujo en toda la UE controles fronterizos, cerraron empresas, clausuraron escuelas y se impusieron confinamientos. En la UE, la economía se contrajo en más del 6 por ciento y cientos de miles perecieron como resultado de la enfermedad. No fue hasta finales de 2021 que los colonialistas lograron desarrollar una vacuna eficaz, pero solo tres cuartas partes de sus ciudadanos pudieron recibir al menos una dosis. Esto es imperdonable, ya que Ursula von der Leyen se había graduado de médico en 1987 en la Escuela de Medicina de Hannover (Alemania).

El 18 de julio de este 2024, Ursula von der Leyen, hambrienta de poder y dispuesta a seguir en el cargo, buscó y consiguió su reelección por parte de los diputados «porcinos» del Parlamento Europeo.

En su oscura hoja de vida, a Ursula von der Leyen se le debe anotar que fue y sigue siendo, en representación de Europa, una promotora y patrocinadora activa de la guerra y agresión que Ucrania, con apoyo de la OTAN, mantiene contra Rusia. Ursula viaja con frecuencia a Kiev y se reúne con el «Nazi» de Zelensky, al que apoya militarmente para alimentar el conflicto bélico que sigue dejando luto y dolor. Pero no solo eso, pues en un robo descarado y sin precedentes, la Unión Europea le congeló y robó más de 100 millones de euros en activos a la Federación Rusa, los cuales descaradamente, en un encuentro sostenido con Zelensky, le dijo que se los entregaría, pero que siguiera atacando a Putin. Esta injerencia de Ursula provocó la justa respuesta del líder ruso, quien ya no quiso vender gas a los europeos, provocando que los descendientes de los «ladrones de tesoro» no pudieran tener calefacción para calentarse en el invierno, todo por culpa de las decisiones equivocadas de la Presidenta de la Comisión Europea.

De la tal Unión Europea podemos afirmar muchas cosas, todas ciertas. Es más, yo diría que ese viejo continente que parió al mayor ladrón de la historia (Cristóbal Colón) son incalumniables, pues todo lo que se diga de ellos es verdad. Ya que desde su existencia cometieron atrocidades y crímenes de lesa humanidad. Como es verdad que cobardemente sometieron a nuestros pueblos para robarles sus riquezas, patrimonios naturales y culturales, que la humanidad los recuerda y los condena por «conquistadores, sanguinarios, imperialistas, colonizadores, neocolonialistas». Por supuesto, esto es una enorme verdad.

Ya es hora que Europa, sus monarquías, sus políticos corruptos pidan perdón a los pueblos por derramar su sangre santa, digna y valiente, por provocar miseria, por el exterminio provocado, por las lágrimas que aún duelen y que siguen húmedas mientras claman por justicia. Estos miserables europeos nos imponen sanciones a los nicaragüenses, sanciones que son claras y cobardes agresiones. Son agresiones desesperadas y revanchistas, porque somos hijos del General Sandino y aquí ni ante los ladrones colonialistas ni ante los imperialistas enemigos de la humanidad jamás nos venderemos ni nos rendiremos.

Nicaragua es una Patria bendecida, libre y soberana, nosotros no somos colonia de los europeos ni de nadie. Ustedes, los europeos, vivan sus vidas, déjennos a nosotros vivir en paz, sigan repartiendo sus nacionalidades vergonzosas y sangrientas a los terroristas opositores golpistas que delinquieron en Nicaragua. A ustedes y a ellos ya la historia los condenó, y la culpa los perseguirá hasta su muerte, y no descansarán en paz.

Esta entrada fue modificada por última vez el 14 de diciembre de 2024 a las 4:00 PM