POR: STALIN V.
El dictador Donald Trump, aún no llega a la Casa Blanca y ya está generando caos e incertidumbre. De Canadá dijo que utilizaría el poder económico del imperio yanqui para someterla y anexarla a Estados Unidos convirtiéndola en el estado #51, del Canal de Panamá afirmó que el expresidente Jimmy Carter q.e.p d. Prácticamente le regaló el canal a los panameños por lo que juró lo retomará cueste lo que cueste, y ahora de la isla más grande del mundo «Groenladia», dijo que la tomará aduciendo un asunto de seguridad nacional y no descartó hacer uso de la fuerza militar en caso que sea necesario.
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Trump además de dictador es un mafioso de primera y en toda la extensión de la palabra siendo Dinamarca un aliado de los mismos yanquis eso a Trump lo tiene sin cuidado y este pasado martes en una conferencia de prensa reiteró sus intenciones de robarse Groenlandia:
“Necesitamos Groenlandia por motivos de seguridad nacional”, dijo, argumentando que Dinamarca debería cederla para “proteger el mundo libre”. Amenazó con imponer aranceles Dinamarca si no lo hacía. Tras la conferencia de prensa, Dinamarca respondió con firmeza alegando que la mayor isla del mundo no está en venta.
Groenlandia posee recursos naturales y tiene una ubicación estratégica para las nuevas rutas marítimas que pueden abrirse al derretirse el hielo ártico. El zarpazo que pretende dar Trump a dicha isla no es nuevo y desde hace unas semanas Trump reavivó la conversación a través de las redes sociales, afirmando que “la propiedad y el control de Groenlandia es una necesidad absoluta”.
Lo de un asunto de seguridad nacional para Estados Unidos, es una completa falsedad, pues la verdad es que las vastas capas de hielo y los glaciares de Groenlandia están retrocediendo rápidamente a medida que la Tierra se calienta por la aceleración del cambio climático. Ese deshielo podría permitir la perforación en busca de petróleo y la extracción de minerales como cobre, litio, níquel y cobalto. Esos recursos minerales son esenciales para las industrias en rápido crecimiento que fabrican turbinas eólicas, líneas de transmisión, baterías y vehículos eléctricos.
Debido al aumento de las temperaturas, se calcula que en las últimas tres décadas ya se han derretido más de 28.000 kilómetros cuadrados de las capas de hielo y glaciares de Groenlandia, una superficie aproximadamente del tamaño de Massachusetts, todos estos argumentos confirman que Trump quiere robarse Groenlandia por un mero interés económico.
Según datos oficiales, Groenlandia tiene un enorme potencial por su rico yacimiento de minerales valiosos. La isla ártica tiene; “condiciones favorables para la formación de depósitos de minerales, incluidos muchos de los minerales críticos en bruto”.
El deshielo del Ártico también está abriendo un nuevo activo estratégico en la geopolítica: rutas de navegación más cortas y eficaces. Navegar por el Mar Ártico desde Europa Occidental hasta Asia Oriental, por ejemplo, es un 40 por ciento más corto que navegar por el canal de Suez. El tráfico marítimo en el Ártico ya ha aumentado un 37 por ciento en la última década, según un reciente informe del Consejo Ártico.
También es muy probable que el dictador Trump esté aplicando la teoría del caos, es decir negociar con sus oponentes poniéndolos antes en la cuerda floja, exigir todo para al final conseguir mejores acuerdos para Estados Unidos: tal vez un descuento para los buques estadounidenses que transiten por la vía fluvial clave entre los océanos Atlántico y Pacífico, un mayor acceso estadounidense a los minerales de tierras raras de Groenlandia y a las rutas marítimas liberadas por el derretimiento del hielo polar, así como un nuevo acuerdo comercial con Canadá que podría beneficiar a los fabricantes estadounidenses.
Esta entrada fue modificada por última vez el 11 de enero de 2025 a las 1:21 PM
