Unos transeúntes tomaron esa medida porque el menor estaba solo dentro del coche durante un día en el que había 30 ºC.
En la ciudad de Tomsk (Siberia, Rusia), unos transeúntes se percataron de que un bebé de 11 meses se encontraba solo dentro de un Lexus que estaba aparcado cerca de un centro comercial durante un día en el que había 30 ºC y, para rescatar a la criatura, se vieron obligados a romper uno de los vidrios del vehículo, informa el portal Lenta.ru.
Antes de recurrir a esa solución, esos peatones golpearon las ruedas del coche para que la alarma del auto provocara que los responsables del menor regresaran al lugar. Como la ejecución de su idea no dio resultado, un hombre golpeó una de las ventanillas para sacar al bebe y aplicarle los primeros auxilios.
Cuando el progenitor apareció, reaccionó de manera agresiva: tomó a su hijo y se marchó.
Las autoridades estimaron que el comportamiento de los viandantes fue legal porque «un cristal roto no se puede comparar con la vida de un bebe» y llevarán el caso ante los tribunales, debido a que consideran que ese padre abandonó al niño en una situación peligrosa.
Fuente: RT
Esta entrada fue modificada por última vez el 29 de junio de 2017 a las 4:18 PM