Tras tocar tierra al sur de México, este jueves, el hasta entonces huracán Max, de categoría uno, se debilitó pasando a conformarse como una tormenta tropical al pasar por el estado de Guerrero. En sus últimos instantes como huracán, Max dejó 200 casas dañadas en la localidad de San Marcos, Guerrero, además de intensas lluvias en Acapulco.
Pese a la debilidad sufrida por el fenómeno, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, alertó que las lluvias continuarían durante este viernes. Asimismo, el Centro Nacional de Huracanes emitió un aviso de prevención para el litoral entre Zihuatanejo y Punta Maldonado, señalando que el paso de Max podría generar «inundaciones repentinas y precipitaciones que ponen en riesgo la vida«.
Max es el decimotercer ciclón tropical durante esta temporada en el Pacífico mexicano, formándose tan sólo una semana después de que el huracán Katia, nacido en el Atlántico golpeara a Veracruz, luego del terremoto del jueves 7 de septiembre que ya deja casi un centenar de víctimas fatales.
Por su parte, el huracán José continúa su avance por aguas atlánticas hacia el oeste y se prevé que en las próximas horas se convierta en tormenta tropical, a pocos kilómetros al sureste de Bahamas. En tanto Irma dejó una cifra aproximada de treinta fallecidos al sureste de Estados Unidos.
Fuente: El 19 Digital
Esta entrada fue modificada por última vez el 15 de septiembre de 2017 a las 9:47 AM