La noticia del día es la renuncia de Canelo a su pelea contra GGG antes de su audiencia ante la Comisión de Nevada del 18 de abril.
l hecho tiene dos lecturas, una favorable al mexicano que con su renuncia le baja la espectacularidad al esperado anuncio de su suspensión por consumo de clembuterol y acaba con todas las especulaciones.
La segunda lectura, sin embargo, es la que contempla las imprevisibles consecuencias de esa renuncia. El peligro es que ocurra un efecto similar a «intentar matar una bacteria con un antibiótico que al final termina fortaleciéndola».
Saúl Álvarez deja de preocuparse por una pelea (GGG) y pasa a prepararse para otra, contra la Comisión de Nevada. Pero también encara otra batalla, contra la opinión pública, alimentada por un número sorprendente de detractores a los cuales nunca el tapatío logro enamorar o siquiera convencer.
En época de redes sociales, en un presente donde los fanáticos le dicen lo que piensan a sus propios ídolos o generan corrientes de simpatía o de odio de una hora para la otra, el caso Canelo ganó una dimensión hasta exagerada
«Vamos a cancelar la revancha planeada con Gennady Golovkin el 5 de mayo. En este momento, hay una audiencia para el 18 de abril con la Comisión y desafortunadamente no habrá tiempo para promover para el 5 de mayo», dijo Eric Gómez de GBP. Luego adelantó que el combate podría ser reprogramado para agosto o septiembre de acuerdo a lo que defina la comisión de Nevada.
Fuente: ESPN
Esta entrada fue modificada por última vez el 28 de septiembre de 2022 a las 1:31 PM