Un nuevo flujo de agua y material volcánico a gran velocidad descendió hoy del volcán de Fuego en Guatemala, cuando se cumplen dos semanas de su mayor erupción desde 1974.
Un boletín del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) precisó que el lahar se dirigió hacia la barranca Las Lajas y tiene 35 metros de ancho y dos de alto.
Según el ente científico, al paso de este abundante material fino y pastoso, con bloques de hasta tres metros de diámetro y troncos de árboles, se producen vibraciones en el suelo, además de arrasar con lo que está a su paso.
Las intensas lluvias en la zona del desastre provocado por el despertar del coloso el 3 de junio, propician los lahares, considerados ahora el principal peligro para las comunidades cercanas.
La víspera, los cuerpos de socorro entraron varias horas a la denominada zona cero en busca de restos humanos, pero tuvieron que abandonar el área.
La furia del volcán de Fuego dejó hasta el momento más de 100 muertos, cerca de 200 desaparecidos y 1,7 millones de afectados.
El Insivumeh alertó, además, que la lluvia de los últimos días ha saturado los suelos, particularmente en la cadena volcánica y el nororiente y suroccidente del país.
Según expertos, el coloso expulsó unos 300 millones de metros cúbicos de material volcánico en todas las barrancas, pero aún queda buena parte en lo más alto del complejo que pueden caer en cualquier momento.
De acuerdo con el reporte de Insivumeh, el acumulado de agua en el nororiente del país superó los 170 milímetros, por lo cual la humedad es máxima, así como las probabilidades de crecidas repentinas de ríos, deslaves y deslizamientos de tierra.
Ante los pronósticos de que continuará el mal tiempo, los científicos pidieron a las autoridades locales mantener el monitoreo constante y adoptar precauciones para evitar más tragedias.
Fuente: El 19 Digital
Esta entrada fue modificada por última vez el 28 de septiembre de 2022 a las 10:25 AM