MIGUEL ÁNGEL ORTEZ
No porque en Las Segovias el clima fuera frío
tuvo este Miguel Ángel en las venas horchata.
Muy cierto que de niño, supersticioso y pío,
sonaba en las Purísimas su pito de hojalata.
Pero ya crecidito, cuando el funesto trío
permitió que a la patria hollara gente gata,
en nombre de la selva, de la ciudad y de río,
protestó Miguel Ángel, la cutacha, la reata!
Murió en Palacagüina peleando mano a mano.
Bajó desde las nubes más de un aeroplano
y tuvo en la cruzada homéricos arranques.
Usaba desde niño pantalones de hombre.
Y aun hecho ya polvo, al recordar su nombre,
se meaban de pánico los yankes.
(Quilalí, Guerra de Las Segovias, 1932)
Manolo Cuadra
Esta entrada fue modificada por última vez el 15 de mayo de 2024 a las 9:50 AM