Los hongos de los pies, también conocidos comúnmente como pie de atleta o con el nombre científico de micosis, son una patología muy frecuente, especialmente en invierno cuando llega la lluvia y la humedad.
Pueden aparecer en dos lugares, la piel (dermatomicosis) y las uñas (onicomicosis). En el caso de la piel el principal síntoma es el enrojecimiento de la zona afectada. Cuando se detecta es conveniente acudir lo antes posible al médico para iniciar el tratamiento.
En el caso de las uñas, hay varios signos que pueden alertar de la presencia de hongos. Uno es que las uñas se vuelven amarillentas y presentan ciertas grietas.
El hongo de la uña es contagioso y se puede transmitir de una persona a otra, pero no es habitual. Los ambientes más comunes donde se produce el contagio son las piscinas, duchas y vestuarios de instalaciones deportivas, donde a través de un suelo húmedo se puede adquirir la infección por hongos tanto en el pie como en las uñas.
¿Qué es el pie de atleta?
El pie de atleta es una infección en los pies causada mayormente por unos hongos denominados dermatofitos (Trichophyton rubrum), aunque también puede ser causada por otros hongos, levaduras y bacterias.
El tratamiento es simple y suele realizarse con varios fármacos que se administran por vía oral o se colocan sobre el área afectada.
Hay muchas posibles combinaciones y debe ser siempre el médico el que decida qué tratamiento es el más adecuado. Con este método se solucionan la mayor parte de los casos, aunque puede precisar de un período de tiempo bastante largo porque, por ejemplo, una uña sana necesita unos nueve meses para crecer totalmente.
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El dermatofito es un organismo multicelular que se desarrolla solamente en los tejidos queratinizados, es decir los que están formados por células muertas que contienen queratina.
En los tejidos vivos son destruidos por el sistema inmunológico del organismo. Únicamente algunos tipos de dermatofitos son capaces de causar enfermedades en las personas. El tipo que más frecuentemente causa infecciones en las uñas es el Trichophyton rubrum.
Factores de riesgo
Hay algunos factores que aumentan el riesgo de contraer hongos como por ejemplo mantener la piel húmeda durante un tiempo prolongado y de forma recurrente. Esto puede deberse a obligaciones laborales o simplemente por actividades de ocio como hacer deporte.
También incrementa el riesgo pasar mucho tiempo en ambientes cálidos y húmedos o andar descalzo por zonas públicas. Haber tenido anteriormente infecciones en las uñas de las manos o de los pies o haber sufrido traumatismos en estas zonas también aumentan la predisposición a esta enfermedad.
Las enfermedades como diabetes mellitus, la insuficiencia venosa crónica, alteraciones del sistema inmunitario y algunas enfermedades de la piel, como la atopia o la ictiosis tienden a aumenta el riesgo de la aparición de hongos.
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Estar recibiendo tratamiento con corticoides o ciertos factores genéticos también pueden contribuir a crear una mejor situación para el desarrollo de una infección.
Las condiciones ideales para el desarrollo del hongo incluyen oscuridad y humedad.
Consejos para reducir el riesgo de contraer hongos
- Hay que extremar la precaución en áreas de agua comunes como las duchas en los gimnasios o en las piscinas. Son zonas en las que no hay que ir nunca descalzo.
- Tener siempre las zapatillas que se usan para hacer ejercicio limpias y secas.
- Al salir de la ducha hay que secarse los pies minuciosamente.
- Usar calzado y calcetines que transpiren adecuadamente.
- Mantener unos hábitos de higiene de los pies adecuados.
- Es imprescindible usar siempre chanclas de baño.
- Hidratar los pies adecuadamente con cremas.
- No compartir toalla.
- No compartir cortaúñas ni lima de uñas.
- Cambiar con frecuencia de zapatos. No usar zapatos de otras personas ni dejar los zapatos a otras personas.
- Mantener siempre limpios los baños de casa.
Esta entrada fue modificada por última vez el 1 de septiembre de 2022 a las 3:18 PM
