Asalto al Palacio despertó la conciencia de lucha de los nicaragüenses frente a la dictadura

El 22 de agosto de 1978 el Comando Guerrillero “Rigoberto López Pérez» del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) realizó una de las operaciones más importantes en contra de la dictadura somocista.

La «Operación Muerte al Somocismo – Carlos Fonseca Amador», popularmente conocida como Operación Chanchera marcó el despertar de la conciencia de lucha del pueblo de Nicaragua frente a la dictadura y desenmascaró ante la comunidad internacional la realidad de injusticia social y opresión que vivían las familias nicaragüenses de las clases menos favorecidas.

37 años después de esa histórica gesta, el Comandante Edén Pastora, uno de los integrantes del Comando Rigoberto López Pérez, que protagonizó la Toma del Palacio, señala que esa acción fue una necesidad política.

Pastora recuerda que el operativo se ejecutó en uno de los mejores momentos de la dictadura somocista, cuando el régimen estaba fortalecido gracias al apoyo militar y económico que mantenía el imperio estadounidense.

«Somoza estaba más fuerte que nunca. El pueblo de Nicaragua le tenía pánico a la Guardia Somocista, por ser la policía más represiva de América Latina. El pueblo de Nicaragua le tenía pánico y lo tenía inmovilizado y el Frente Sandinista de Liberación Nacional, la vanguardia histórica de nuestro pueblo, por más esfuerzos que hacía no podía (contra Somoza)», relata Pastora.

Para el Frente Sandinista, la toma del palacio era una necesidad para estremecer la conciencia nacional y estremecer a la comunidad internacional que se encogía de hombros cuando volvía los ojos a Nicaragua.

«Esa situación era patética, teníamos un régimen que promovía la explotación del hombre por el hombre y nosotros queríamos tomar el poder para hacer cambios sociales, políticos y económicos que beneficiaran a la inmensa mayoría», asegura Pastora.

El Comandante Cero relata que en la operación se involucraron compañeros de León, Granada, Masaya y de todo el país que estaban cansados del sistema injusto impuesto por Somoza con la represión de la guardia.

«Ser obrero en Nicaragua era casi ser un delincuente común, y la población estudiantil universitaria era apenas de tres mil estudiantes», señala Pastora.

A partir de la Operación el pueblo le perdió el miedo a la guardia y al somocismo. Semanas después de la acción el pueblo ya estaba peleando en las calles, insurreccionado.

El Comandante Edén Pastora considera que el operativo de la Toma del Palacio despertó masivamente la conciencia en Nicaragua y en el mundo, fue un catalizador de la Revolución que logró la liberación de importantes cuadros del Frente Sandinista.

«Fue el golpe mortal que se le dio a la dictadura somocista, una tiranía cruel y espantosa», aseguró Pastora.

Esta entrada fue modificada por última vez el 22 de agosto de 2015 a las 9:47 AM