COLOMBIA / Los cuatro niños rescatados en la selva colombiana, Lesly Jacobombaire Mucutuy, de 13 años, Soleiny Jacobombaire Mucutuy, de 9, Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 4, y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, quien cumplió su primer año de vida en la selva, han sido trasladados a un hospital en Bogotá y se encuentran en un estado de salud favorable, pese a la deshidratación y las picaduras de insectos.
Así ha terminado los 40 días de lucha por la supervivencia de cuatro hermanos, que empezó el pasado uno de mayo, cuando volaban en avioneta entre Aracuara y San José de Guaviare, al sureste y al centro del país, junto a su madre, Magdalena Mucutuy Valencia, el líder witoto de la Organización Nacional de los Pueblos de la Amazonía Colombiana, Herman Mendoza Hernández y el piloto, Hernán Murcia. Tras un fallo en el motor, la avioneta cayó, los tres adultos fallecieron y los cuatro menores quedaron solos ante los peligros de la selva más grande del mundo.
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Los niños sobrevivieron gracias a unos kits de supervivencia que les fueron lanzados desde helicópteros por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, de acuerdo a las autoridades colombianas, que, según ha adelantado la radio local Caracol, contenían agua, bocadillos, galletas, sueros, un encendedor y fariña, un alimento ancestral de las comunidades indígenas de la selva amazónica, elaborado a base de yuca.
Estos kits de supervivencia, además de alimentar a los cuatro niños, han permitido a los más de 100 agentes de los equipos de rescate de la operación ‘Esperanza’ patrullar la selva palmo a palmo siguiendo algunos rastros que los hermanos desaparecidos habían dejado en la selva para finalmente dar con ellos.
Miembros de las Fuerzas Militares de Colombia alimentan a los niños durante el rescate
NUEVA VIDA TRAS EL ACCIDENTE
La familia, de etnia witoto, un pueblo originario de las selvas de Perú y Colombia que cuenta en la actualidad con unas 9.000 comunidades, vivía en Puerto Sábalo, donde el padre, Manuel Roque, era gobernador de este resguardo indígena al que sólo se puede acceder en avioneta o barco. Roque había desaparecido dejando atrás a los suyos hasta que un tiempo más tarde contactó con su mujer para pedirle que se reuniera con él lo antes posible.
Así, Magdalena, en busca de una nueva vida con su marido en Bogotá, subió a esa avioneta, pilotada por un antiguo taxista, junto a sus cuatro hijos y Herman, el líder indígena, quien, al parecer, habría decidido acompañarles al estar preocupado por su seguridad.
Esta entrada fue modificada por última vez el 10 de junio de 2023 a las 1:03 PM