Desde hace 25 años, el mismo llamado se repite insistentemente en Naciones Unidas: poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unido a Cuba, cuyas medidas extraterritoriales afectan a numerosos países en todo el mundo.
Este 2017, 191 de los 193 Estados de la ONU votaron a favor del levantamiento del cerco, no hubo ninguna abstención y solo dos votaron en contra: Estados Unidos e Israel, como ya habían anunciado.
La Asamblea General -principal órgano deliberativo de la ONU, el único que acoge en igualdad de condiciones a todos sus integrantes- adoptó así el documento que exhorta a no promulgar ni ejecutar leyes y medidas contrarias a la Carta de las Naciones Unidas y al Derecho Internacional.
El texto recuerda también la urgencia de respetar los principios de la igualdad soberana, la no intervención en los asuntos internos de los Estados y la libertad de comercio y navegación.
Todo ello ha sido quebrantado debido al cerco impuesto durante más de medio siglo por las últimas 11 administraciones de la Casa Blanca, recalcó la resolución sobre la necesidad de poner fin al bloqueo.
Según destacó el canciller cubano, Bruno Rodríguez, no existe una familia en la isla caribeña ni un servicio social que no sufra las privaciones y consecuencias de ese mecanismo. Incluso, la emigración cubana resulta afectada por tal motivo.
Durante su intervención en la Asamblea General, tras aprobarse la resolución el 1 de noviembre, el diplomático denunció la vigencia del cerco y el empeño de la administración de Donald Trump en su endurecimiento, con el fin de revertir los progresos en las relaciones bilaterales logrados con su predecesor, Barack Obama.
Rodríguez afirmó que esa política representa una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos de los cubanos, pisotea el Derecho Internacional y constituye un acto de genocidio porque busca la asfixia económica de un pueblo, rendirlo por hambre y desesperación.
De acuerdo con el canciller, el bloqueo norteamericano es el mayor obstáculo para el desarrollo económico y social de la isla y para la implementación del Plan Nacional, en línea con la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.
A juicio de la representante permanente de Cuba ante la ONU, Anayansi Rodríguez, el llamado de la comunidad internacional a ponerle fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos constituye un triunfo de la razón y la justicia
En declaraciones a Prensa Latina tras la votación de inicios de noviembre, la embajadora señaló que esta victoria ratifica que la verdad y la razón siempre prevalecen por encima del odio y la mentira.
El pueblo de Cuba logró otro triunfo con un fuerte respaldo mundial, pese a las amenazas y los discursos agresivos y arrogantes, como el realizado por la embajadora estadounidense Nikki Haley, subrayó Rodríguez.
Para la representante permanente norteamericana, la Asamblea General desperdicia su tiempo cada año al considerar esta resolución, mientras que hace a Estados Unidos ‘blanco de todo tipo de acusaciones ridículas’.
A pesar de que la comunidad internacional condena y se opone al cerco, Haley dijo que su país mantendrá la misma postura, aunque quede aislado en este foro o en cualquier otro lugar.
UN RECLAMO EN ONU: 25 AÑOS DE HISTORIA
En el primer año en que se presentó la resolución sobre el bloqueo en la Asamblea General, solo 34 países apoyaron a Cuba en su demanda. Pero al arribar a los años 2000, más de 100 estados miembros ya respaldaban a la isla caribeña.
Ahora, organizaciones regionales como el Grupo de los 77 más China, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, el Movimiento de Países No Alineados, la Comunidad del Caribe, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, el Grupo Africano y la Organización para la Cooperación Islámica manifiestan su abierto rechazo al cerco norteamericano.
Representantes permanentes de diferentes países ante la ONU, como Bolivia, Nicaragua, Sudáfrica, Rusia, China, Vietnam, Argelia, México y Colombia, entre otros, expusieron recientemente a la Asamblea General el impacto negativo del bloqueo estadounidense en la comunidad internacional.
Según sus señalamientos, las sanciones de Estados Unidos transgreden la Carta de la ONU, violan los derechos humanos de los cubanos, significan un regreso al pasado y constituyen el principal obstáculo para el desarrollo de la isla.
Asimismo, lamentaron la decisión del presidente Donald Trump de recrudecer el bloqueo, pese al rechazo universal y dentro de la propia nación norteña.
Desde la imposición del bloqueo, en 1962, el monto total de las pérdidas ocasionadas a Cuba por ese mecanismo asciende a 130 mil 178,6 millones de dólares a precios corrientes, según reportes de las autoridades de la isla.
Tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, las pérdidas equivalen a 822 mil 280 millones de dólares, acorde con la resolución presentada por Cuba ante Naciones Unidas.
El proyecto de resolución solo tuvo pequeñas modificaciones a lo largo del tiempo y mantiene intacta su parte esencial: el pedido de acabar con el bloqueo norteamericano que causa pérdidas millonarias a la isla caribeña.
La del bloqueo es una de las resoluciones que durante más años se ha presentado en la Asamblea General de la ONU. La otra, es la de Palestina, la cual data casi desde el origen mismo de la organización multilateral.
Durante la última década, el tema resulta uno de los puntos abordados por numerosas naciones en la Asamblea General de la ONU: en el foro de septiembre pasado, unos 50 jefes de Estado se refirieron al mecanismo estadounidense y cerca de 40 pidieron el fin del cerco.
Fuente: El 19 Digital
Esta entrada fue modificada por última vez el 27 de diciembre de 2017 a las 9:22 AM