Bob Menéndez; corrupto

Por: Stephen Sefton

Debo confesar que al momento de redactar este artículo, la emoción y la alegría me invaden porque confirmo que el karma existe y a este viejo delincuente ya era hora que le llegara su día como en efecto ya le llegó y aunque dicen que es malo hacer leña del árbol caído, yo no solo haré leña sino que también le echaré gasolina y le prenderé fuego porque se lo merece. El tal Bob Menéndez, pertenece a la pandilla de aquella vieja tóxica la congresista Ileana Ros-Lehtinen, gracias a Dios ya retirada de la política porque está más vieja y más chocha. Ambos ocupaban sus cargos, el viejo Menéndez el de Senador y ella el de congresista para hacerle la vida imposible a los pueblos de Nicaragua, Cuba y Venezuela.

Para muestra un botón el viejo corrupto de Bob Menéndez, la vieja chiflada de la Ileana Ros-Lehtinen, el amanerado de Marco Rubio y el torpe de Ted Cruz. Fueron los que engendraron la maldita le «Nica Act» ( investiment conditionality Act) una ley perversa y de clara agresión contra Nicaragua. Esta ley básicamente decía que si nuestro Gobierno sandinista no se arrodillaba ante el imperio yanqui y no se dejaba joder de los terroristas golpistas opositores, entonces al no cumplir esa condición, las puertas de las instituciones financieras internacionales se le cerrarían a Nicaragua y no les darían ningún tipo de prestamos.

El 16 de julio de este año 2024 un jurado declaró culpable de todos los cargos al cubano gusano y vivividor de la política el senador Bob Menéndez en su juicio federal por corrupción. El viejo senador demócrata de Nueva Jersey fue declarado culpable de 16 cargos –soborno, extorsión, fraude electrónico, obstrucción de la justicia y actuación como agente extranjero– por su participación en una trama de sobornos que duró años. A todo chancho le llega su sábado y el chancho senador no sería la excepción, Menéndez pareció sacudir la cabeza cuando se leyó el primer veredicto de culpabilidad contra él. Cuando el jurado terminó, apoyó los codos en la mesa de la defensa con las manos juntas delante de la cara.

Los fiscales federales en Nueva York acusaron que el senador usó su puesto oficial para ayudar a un empresario de bienes raíces en Nueva Jersey a obtener financiamiento de un fondo de inversiones controlado por el gobierno de Qatar a cambio de un soborno que incluía desde lingotes de oro, boletos para una carrera de Fórmula 1, efectivo y la promesa de un reloj de lujo.
Esta acusación se suma al caso de corrupción en su contra presentado en septiembre, en el cual se señalaba que él y su esposa, Nadine Menéndez, y otro socio, hicieron trabajo a favor del gobierno de Egipto, que incluyó incrementar la asistencia estadounidense a ese país y ayudar a empresarios en Nueva Jersey ligados a Egipto usando el poder del puesto del senador, todo a cambio de varios lingotes de oro, decenas de miles de dólares y un auto de lujo en sobornos.

El corrupto de Menéndez fue, hasta ser acusado, Presidente del imperialista Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos. Poco después que se interpusiera la denuncia formal, renunció al cargo, pero rehusó pe-didos –incluso del gobernador demócrata Philip Murphy y otros políticos de su estado de Nueva Jersey– para dejar su curul en el Senado. Insistió en que era inocente y que esto quedaría claro en el juicio, que las acusaciones provenían de fuerzas detrás del escenario que han buscado silenciar mi voz y escarbar mi tumba política. No es la primera vez que el cubano gusano de Menéndez ha enfrentado acusaciones formales en su contra –fue enjuiciado hace seis años por corrupción, pero el proceso se anuló después de que el jurado no logró un consenso sobre el veredicto.

Los nuevos cargos ponen en jaque la larga y vividora carrera política del legislador cubanoestadunidense y dejan hueca su frecuente retórica acusando de corrupción a gobiernos que considera adversarios de Estados Unidos en varias partes del mundo, y muy particularmente la nación de sus padres, Cuba. El año pasado afirmó que los cubanos y venezolanos estaban migrando de manera masiva no por las sanciones estadounidenses, sino por la represión y la destrucción de las economías de sus países a través del mal manejo y la corrupción.

Menéndez fue encontrado culpable por un jurado en julio pasado y se esperaba que fuera sentenciado en octubre que pasó, pero el juez Stein, pospuso la sentencia para enero del año 2025. La esposa de Menéndez espera ser juzgada en un juicio aparte. El corrupto de raíces cubanas, renunció en agosto pasado lo que evidencia su entierro y fin como vividor de la política por 50 años que construyó desde Nueva Jersey y en la que pudo posicionarse como un rastrero demócrata que ocupó su cargo de poder e influencia, no solo para enriquecerse ilícitamente sino para hacerle la vida imposible a países dignos como Nicaragua, Cuba y Venezuela, con gobernantes honestos y no corruptos como Menéndez.

Esta entrada fue modificada por última vez el 16 de diciembre de 2024 a las 11:24 AM