A los trece años partió hacia a la montaña, junto a otros 115 mil brigadistas dispuestos a «convertir la oscurana en claridad«, en aquella histórica Cruzada Nacional de Alfabetización que redujo del 50% al 13% el analfabetismo en Nicaragua. A los quince, junto a otros ocho milicianos, resguardaba una hidroeléctrica a 30 kms. de Bonanza, cuando grupos armados, financiados y entrenados por Estados Unidos los atacaron. Brenda Rocha fue la única sobreviviente de aquella masacre. Catorce balazos impactaron en su brazo derecho y se lo destrozaron. Se salvó de milagro porque los contras la creyeron muerta.
En el Hospital Militar de Managua los médicos trataron de salvarle el brazo, pero fue imposible. Dos días después llegó a verla Tomás. Brenda lo recibió desplegando su sonrisa de heroína adolescente.
––Es la sonrisa de la Revolución ––constató el comandante.
Brenda fue coordinadora de la Asociación de Niños Sandinistas, presidenta de la Federación de Estudiantes de Secundaria, dirigenta de la Juventud Sandinista, estudiante de Derecho en la Universidad Centroamericana.
Hoy es abogada y notaria de la República de Nicaragua. Lideresa social y comunitaria. Especialista en asuntos ambientales. Brenda Rocha ha sido procuradora auxiliar en la Región Autónoma del Caribe Norte, y concejal de la Alcaldía de Managua.
Para orgullo de las mujeres de Nuestra América, la magistrada Brenda Rocha es ahora la presidenta del Consejo Supremo Electoral de Nicaragua.
Como diría el poeta César Vallejo, por ella «va mi corazón a pie«.
Por: Marcela Pérez Silva
Licenciado en Comunicación Social, egresado de la UNAN-León con especialización en Comunicación Digital Estratégica.