Canciller de Nicaragua a Sputnik: «Bachelet hace caso omiso a la información que le proporcionamos»

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El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, conversa en exclusiva con Sputnik tras una ola de críticas por el arresto de una veintena de opositores. Moncada denuncia que, al igual que lo hicieron en los años 80, Estados Unidos coordina un plan para evitar que el sandinismo se mantenga en el poder.

—En las últimas tres semanas Nicaragua ha sido noticia por las detenciones de varios opositores, entre ellos cinco personas que dicen que tenían aspiraciones presidenciales. ¿Por qué se detuvo a estas personas a cinco meses de las elecciones?

—Hay que esclarecer bien la situación. En primer lugar, la actividad de estos señores no es de opositores, sino de directivos de organismos no gubernamentales que tienen financiamiento de países extranjeros, principalmente de Estados Unidos, de la Unión Europea y de otros países. Ese financiamiento está encaminado a desestabilizar Nicaragua y a continuar con el intento de golpe de Estado que iniciaron en 2018 para derrocar por la vía de hecho al Gobierno constitucional, al Gobierno electo democráticamente del presidente Daniel Ortega y de la vicepresidenta Rosario Murillo. Entonces, no hay vinculación más que la de la propaganda dirigida desde los Estados Unidos y otros países interesados en desestabilizar el país y para el que utilizan los grandes medios de comunicación internacionales de Occidente y de Estados Unidos para mentir, claramente mentir, y distorsionar la realidad de Nicaragua.

—Pero ¿por qué estas detenciones ocurren a cinco meses de las elecciones presidenciales?

—Recordemos una cosa. Nicaragua es un Estado libre, soberano, independiente y con autodeterminación. Su proceso electoral lo viene desarrollando conforme a lo que manda la Constitución política de Nicaragua, la ley electoral de este país y los mandatos y disposiciones del Consejo Supremo Electoral.

Se ha acordado con los partidos políticos que tienen personalidad jurídica en Nicaragua un calendario electoral y en ese calendario electoral se establece que desde finales de julio hasta mediados de agosto se van a inscribir los candidatos electorales. Es decir, en este momento no se puede decir directamente que hay candidatos presidenciales o precandidatos, menos cuando esas personas están siendo procesadas por indicios fuertes de cometer delitos de lavado de dinero, delitos vinculados precisamente para atentar contra la sociedad nicaragüense, contra los derechos del pueblo nicaragüense y otra serie de actos que menoscaban la independencia, la soberanía y autodeterminación de nuestro país.

Esas personas, además, incitan a la injerencia extranjera en los asuntos internos e, incluso han llegado a pedir intervenciones militares y se organizan con financiamiento de potencias extranjeras para desestabilizar al país y continuar con su intento de golpe de Estado. Esa es la situación.

—Sin embargo, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, asegura que las detenciones se produjeron «bajo conceptos penales ambiguos y sin suficiente evidencia probatoria» y pidió al Gobierno «liberar a todas las personas detenidas». ¿Qué responde usted?

—El mismo secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo hace unos días que todas las medidas unilaterales que están tomando contra Nicaragua, que ellos llaman sanciones, y que de paso son violatorias del Derecho Internacional y a la Carta de las Naciones Unidas y del principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados, iban a tomarlas coordinadas con Canadá, la Unión Europea y con otros países y organismos de derechos humanos.

Estamos ante la sincronización y la coordinación del imperialismo estadounidense en sintonía con sus aliados, que son los países súbditos de ellos junto a organismos internacionales que tienen que ver con derechos humanos, para politizar, desgraciadamente, el tema de derechos humanos. Así vemos que la alta comisionada de Derechos Humanos siempre está informando de una forma tergiversada, sin objetividad, y aunque nosotros le hemos mandado informes constantemente, ella hace caso omiso a lo que Nicaragua le informa y se queda con lo que dice Estados Unidos que, para acusar a Nicaragua, utiliza mentiras y falsedades.

—A su vez, la OEA aprobó esta semana una resolución en la que expresa su alarma por lo que ellos califican como «un deterioro político» en el país y exigen «reformas electorales» que garanticen que las elecciones presidenciales de noviembre «se desarrollen de forma libre y transparente». ¿Cómo valoran ustedes esta resolución?

—El representante nuestro en la OEA ha sido insistente desde hace varios años diciéndoles: señores de la OEA, no violen su propia carta que dice que no tienen derecho a intervenir en los asuntos internos de otros Estados. También le hemos dicho que Nicaragua no ha pedido ayuda ni apoyo ni injerencia a la OEA en los asuntos internos de nuestro país, mucho menos en políticas internas como lo es el proceso electoral, que es una actividad exclusiva de los nicaragüenses, de los partidos políticos que participan y que están legalmente constituidos.

La OEA es el instrumento creado desde hace muchas décadas por los Estados Unidos para hacer realidad su política de la Doctrina Monroe, es decir, América para los gringos, para los yankees. Es una estrategia de dominio de las élites de Estados Unidos para controlar, dominar y apoderarse de los recursos naturales y energéticos de América Latina y el Caribe. Ese es el objetivo, y de paso obstruir las buenas relaciones que proyectan países como Rusia o China, que son relaciones de cooperación y solidaridad con América Latina y el Caribe.

Ahora, ¿por qué la OEA no le aplica lo mismo a Colombia? Porque precisamente Colombia es el aliado principal de América Latina para Estados Unidos, porque Colombia tiene en su territorio siete bases militares de Estados Unidos en toda la frontera con Venezuela y en diferentes zonas, y porque Colombia es parte de la OTAN. Todo eso hace a Colombia un país subordinado, y por consiguiente, la OEA, que es el instrumento de Estados Unidos para dominar a América Latina y el Caribe, evita tratar el tema de Colombia o el de Chile.

Nosotros como Estado, como Gobierno, no interferimos en los asuntos internos de los países porque precisamente nosotros decimos: respetamos los asuntos internos de todos los países, pero exigimos reciprocidad. No estén haciendo injerencia contra Nicaragua en la OEA o en otros organismos internacionales o de derechos humanos.

—México y Argentina se abstuvieron de firmar esa resolución de la OEA, pero llamaron a consulta a sus embajadores debido a las «preocupantes acciones políticas y legales del Gobierno nicaragüense», como dijeron en un comunicado conjunto. ¿Cómo interpretan ustedes estas acciones de México y Argentina?

—Podemos verlo de la siguiente manera: los Estados tienen soberanía y autodeterminación, como México y Argentina. Todo Estado puede llamar y convocar a sus embajadores a consulta para lo que considere necesario, eso no es ningún problema porque todo Estado es autónomo y puede hacer lo que considere con sus funcionarios internacionales. Bien, pero esto está vinculado también, de alguna manera, sobre lo que conversábamos de que Estados Unidos con sus presiones internacionales y manipulaciones, pueden incidir, no estoy diciendo que está incidiendo directamente, pero si que puede influir para que algunos Estados o Gobiernos tomen algunas medidas que no se corresponden con el nivel de relaciones históricas que hemos tenido con países como México y Argentina.

—EEUU, por su parte, ha impuesto más sanciones contra Nicaragua. ¿Cómo afectarán estas medidas coercitivas unilaterales en medio de la pandemia?, ¿qué podrían provocar?

—Acordémonos que después del triunfo de la revolución en 1979, en la década de los 80, Estados Unidos organizó La Contra nicaragüense contra el Gobierno. La organizaron, la prepararon, le dieron la logística, la financiaron y tuvimos una década de intervención y agresión norteamericana. Además, desarrollaron una campaña psicológica, sumado a la destrucción que nos crearon en toda nuestra infraestructura, en nuestros puertos, en las líneas eléctricas, en la población.

El injerencismo estadounidense nos provocó aproximadamente 50.000 muertos, y al final de la década de los 80, en los 90, cuando fuimos a elecciones, hicieron otra campaña tremenda para incidir en la psicología y en la voluntad de los votantes nicaragüenses, en la población nicaragüense. Ah, pero ellos hablan de elecciones libres, honestas, transparentes.

Ahora, con todas las medidas de sanciones que están aplicando, moviendo todo su andamiaje, sus tentáculos en todos los ámbitos intentan, y ya lo están diciendo, que no haya condiciones para las elecciones libres, honestas, claras y transparente en Nicaragua. Ya lo están diciendo todos ellos, y lo que están haciendo es diseñar su estrategia y utilizando todo tipo de medidas para evitar que el Frente Sandinista de Liberación Nacional, que el Gobierno del presidente Ortega y la compañera Rosario, tengan el éxito que ya se visualiza, arriba de un 65% de votación favorable hacia las políticas económicas y sociales que el Gobierno ha desarrollado en beneficio de la población nicaragüense.

Los gringos lo que quieren realmente, con todos sus aliados, es paralizar, detener, obstruir y evitar el triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional en las elecciones de noviembre próximo en Nicaragua. Ese es el objetivo y por eso estamos viendo todos sus tentáculos moverse. Además, están insistiendo mucho en la presencia de la observación internacional en las elecciones nuestras. No perdamos de vista de que en Bolivia la OEA fue capaz de dar el primer golpe de Estado electoral, y eso lo están utilizando como laboratorio y quieren aplicarlo en Nicaragua. Nosotros, obviamente, tenemos que ser muy cuidadosos y evitar que ellos se salgan con la suya de desestabilizar nuestro país, materializar un golpe de Estado y producirnos, como en abril de 2018, crímenes tremendos contra nuestra población, destrucción de la infraestructura y daños enormes en la economía.

—¿Y qué interés tendría Estados Unidos con Nicaragua?

—Hay un interés geopolítico e histórico de Estados Unidos.

Recordemos que Nicaragua está ubicada en el centro del continente americano, es el ombligo de América. Además, tenemos costas en los océanos Atlántico y Pacífico, tenemos ríos a lo interno, como todos los países, y tenemos lagos, además del río San Juan, que ha sido una vía de comunicación histórica. Todo eso ha facilitado históricamente la construcción de un canal interoceánico para comunicación y el comercio internacional. Eso independientemente de que exista el Canal de Panamá.

El canal de Nicaragua es viable en su construcción para hacer un canal complementario. Entonces hay un interés geoestratégico. Estados Unidos invadió Nicaragua, ocupó Nicaragua militarmente, hicieron elecciones aquí con el Consejo Electoral conformado por toda su infantería de marina, cosas increíbles, fusilaron a un presidente en el siglo antepasado, declaró la esclavitud, incendió Granada. Entonces, el interés geoestratégico de Estados Unidos, y así lo dejaron plasmado en un acuerdo entre los gringos y Nicaragua, es que se le cediera el derecho de construcción del canal por 100 años. Ellos querían o construir el canal o evitar que otros países que fueran sus adversarios construyeran esa vía de comunicación interoceánica.

El otro elemento tiene que ver con América Latina y el Caribe y el control que ellos piensan que están predestinados a tener con su política Monroe. Entonces, Nicaragua se resiste a esa actuación, a esa actitud injerencista de Estados Unidos, la rechazamos, la denunciamos, la condenamos y somos muy claros en decir que Nicaragua es un país libre, independiente y soberano. Queremos tener relaciones con todos los países, y las tenemos, pero en un plano de respeto, de igualdad soberana de los Estados y de no injerencia en los asuntos internos de Nicaragua.

—Retomando el tema de las elecciones, faltan cinco meses para estos comicios presidenciales. ¿Contra quién se enfrentará Ortega?, ¿habrá alternativas para aquellas personas que no están a favor de Daniel Ortega?

—Sí, lo que pasa es que a veces la información distorsionada hace ver las cosas de una manera diferente. Si vienes a Nicaragua y te entrevistas con las autoridades que coordinan y que por mandato de la Constitución organizan, dirigen y le dan seguimiento al proceso electoral, que es el Consejo Electoral, entonces vas a ver que hay un diseño legal y jurídico institucional con participación de partidos políticos.

Creo que van a participar 17 partidos políticos, informaban hace unos días los compañeros del Consejo Electoral. ¿Y quiénes van a participar? Los candidatos que elija cada partido o alianza política. ¿Cuándo vamos a saber quiénes son los candidatos realmente? Entre el 28 de julio y el 18 de agosto, que es el tiempo acordado por los partidos políticos y el Consejo Electoral para inscribir, registrar y dar a conocer los candidatos.

—¿Temen que las elecciones presidenciales de noviembre no sean reconocidas por otros países, como sucedió con algunos países con las elecciones presidenciales de Venezuela en 2018?

—Nosotros estamos realizando los procesos que la institucionalidad nicaragüense manda, lo que mandan la Constitución y las leyes. Como te decía, no depende de si alguien dice que reconoce o no para que unas elecciones sean claras, transparentes y que gane quien tenga la mayoría de los votos. Pero bien, no nos adelantemos a situaciones hipotéticas, mejor esperemos que se den las elecciones, que se den los resultados y después, cuando se dé la situación, será mejor conversar sobre ello.

—¿Qué espera el Gobierno nicaragüense de los países del Alba y de otros aliados como Rusia o China?

—Las relaciones con el Alba son muy buenas, excelentes. El 24 de junio se realizó la décimo novena cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Alba-TCP en Caracas. Allí hubo una declaración política de los mandatarios y en uno de los párrafos se ratifica el apoyo incondicional al Gobierno sandinista, al presidente Daniel Ortega y al pueblo de Nicaragua en su decisión de seguir defendiendo la soberanía, la paz y los notables avances sociales, económicos y de seguridad, y de unidad nacional alcanzados durante estos años.

Con Rusia también tenemos unas excelentes relaciones. Agradecemos mucho el apoyo de Rusia con las vacunas Sputnik V. En fin, tenemos muy buenas relaciones y comunicaciones. Con los demás países también tenemos buenas comunicaciones, independientemente de que en algunos foros pueda haber diferentes posiciones porque nosotros decimos que deben ceñirse a la Carta de la ONU y a los principios del Derecho Internacional, entre ellos el principio de no injerencia en los asuntos internos.

Fuente: Sputnik