Hace 43 años en Nicaragua se dio el asalto a la casa del somocista de José María “Chema” Castillo, una gesta histórica que significó un duro golpe que daba el Frente Sandinista de Liberación Nacional al dictador Anastasio Somoza Debayle y a toda su cúpula sanguinaria.
Esta acción, perpetrada por jóvenes guerrilleros sandinista integrados en el Comando “Juan José Quezada”, fue fundamental para que 5 años más tarde, un 19 de julio de 1979, la dictadura somocista fuese derribada por un pueblo liderado por el FSLN.
El historiador y ex diplomático Aldo Díaz Lacayo, recuerda esos días y el contexto político-social que obligó al movimiento guerrillero, a preparar esa acción que culminó exitosamente y ayudó a demostrar que al somocismo se le podía vencer.
El 27 de diciembre de 1974, en horas de la noche, el grupo de guerrilleros divididos en 3 columnas, estaba integrado por el ahora general en retiro Moisés Omar Hallesleven, Germán Pomares, Eduardo Contreras, Eleonora Rocha, Javier Carrión, entre otros, que se tomaron la residencia del ministro somocista, que en ese momento celebraba una fiesta de fin de año con el cuerpo diplomático acreditado en el país, entre esos el embajador norteamericano y otros ministros del régimen.
Dictadura somocista se fortalecía
La toma se da en un contexto en que la dictadura somocista estaba fortalecida, las relaciones con el exterior pasaban un buen momento y había cierta estabilidad económica por el auge de la producción algodonera, pero el pueblo era reprimido y asesinado en las calles.
“El Comando Juan José Quezada se da 7 años después de Pancasán, había sido un periodo muy prolongado, que después se le llamó acumulación de fuerzas en silencio, de tal manera que antes del comando se pensaba, sobre todo la dictadura pensaba que el FSLN estaba liquidado y en el imaginario popular todavía pendía la idea de que el Frente Sandinista seguía vivo como una fuerza importante revolucionario en el país”, recordó Díaz Lacayo.
La acción cometida por el comando sandinista resultó ser no solo una verdadera “bomba política ideológica” para el régimen somocista sino que también ayudó a despertar la conciencia del pueblo que pedía libertades en todos los campos.
Fueron tres días desde el asalto hasta que los guerrilleros logran doblar el brazo a Somoza que accede a liberar a varios presos políticos, entre los que se encontraba el actual mandatario nicaragüense Comandante Daniel Ortega Saavedra.
La estrategia de acumulación de fuerzas en silencio fue tomada por el FSLN luego que el movimiento guerrillero sufriera diversos golpes dados por Somoza, quien además logró detener a los principales dirigentes sandinistas.
Meses previos al 27 de diciembre, la dirigencia del FSLN planificó una serie de acciones para batallar contra la dictadura somocista y para exigir la libertad de los presos políticos.
“Esos líderes hicieron de la prisión una especie de fundamento de la continuación de la lucha, es decir no fue una prisión pasiva, fue una prisión activa, la prisión fue una plataforma de dirección política, porque no eran cualquier preso político, no se trataba de sacarlos por sacarlos, se trataba de sacarlos para darles la oportunidad de continuar en libertad la lucha y así fue”, valoró Díaz Lacayo.
Para este ex diplomático, la acción del 27 de diciembre de 1974, fue el verdadero inicio del triunfo de la Revolución Popular Sandinista.
“No estoy desmeritando Pancasán, que tiene un valor extraordinario, porque Carlos Fonseca Amador con Pancasán asume por primera vez en casi 100 años, o quizás más, asume la responsabilidad de hacer la Revolución desde adentro”, valoró Lacayo.
En una entrevista realizada al General Hallesleven en el 2015, señaló que la gesta de la Toma de la Casa de Chema Castillo, tuvo el significado de concluir una etapa en la vida del Frente y abrir otra.
“El Frente había entrado en 1970 en lo que se llamó en un periodo de acumulación de fuerza en silencio, fortaleciendo y privilegiando fundamentalmente la parte organizativa”, dijo en esa ocasión Hallesleven.
En ese periodo, el FSLN de manera silenciosa se reorganiza, fortalece el movimiento estudiantil, mantiene el contacto con los dirigentes en las montañas y en los barrios.
“La dictadura estaba segura, absolutamente segura que el FSLN ya no existía, que estaba liquidado y el pueblo se mantenía dormido, sin esperanza de ningún cambio”, refiere Díaz.
El pueblo recobró la esperanza
Hallesleven refirió que con el Comando Juan José Quezada se demostró que el dictador Somoza podía ceder, que no era infalible y el FSLN expuso que podía organizarse para seguir luchando por el pueblo.
El periodista cultural Wilmor López considera que el asalto de 1974, “revivió toda la esperanza del pueblo, además que soterraba el miedo y resurgía la esperanza en el FSLN”.
Un hecho vivido por López fue cuando los integrantes del comando se dirigieron en bus hacia el aeropuerto internacional para reunirse con los dirigentes que estaban detenidos y volaron hacia La Habana, Cuba.
Recuerda que en esa ocasión el pueblo salió a las calles a demostrar su apoyo al FSLN por la acción que había ejecutado, la cual consideraban una victoria de todos.
“El pueblo salió a las calles y hacia la señal de la victoria, se les quitó el miedo a la guardia, eso fue grandioso. Cuando salieron a las calles, los periodistas, los jóvenes, las amas de casa, todos saludaban al comando”.
Luego de 43 años de perpetrada esa acción, Nicaragua vive vientos de cambios, de triunfo y se enrumbada hacia mejores tiempos, lideradas por un Gobierno Sandinista que poco a poco, en alianza con todos los sectores cambia las realidades de las familias y con ello todo el país.
Juventud nicaragüense protagonistas de sus victorias
La juventud nicaragüense consciente de esos cambios, ha aceptado el reto, protagoniza las victorias y se compromete a seguir aportando desde sus capacidades, acompañando a las familias en sus triunfos y en los momentos duros.
“Esa gesta fue uno de los momentos más trascendentales del Frente Sandinista, resaltamos el compromiso y la firmeza revolucionaria del Comando Juan José Quezada, la valentía de esos hombres y mujeres que lucharon por ese proceso libertario sin pedir nada a cambio. Creo que hoy los jóvenes nicaragüenses en la ruta del General Augusto C. Sandino, del Comandante Tomás Borge, del Comandante Daniel y de la compañera Rosario, tenemos la responsabilidad de rendir homenaje siempre a esos hombres valientes”, expresó el compañero Milton Ruiz, coordinador de la Juventud Sandinista 19 de Julio.
Subrayó que ahora Nicaragua vive tiempos de paz, de seguridad y tranquilidad, lo cual la juventud debe mantener para las futuras generaciones.
La joven Guadalupe Padilla, considera que el mejor homenaje a los héroes del comando Juan José Quezada debe ser el compromiso permanente por ir cambiando el país, hacia escenarios de mejor calidad de vida para las familias, para que Nicaragua se desarrolle.
“Las mujeres siempre ha formado un papel fundamental, lo sigue formando y creo que el ejemplo más claro, es el ejemplo de la Compañera Rosario Murillo, que es un pilar fundamental para nosotros. Muchas mujeres que también dieron su vida en cada una de estas gestas heroicas, nosotros debemos siempre seguir adelante”, dijo Padilla.
No podemos terminar estas palabras, sin mencionar el papel asumido por Su Eminencia Reverendísima Cardenal Miguel Obando Bravo, quien fue mediador junto a otros diplomáticos.
Luego de que el comando junto con los liberados, se marchó hacia Cuba, la dictadura somocista ejecuta diversas acciones represivas en las montañas, barrios y comunidad, persiguiendo a todo aquel nicaragüense involucrado con el FSLN. Esa andanada sangrienta fue resistida por el Frente Sandinista, gracias a sus niveles de organización.
La acción del Comando Juan José Quezada está esculpida en la historia, porque no solamente ha sido una de las principales ejecutadas por el FSLN, también porque ayudó que el pueblo se involucrara más con la lucha guerrillera.
Fuente: El 19 Digital
Esta entrada fue modificada por última vez el 27 de diciembre de 2017 a las 12:39 PM