China y Taiwán han sorprendido al mundo con el anuncio de la primera reunión entre sus presidentes, una cita de alcance histórico que ambos gobiernos presentan como un intento de impulsar la relación bilateral pero genera desconfianza en buena parte de la población taiwanesa.
El histórico encuentro entre el jefe del Estado chino, Xi Jinping, y el taiwanés Ma Ying-jeou, que tendrá lugar el sábado en Singapur, puede comenzar a cerrar uno de los últimos rescoldos de la Guerra Fría, aunque la cercanía de los comicios taiwaneses de enero ha generado críticas entre quienes ven en ello motivos electoralistas.
Será la primera reunión a nivel presidencial desde que en 1949 los nacionalistas del partido Kuomintang (KMT) liderados por Chiang Kai-Chek se refugiaron en Taiwán tras ser derrotados por los comunistas de Mao Zedong en la guerra civil china.
Desde entonces, las relaciones entre ambas partes han estado llenas de incidentes violentos (hasta bien entrados los años 50), desafíos y advertencias militares, con un deshielo muy tímido que no se consagró hasta 1992.
El anuncio, que ya advirtió de que en la reunión no se cerrarán acuerdos ni se emitirán declaraciones conjuntas, sorprendió no solo por su contenido sino porque llegó con nocturnidad, dos minutos antes de la medianoche hora local (16:00 GMT del martes) a través de una declaración de la Oficina Presidencial de Taiwán a la agencia local, y no fue confirmado por Pekín hasta casi siete horas después.
En Pekín, el responsable de la Oficina de Asuntos de Taiwán en el Gobierno y en el Partido Comunista, Zhang Zhijun, consideró que la reunión supone «un hito» para la relación bilateral, dentro del espíritu de «aparcar las diferencias».
Al considerar China que Taiwán es parte integral de su territorio y no reconocer su independencia, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Pekín eludió dar detalles de la reunión en su rueda de prensa diaria, por ejemplo sobre el motivo de la elección de Singapur como escenario de la cita Ma-Xi.
Una portavoz de ese ministerio, Hua Chunying, se limitó a señalar que «un desarrollo estable que la relación a través del estrecho sirve a los intereses de ambas partes y a los de todo el mundo».
En Taipei el Consejo de Asuntos Chinos señaló que «el encuentro es de gran importancia para reforzar el desarrollo sistemático de los lazos y enviar un mensaje positivo a la comunidad internacional sobre la paz entre las dos partes».
El portavoz presidencial, Charles Chen, aseguró por su parte que el objetivo de Ma al concertar la reunión con Xi ha sido «estabilizar» las relaciones.
A nivel financiero, las bolsas de la zona acompañaron con fuertes subidas el anuncio de la reunión. En Taipei, el índice general subió un 1,65 % y el de Hong Kong ganó un 2,15 %.
El mercado chino más importante, el de Shanghái, avanzó un 4,31 %, mientras que la de Shenzhen se disparó un 5,29 %, aunque éstos también pudieron estar influidos por el anuncio de una futura conexión entre esta última bolsa y la de Hong Kong.
Esta entrada fue modificada por última vez el 4 de noviembre de 2015 a las 12:10 PM