Un científico en Nicaragua que formó parte del Estudio de Impacto Ambiental ordenado por la compañía HKND sobre la ruta del Gran Canal Interoceánico, defendió la independencia del trabajo realizado y calificó de “mito peligroso” la idea que se quiere proyectar -sin base- de que “todo está bien” en los ecosistemas cercanos.
El Dr. Jeffrey K. McCrary, una autoridad en materia de peces de agua dulce en el país, escribió junto a otros signatarios una correspondencia a la revista “Nature”, que en el pasado mes de febrero publicó un artículo -firmado por Jorge A. Huete-Pérez y Axel Meyer- advirtiendo que el Canal podría crear “un desastre ambiental”.
Saliendo al paso de tales afirmaciones, McCrary, quien obtuvo su doctorado en la Universidad de Rice en Texas, destacó, en primer lugar, la independencia con la que fueron realizados los estudios sobre la ruta.
También dijo que las afirmaciones de que cientos de miles de hectáreas de bosques y humedales serían destruidas por el canal fueron «inexactas”, porque el medio ambiente a lo largo de la ruta propuesta ya estaba dañado.
Contactado por el sitio web Global Construction Review (GCR), el científico elaboró más sus argumentos, indicando que el artículo de Huete-Pérez y Meyer tenía “dos errores importantes”.
“El primero fue la idea de que el estudio de impacto ambiental realizado por ERM no era independiente», dijo McCrary. «En ningún momento, percibí ninguna presión hacia ERM para evitar cualquier sitio de estudio u opacar o alterar cualquier información generada por nosotros.»
Agregó que «la idea de que este estudio y ERM están comprometidos políticamente se ha repetido a lo largo de Nicaragua y a nivel internacional. Que yo sepa, el trabajo de ERM se realizó de acuerdo a las leyes y costumbres de Nicaragua y sin atender a ningún interés especial. Si alguien tiene información de lo contrario, debe ser considerada por sus propios méritos».
El segundo error señalado por McCrary es la caracterización hecha por Huete-Pérez y Meyer sobre la ruta del Gran Canal.
«Nuestro segundo punto de objeción con Huete-Pérez y Meyer es sobre la afirmación de que ‘cientos de miles de hectáreas’ de bosques y humedales serían destruidos por el Canal. Sostengo que esta afirmación no es sólo una hipérbole, es inexacta”.
«La cantidad de bosques naturales a lo largo de la ruta son mucho más bajos, incluso incluyendo los humedales en el conteo. El desastre ambiental que ellos se imaginan a lo largo de la ruta propuesta ya está en marcha. Tenemos que mirar con más sobriedad sobre la propuesta ruta del canal y tener una discusión más sincera con respecto al medio ambiente y las personas afectadas».
McCrary también declaró: “(Las afirmaciones de Huete-Pérez y Meyer) sirven para crear la idea de que todo está bien sobre la ruta propuesta del canal, lo cual es un mito peligroso. Vimos los ríos destruidos y humedales, y grandes extensiones de pastos que los mapas designan como bosque, y nos quedamos horrorizados”.
Las autoridades del país y diversos sectores, han señalado en reiteradas ocasiones que el Gran Canal Interoceánico, lejos de provocar mayores daños al medio ambiente de la ruta trazada, más bien vendrá a impactar positivamente sobre los ecosistemas.
“En primer lugar este es un proyecto ecológico, realmente nosotros con el Gran Canal vamos a revertir el deterioro histórico que tienen los recursos naturales, la deforestación, el deterioro de nuestros recursos naturales. El Gran Canal incluso va a permitir salvar el Gran Lago de Nicaragua”, señaló en una oportunidad el Ingeniero Telémaco Talavera, miembro de la Comisión del Gran Canal Interoceánico.
También el Canal permitirá replantearse el uso de las fuentes hídricas con una campaña de reforestación con la que se podría incluso aumentar el nivel en el Lago de Nicaragua.
“Vamos a mejorar la calidad del agua y no solamente del lago, vamos producir agua en Nicaragua al reforestar, la lógica y dirección del Gran Canal es el cuido del medio ambiente”, dijo Talavera.
Esta entrada fue modificada por última vez el 8 de septiembre de 2015 a las 12:05 PM