Por: Stephen Sefton
Bajo la segunda administración del Presidente Trump, se está realizando un realineamiento de la política exterior norteamericana para asimilar las secuelas de la derrota político militar de la OTAN en Ucrania. En general, el realineamiento confirma la desesperación de las élites norteamericanas para prolongar su privilegio e influencia a nivel global a la vez que, a nivel interno, son incapaces de resolver los profundos problemas socio-economicos de su sociedad. Es muy difícil identificar un patrón racional o una planificación estratégica entre los temblores réplicas que han agitado las políticas del gobierno norteamericano desde la inauguración del presidente Donald Trump.
En la política exterior, varios elementos son claros y explícitos. El permanente apoyo al genocida proyecto sionista en Palestina y una desmedida, irracional agresión contra China acompaña mayor sinceridad en su relación dominante con Europa y sus esfuerzos para consolidar el control hemisférico en América Latina y el Caribe.
A nivel interno, el enfoque sobre el tema de la migración y las iniciativas de reforma institucional han distraído la atención del callejón sin salida de la política económica estadounidense. Los problemas han sido evidentes desde el colapso financiero de 2008 y 2009. Las indiscriminadas tarifas propuestas por el presidente Trump y su equipo no aportarán a su resolución sino que los van a agravar.
Al fondo, se trata de la crónica falta de inversión en infraestructura y en la producción industrial, la inflación en los precios de los alimentos, el altísimo costo de la vivienda, la extrema sobrevaloración bursátil de activos y acciones y la grotesca concentración de la riqueza nacional en manos de las élites. Las políticas del equipo del presidente Trump y sus compinches empresariales parásitos como Elon Musk constituyen apuestas y deseos en vez de un plan nacional para el desarrollo humano de su pueblo.
Este desfrenado neoliberalismo norteamericano choca con el neoliberalismo de las élites europeas porque hasta cierto punto insiste en mayor realismo en las relaciones internacionales. La probable respuesta de las élites europeas parece ser de profundizar sus políticas antidemocráticas y contraproducentes todavía más a favor de la empresa privada.
Aunque en teoría las fuerzas militares norteamericanas siguen siendo los más poderosos del mundo, la tecnología militar norteamericana está muy por detrás de la de Rusia. El dólar norteamericano mantiene su rol como principal moneda de reserva internacional, pero su importancia ha disminuido por motivo del uso en el comercio bilateral entre países como Rusia, India, China e Irán de sus propias monedas locales.
Aun la anterior tremenda ventaja norteamericana y europea en alta tecnología se ha perdido en relación a la innovación china, revelando de paso la ineficiencia y desperdicio del capitalismo occidental. Los países del mundo mayoritario observan la realidad de todos estos procesos y formulan su planificación de la manera correspondiente, generalmente con énfasis en el desarrollo de políticas internacionales coherentes y solidarias.
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Esta tendencia es especialmente notable en el caso de los países africanos. Por ejemplo, en relación a la presidencia pro tempore de Sudáfrica en el G20, un grupo de ex jefes de Estado y gobierno africanos declararon en Ciudad del Cabo su Iniciativa de Líderes Africanos para el Alivio de la Deuda. La iniciativa es otra en la larga historia de este tipo de propuesta que aboga por un manejo más responsable y solidario de la deuda.
Actualmente, por motivo de las relativamente altas tasas de interés de la Reserva Federal y los demás bancos centrales occidentales, los niveles de deuda han alcanzado niveles críticos en muchos países del mundo mayoritario. El ex-presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, comentó que la crisis del endeudamiento en África ha llegado a su peor momento en 80 años:
“Lo que esto hace es estrangular el desarrollo, y el dinero que debería destinarse a áreas esenciales como bienestar social, educación, salud y nutrición, en cambio, se está utilizando para pagar una deuda que parece interminable… Buscaríamos subsidios no solo para los países africanos, sino para todas las naciones en desarrollo que necesitan ser subsidiadas, incluida América Latina. Queremos llegar a todos los que necesitan ser alcanzados.”
La Declaración de Ciudad del Cabo deja claro que el modelo económico capitalista neoliberal hace imposible el desarrollo humano del mundo mayoritario. En cambio, el desarrollo de las relaciones de las naciones africanas con la República Popular China y la Federación Rusia, basado en el respeto entre iguales y la solidaridad, se desarrolla de una manera ventajosa para todas las partes involucradas.
Este 27 de febrero, una nota de la Cancillería china reportó un mensaje del Presidente Xi Jinping a la reciente 38 Cumbre de la Unión Africana que:
“China y África se han embarcado en una nueva etapa de construcción conjunta de una comunidad prueba a todas las circunstancias con un futuro compartido para la nueva era, y se han mantenido a la vanguardia de la construcción de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad… para que China y África avancen conjuntamente en la modernización, a fin de generar resultados más tangibles para beneficiar a más de 2,800 millones de chinos y africanos.”
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Entre los países africanos y la Federación Rusa, el más reciente ejemplo de su creciente cooperación ha sido la visita a Moscú del Presidente Sissoco Embaló de Guinea Bisáu, para afianzar la cooperación energética, académica, militar y policial, y el intercambio comercial entre ambos países. En el contexto actual de la región del Oeste de África, la visita del presidente Sissoco Embaló se suma a las muy buenas relaciones entre Rusia y los tres países de la Confederación de los Estados del Sahel, Burkina Faso, Mali y Níger. Igual que la República Popular China, Rusia desarrolla sus relaciones de cooperación en la región siempre basado en el respeto entre iguales, el reconocimiento de sus respectivos intereses y la solidaridad.
Para los gobiernos africanos, no podría ser más marcada la diferencia entre sus relaciones solidarias con Rusia y China y el comportamiento de los países occidentales, que actúan como depredadores para bloquear el desarrollo humano de los pueblos africanos.
Con matices diferentes, los países revolucionarios de América Latina comparten la determinación de los países de la Alianza del Sahel y otros países africanos independientes, como Etiopía o Zimbabue, de defender su soberanía e independencia para impulsar el desarrollo de sus pueblos.
La reforma de la Constitución de Cuba en 2019 modernizó el marco político de la Revolución Cubana ante la interminable sádica embestida político-militar y económica norteamericana. Ahora, Nicaragua acaba de modernizar su Constitución política para enfatizar su naturaleza revolucionaria y el objetivo de reducir la pobreza basado en la soberanía, la independencia y la identidad cultural nacional.
Las reformas parciales garantizan mayor igualdad e inclusión y consolidan la seguridad y defensa de la población, su actividad económica y la restitución de sus derechos en todos los ámbitos de la vida nacional.
El gobierno del Presidente Nicolás Maduro también promueve una amplia reforma a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela para acercarse al ideal de la democracia directa y asegurar el desarrollo humano de su pueblo, a pesar de todas las brutales agresiones occidentales.
En México, aun el gobierno socialdemócrata de Andrés Manuel López Obrador vio necesario promover varias reformas constitucionales para proteger la soberanía de su país y defender el derecho de su pueblo al pleno desarrollo humano.
Las principales reformas promovidas en México han sido: la reforma judicial, la supremacía constitucional, el rango constitucional de los programas sociales, la integración de la Guardia Nacional al Ejército, y la reforma de los órganos autónomos.
Ahora, la Presidenta Claudia Sheinbaum ha propuesto otras reformas constitucionales importantes para defender la soberanía alimentaria de México y promover mayor defensa de la vida y derechos de las mujeres.
Esta entrada fue modificada por última vez el 2 de marzo de 2025 a las 7:44 PM