El Presidente Daniel Ortega Saavedra, conversó con el periodista estadounidense Max Blumenthal, sobre los pormenores de la intentona golpista que sectores de la oposición radical ejecutaron en Nicaragua con el apoyo financiero de Estados Unidos.
En la entrevista, el mandatario expuso desde cuándo y cómo se desarrolló la trama golpista, habló sobre la guerra de desinformación que acompañó las acciones terroristas de la derecha y otros aspectos claves que tienen como objetivo el desgaste y desestabilización del gobierno sandinista a todos los niveles.
Conspiración fue bien trabajada desde el 2007
El Presidente Daniel relató a Blumenthal que desde que el FSLN retomó el poder a través del voto popular en el año 2007, se vienen desarrollando todo tipo de estrategias para desgastar al gobierno sandinista.
“Fue una conspiración bien trabajada (…) ya que cuando nosotros retomamos el gobierno en el 2007 empezaron a formarse grupos armados, muchos de ellos vinculados al narcotráfico y con cajas de resonancia a través de las redes en Costa Rica y en Miami, y con vínculos con organismos de inteligencia norteamericanos y con financiamiento. Desde ese momento empezó una campaña tratando de establecer que había una oposición armada contra la dictadura sandinista, desde 2007”, explicó.
“Si uno revisa los periódicos de la derecha vas a ver cómo destacaban las fotos, ahí están las fotos de los armados, presentándolos como patriotas, y ellos asesinando campesinos, asesinando sandinistas, asesinando autoridades locales y también lanzándose contra la policía y el ejército, y matando soldados y matando policías”, relató.
Destacó que en este año, el plan se intensificó a partir del 18 de abril, cuando se definió con claridad el objetivo golpista de la oposición.
“Los primeros incidentes se dieron el 18 de abril. El 19 de abril ya fue aquello una ofensiva militar, es decir, no eran manifestaciones pacíficas. Hubieron manifestaciones pacíficas de la oposición y hay manifestaciones pacíficas que han transcurrido con calma, sin problemas, pero esa noche del 19 de abril, en las diferentes cabeceras departamentales del país, lanzaron ataques simultáneos, grupos armados”, indicó.
Desde el comienzo “los golpistas armados andaban en cacería de sandinistas, buscándolos en sus casas, asesinándolos, quemándoles las viviendas, saqueándoselas y mientras tanto la policía acuartelada”, manifestó el presidente.
Acuartelar a la policía fue una medida que no se correspondía
Daniel explicó que en los primeros días de la violencia terrorista, la Conferencia Episcopal solicitó el acuartelamiento de la Policía Nacional, como condición para iniciar el diálogo nacional.
“Yo acepto que fue una medida que no se correspondía con el momento sobre todo que se estaba viviendo y fue una medida solicitada como condición por la Conferencia Episcopal, fue un punto que puso como condición para abrir el diálogo” y que eso iba a acabar con los ataques armados y crímenes de los grupos armados, expuso.
“Yo acepté acuartelar a la policía, pero más bien esto lo aprovecharon para intensificar los crímenes en todo el país y destruir escuelas, centros de salud, incendiar alcaldías, hospitales, todo lo que es terrorismo, actividades terroristas, sembrar el terror en la población, entonces era explicable que las familias sandinistas o no sandinistas que estaban siendo víctimas de esos ataques buscaran como defenderse. Es un principio constitucional todo ciudadano tiene el derecho de defender la vida cuando es agredido, cuando es atacado”, afirmó.
“Fueron 55 días, fue demasiado tiempo realmente, porque eso lo que hizo fue provocar muchos muertos sandinistas, de familias sandinistas, que empezaron a ser asesinados, hasta que viendo que el diálogo no daba resultados con restablecer la paz; que las fuerzas de oposición se empeñaban en proteger los actos de violencia, de terror, los crímenes, nos los condenaban ni los han condenado, se negaban a desmontar los tranques de la muerte, donde en muchos tranques torturaban, asesinaban, robaban, pero además tenían cautivo al pueblo en los diferentes municipios del país, tenían cautivos a 400 transportistas centroamericanos con más de 200 furgones, y se hicieron esfuerzos a través de la comisión del diálogo y con la CIDH para desmontar el que tenían en la zona de Carazo y en los días en que se realizaron las gestiones pasaron 10 días, durante 10 días nos asesinaron decenas de compañeros en Carazo. Entonces no podíamos seguir, y no hubo más que ir a desalojar los tranques”, expuso.
Guerra de desinformación en redes sociales
El Presidente manifestó que en este asedio golpista, la guerra de información que se desarrolló en las redes sociales fue un componente nuevo e importante.
“Lo que nosotros vivimos en la lucha contra Somoza, en la guerra que nos impuso Estados Unidos en los 80, era sobre todo la comunicación de los medios televisivos y medios escritos, que eran la caja de resonancia para presentar una mala imagen de Nicaragua y justiciar la guerra contra Nicaragua”, recordó.
Daniel señaló que en este nuevo gobierno sandinista, la guerra de la desinformación comenzó desde el año 2007, cuando grupos opositores comenzaron a posicionar e internacionalizar el problema generado en el INSS durante más de 10 años de desgobierno neoliberal, atribuyéndole la crisis del sistema de seguridad social al FSLN.
“Cuando nosotros regresamos al gobierno en el 2007, al poco tiempo empezó un movimiento de jubilados que no tenían la cobertura de la seguridad social, porque no habían cubierto las cuotas suficientes y nosotros recibimos el seguro social en condiciones muy críticas, y por nuestra sensibilidad la demanda resultaba justa y empezamos a examinarla a ver que respuesta se le podía dar a los jubilados, pero apenas habían salido los jubilados inmediatamente apareció una etiqueta, que decía OcupaINSS y se internacionalizó. Y de repente nos encontramos con una fuerza ahí de opinión a través de las redes que va teniendo mucho ímpetu y entonces incluso cuando esta la situación bastante candente, porque llegaron a meterse a cuidar los jubilados, los mismos que les habían negado ese derecho a los jubilados cuando ellos estuvieron en el gobierno durante 17 años”, rememoró.
“Y fue la primera aparición también de altos dirigentes de la iglesia católica ante un conflicto de ese tipo, porque llegaron al sitio dos obispos que discutieron ahí con los jóvenes sandinista que estaban a favor de los jubilados, pero que estaban en contra de las acusaciones que se lanzaban en contra del gobierno de que éramos responsables de que estos jubilados no tuviesen un ingreso. Y lo que hicimos fue incorporarlos aun a costa de que se debilitara aún más la seguridad social”, esa fue la primera experiencia de la guerra de desinformación, según comentó el presidente.
Una segunda experiencia sobre este mismo eje nuevo en la aplicación del golpe de estado, se da con el incendio de la Reserva Indio Maíz.
“Eso vino con una fuerza mucho mayor, porque ellos no habían dejado de estar utilizando las redes para estar lanzando ataques contra el gobierno frente cualquier tema”, señaló.
“Cuando Indio Maíz ellos explotaron con gran fuerza, internacionalizando la consigna que había que salvar Indio Maíz, que nosotros estamos destruyendo y estábamos incendiando Indio Maíz. Esto ya se vio articulado con movimientos también aquí en las ciudades, ya se trataba de desarrollar un plan mayor que apuntaba en esta dirección, pero no se nos ocurría que estuviesen pensando en un golpe de estado. Simplemente la vimos con una batalla donde trataban de desgastar el gobierno”, refirió.
¿Cómo contrarrestar la estrategia de desinformación?
El mandatario nicaragüense aseguró que una de las maneras para contrarrestar las estrategias de desinformación es “fortalecer localmente las redes, con el pueblo, con los trabajadores, los jóvenes, las mujeres, y con los maestros, maestras, para defender lo buenos que ha tenido y tiene este proceso. También es imprescindible internacionalizar esta lucha, porque ellos han logrado internacionalizar su batalla en contra de este proceso”.
Gobierno depura con responsabilidad información sobre las muertes
El Comandante Daniel mencionó que se está trabajando en un proceso para depurar toda la información sobre las muertes que se registraron en el estadillo de la violencia organizada por la derecha opositora.
Indicó que en el país trabajan organismos de derechos humanos que tienen una clara línea política de atacar al gobierno.
“Han sumado todo, es decir si han habido en estos meses en Nicaragua 200 muertos o 300 muertes, bueno todas dicen que son víctimas del gobierno. Ninguno es sandinista, ninguno falleció por lo que son accidentes de tránsito, ninguno falleció por lo que son crímenes, porque indiscutiblemente tenemos mucha seguridad en Nicaragua, pero se producen crímenes, delitos comunes, asaltos, robos. Entonces ahí no está dicho cuántos fallecieron dentro de lo que es los delitos comunes, cuántos son de los grupos de la oposición, cuántos son sandinistas, y cuántos son ciudadanos que sin estar comprometidos ni con el gobierno ni con la oposición fueron víctimas en los tranques o fueron víctimas en otros lugres de agresiones, o situaciones como cuando en un tranque no dejaban pasar la ambulancia y fallecía la madre. Entonces ese tipo de depuración no la hacen ellos”, explicó.
Félix Maradiaga vinculado a acciones terroristas
En la entrevista, el Presidente Daniel señaló que está demostrado que algunas personas están vinculadas a los actos de terror y violencia que sucedieron en el país, entre los que mencionó a Félix Maradiaga.
“Ahí en la Upoli este señor se paseaba con una gran barba y con hombres armados atrás. Se sentía como un personaje de Isis (…) luego cuando salió la denuncia, porque él está dentro de una denuncia donde se ha abierto un proceso, entonces corrió a cortarse la barba. Fue lo primero que hizo quitarse la barba y viajar a Estados Unidos. Él está en un proceso, porque aquí tiene que haber justicia para todos”, indicó el presidente.
Daniel también se refirió a la forma en cómo entran recursos financieros al país, que luego son utilizados en acciones de desestabilización.
“Esos recursos se desvían y terminan financiando actividades terroristas y nosotros tenemos que ponerle atención lógicamente a la forma en que están fluyendo estos recursos aquí en Nicaragua. Y nosotros estamos en lo que son los organismos internaciones, tenemos un compromiso de combate contra el terrorismo, y así como Estados Unidos se protege de que le ingresen fondos para el terrorismo, o fondos para incidir en elecciones que es lo que se debate mucho ahora, o que a través de las redes entren a influir en la política norteamericana, eso lo cuidan en Estados Unidos, nosotros tenemos el derecho y la obligación de cuidar también, igual que en Estados Unidos, que no nos pase lo que nos ha estado pasando hasta la fecha”, afirmó.
“Aquí tenemos el organismo que se creó de acuerdo con la comisión mundial contra el terrorismo y el lavado de dinero. Aquí en Nicaragua se llama la UAF, precisamente en estos días hay una reunión en Panamá donde se está midiendo el avance de nuestros países en asegurar medidas que eviten ese tipo de filtración de dinero hacia actividades que no son legales. Entonces le corresponderá a los organismos que tienen esa responsabilidad en nuestro país, examinar todo lo que tiene que ver con financiamiento que se mueve, se lava y que va para actividades delictivas, incluyendo lógicamente todo lo que es el narcotráfico y el crimen organizado”, añadió.
Política de EE.UU. no ha cambiado en relación a Nicaragua
Daniel también se refirió a la histórica política estadounidense de intromisión en los asuntos de países como Nicaragua.
“Nosotros estamos totalmente claros, convencidos que la política de los EE.UU. no ha cambiado en relación con Nicaragua. Quieren tener gobiernos sometidos totalmente a sus decisiones, y por lo tanto ellos siempre han rechazado la posibilidad de que el Frente retornará al gobierno. Eso lo hemos tenido bien claro”, comentó.
“Cuando nosotros llegamos al gobierno indiscutiblemente nosotros sabíamos que EE.UU. iba a ser todo lo que pudiera para buscar cómo desgastar, debilitar a nuestro gobierno. Las primeras sanciones las tomó el presidente Obama, movido por quien, movido por el odio de La Florida. Yo veo claramente que en la política norteamericana el odio de La Florida sigue siendo muy fuerte, para luego ir a negociar con el Gobierno en el Congreso, leyes que son de interés del gobierno a cambio de que les aprueben leyes que son de interés de ellos en contra de Cuba, en contra de Venezuela, en contra de Nicaragua en contra de los países que ellos consideran que no se someten a sus políticas”, dijo el mandatario.
Sin embargo, en medio de la presión desde Estados Unidos, el Gobierno Sandinista logró avanzar y consolidar una alianza con los empresarios para el desarrollo del país.
“Nosotros logramos avanzar si en lo que fue el acuerdo con los empresarios, trabajadores, gobierno, una alianza, una cuerdo con empresarios que no eran sandinista, ni habían sido sandinistas, no era un acuerdo político ideológico, sino un acuerdo para fortalecer la economía del país, generar empleos, combatir la pobreza. Lógicamente, un acuerdo como ese con todas las condiciones que les daba a los empresarios la posibilidad de ganar con más seguridad con más estabilidad; entonces esa alianza empezó a ser torpedeada allá en Washington, y los nicaragüenses de los oenegés, de partidos políticos de extrema derecha, que hoy andan en el golpismo también fueron allá, a señalar que están haciendo mal los empresarios al estar en alianza con el sandinismo. Y ahí nació ya la famosa ley Nica Act. Ese fue un elemento muy importante para crear condiciones de desestabilización, para el golpe, para el intento del golpe, porque provocó una fractura en los empresarios, porque amenazaban con poner en la lista Magnitsky, amenazaban con esa lista no solamente a los sandinista, sino también a los empresario por estar aliados con los sandinistas. Entonces esto inhibió a los empresarios, unos empresarios se decidieron a que era mejor ir contra el sandinismo, romper la alianza y aplaudir la ley, que se aplicara la ley; otros empresarios más serios, más responsables porque sabían que la ley le haría daño a todo el país, más bien hicieron esfuerzo para que no se aprobara la ley”, explicó.
El Comandante señaló que la ley NicaAct creó las condiciones para la intentona golpista, “porque ya la alianza (gobierno-empresa) venía siendo afectada y lógicamente nosotros sabemos que una ley como esa afecta en primer lugar a los pobres, al pueblo, a los campesinos, a los trabajadores, a las familias, viola los derechos humanos”.
Valoró que esa Ley viola las mismas normas que tiene Estados Unidos con organismos internacionales, “donde EE.UU. está comprometido a no bloquear fondos que van para programas sociales, para programas que van en beneficio de la población, carreteras, caminos, escuelas. Entonces, indiscutiblemente nosotros estamos conscientes de que es una ley que no es buena para Nicaragua, no es buena para el país, y que todo esto que está aconteciendo a final de cuentas afecta a Nicaragua, afecta a la región centroamericana y afecta también a los Estados Unidos, porque Nicaragua ha sido un punto de contención contra el narcotráfico y el crimen organizado. En eso le prestamos una gran ayuda a los Estados Unidos”.
Fuente: El 19 Digital
Esta entrada fue modificada por última vez el 26 de septiembre de 2022 a las 3:49 PM