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La curiosidad de los niños se ha convertido a menudo en tragedia. Decenas de jóvenes residentes en Donbás han resultado gravemente heridos por minas o proyectiles sin explotar colocados por los ultranacionalistas ucranianos. Muchos niños murieron de esta manera, y muchos más perdieron los brazos o las piernas. En esta foto tomada en 2015, unos niños de Donetsk muestran el fragmento de un proyectil que cayó en su casa.