natal Telica, como “Chamaco”, fue el creador de lo que hoy es una de las tradiciones más genuinas de la cultura popular religiosa de semana santa en León.
“Todo inicia como una promesa de fe, hace más de 40 años, veíamos al Diablo Mayor, untado de contil el rostro, su capa gruesa de plástico negro, igual su traje negro, y unos cuernos en la cabeza. Lo veíamos montado a caballo los jueves santos y también a pie en la hora santa, luego del Rosario de Penitencia, cada viernes santo al cerrar las puertas de la Iglesia Santiago Apóstol a las 3:00pm”, expresó la Lic. Ismelda Alarcón, habitante del barrio La Parroquia.
Los Diablitos en sus múltiples rostros, simbolizan esa parte del mal y la injusticia humana, que desencadenó la crucifixión de Jesús, ese camino oscuro que representa infelicidad y condenación, y que como cristianos no debemos transitar.
“Yo tengo cinco años de participar en esa aparición de los Diablitos de la comunidad El Hatillo, lo hago por una promesa personal. En el grupo, la mayoría somos jóvenes de El Hatillo, hay de El Jicarito, que es otra comunidad y somos aproximadamente 30, quienes nos echamos aceite negro en la piel, debemos lucir sin camisa, con máscaras de cartón y otros usan trajes negros y máscaras de goma”, dijo Marcos Boanerges, habitante de El Hatillo.
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Los Diablitos de Telica, más de 40 años de penitencia
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Otros sitios en los que la aparición de Diablitos se ha establecido como un elemento cultural, único en la región de occidente, es San Jacinto, donde la vestimenta rasgada, las máscaras de terror, los gritos y sonidos escalofriantes son el efecto expectante, que hace que pequeños y grandes corran de susto, se maravillen o salgan a las puertas de sus casas para compartir los jueves y viernes santos, con sus Diablos.
“Esta representación tiene más de 15 años y hacemos un recorrido de un poco más de 1km, desde la comunidad El Chorro, desde muy temprano en la mañana. Somos casi ochenta diablos con disfraces distintos”, mencionó Sergio Vargas, miembro de los Diablitos de San Jacinto.
Las familias de Telica encuentran en esta tradición además de la personificación de la existencia del mal, mediante más de cincuenta diablos sueltos en las calles, un buen momento para compartir con amigos y vecinos la semana santa, y otro valor más de apreciar como pueblo, su identidad.
Henry Sandoval
Corresponsal Quezalguaque – Multinoticias
Esta entrada fue modificada por última vez el 28 de septiembre de 2022 a las 5:11 PM