El diputado Carlos Emilio López explicó esta mañana en el programa En Vivo, los objetivos y alcances de la Política de Estado para una Cultura de Reconciliación y Paz, cuya consulta nacional está por concluir.
López dijo que la Política Nacional que promueve una Cultura de Paz y No Violencia, una política de Estado, es una política pública que pretende juntar principios, valores, actitudes, comportamientos, estilos de vida para instaurar una Cultura de Paz.
“Es una Cultura de Entendimiento, de convivencia pacífica, de armonía, entre todas las familias nicaragüenses; una cultura de paz y no violencia multidimensional que toca todas las relaciones humanas”, dijo López.
“Esta Política, que es pública, porque va dirigida a las personas, a las familias, y a las comunidades, tiene como centro a los seres humanos y decimos que es una política que pretende promover una cultura de paz multidimensional, porque se enraíza en primer lugar en la familia, que es el núcleo fundamental de la sociedad, que es el espacio primario de socialización, el ámbito en donde aprendemos valores, principios, formas de ser y de existir, formas de convivir”, profundizó el legislador.
La Familia es el centro
“La familia como el espacio natural para apropiarnos y empoderarnos de esta cultura de paz, pero que luego se irradia hacia otros espacios; hacia la escuela, la comunidad, los centros de trabajo, los espacios religiosos, es decir, en todos los lugares donde nacemos, crecemos, producimos, en donde nos desarrollamos; en todos los lugares donde los nicaragüenses, convivimos y cohabitamos”, dijo.
“La idea es apropiarnos de formas de comunicarnos y de resolver nuestros problemas por vías pacíficas, por métodos alternos a la solución de conflictos, que usemos el diálogo, la empatía, la escucha, el entendimiento para poder resolver nuestras diferencias”, indicó.
Se retoman programas
“Esta propuesta de Política Nacional de Cultura de Paz y No Violencia, que ha sido elaborada por el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional tiene como centro a las familias”, reiteró.
Dijo que la paz “es un anhelo global, un anhelo colectivo, todas las culturas han anhelado la paz y en la cultura nicaragüense, desde siempre se ha anhelado la paz. Entonces esta propuesta tiene como centro la familia, pero participa en su implementación todas las instituciones de Gobierno, de forma sistémica, interinstitucional, coordinada, los Ministerios de la Familia, Educación, Juventud, la Dirección de Asuntos Juveniles de la Policía Nacional, el Ministerio de Salud”, añadió.
“Nuestro Gobierno ha venido trabajando en estos 12 años de forma articulada, todas las instituciones teniendo como centro a las personas. Esta política pretende entonces articular todos los programas sociales tienen como centro a las personas, las familias y las comunidades, el Programa Amor, el programa Amor por los Más Chiquitos, la Hoja de Ruta de Erradicación del Trabajo Infantil, los programas de Nutrición, los programas educativos comunitarios, la dinámica de las Consejerías Familiares y las Consejerías de las Comunidades Educativas, las Escuelas de Valores, las Escuelas de Madres y Padres; toda la labor que se ha venido desarrollando para prevenir las formas de violencia”, detalló.
“Esta política es una política proactiva, es una política preventiva, trata de evitar los conflictos, evitar todas las formas de violencia, violencia relacional, violencia física, violencia sicológica, violencia sexual, violencia patrimonial, violencia en las relaciones hombre-mujer, evitar las relaciones de violencia entre los novios, entre las parejas entre los esposos, evitar las relaciones de violencia entre las generaciones”, agregó.
“Esta política tiene una perspectiva de género, generacional e intercultural, la idea es que independientemente de las diferencias que tengamos de edad, de sexo, de cultura, de concepciones religiosas, de concepciones ideológicas o políticas; independientemente de todas esas diferencias podamos coexistir y convivir de forma pacífica, armónica., en las parejas, en las relaciones hombre-mujer”, explicó.
“En las generaciones, en las relaciones madre, padre e hijos, que los hijos respeten a sus padres, que los padres respeten a sus hijos, que los hijos respeten a sus padres y sus abuelos; que los abuelos respeten a sus hijos y a sus nietos; que las mujeres respeten a los hombres, que los hombres respeten a las mujeres”, dijo.
“Que los estudiantes respeten a los docentes, que los docentes respeten a los estudiantes; que respetemos a los adultos mayores, que respetemos a los pueblos originarios y afrodescendientes, que todas las culturas, reconociendo, como dice la Constitución Política, que somos una Nación, multicultural, plurilingüe y multiétnica, respetemos esa diversidad cultural”, resaltó.
La idea, dijo, es que respetemos las cosmovisiones de los pueblos originarios y afrodescendientes, que respetemos las tradiciones, las costumbres, las formas de ser, respetemos las identidades, locales, municipales, regionales y nacionales.
“Que aprendamos vivir en unidad, en medio de la diversidad. A esto apunta esta política a la Unidad Nacional”, resaltó.
Bases de esta política
El diputado Carlos Emilio López, añadió que esta política tiene como insumo, como base, y como fuente en donde se alimenta, diferentes vertientes: el cristianismo, los valores y principios del cristianismo; el evangelio y el mensaje de Jesús, “el príncipe de paz está lleno de contenido de convivencia armónica. Bienaventurados los que luchan por la paz porque ellos serán llamados hijos de Dios”, invocó.
“Decía San Pablo, por ejemplo, a nosotros se nos ha encomendado el Ministerio de la Reconciliación, en donde ya no hay bárbaros ni judíos, siervos ni libres, sino que Cristo es el todo y en todos”, ilustró.
“Entonces, ese mensaje de unidad en la diversidad, está fundamentado y tiene como basamento esta política”, recalcó.
Los ideales socialistas
Pero además de los principios y los valores cristianos, también los ideales socialistas, es otra vertiente en la cual se nutre esta política. “El Socialismo que pregona el espíritu colectivo, el bien común, el bienestar de toda la sociedad; la socialización de los bienes materiales y espirituales”, expresó el diputado sandinista.
“Esta política se inspira en prácticas solidarias, en prácticas empáticas, en tratar de identificarse con los problemas, con las necesidades, con las demandas, aspiraciones de todos los grupos humanos de la sociedad nicaragüense”, dijo.
“Eso es solidaridad, identificarte, sumergirte en los problemas y las demandas sociales y tratar de resolverlos”, afirmó.
Otra fuente de esta política es el ordenamiento jurídico internacional y nacional. Esta política se alimenta de los tratados internacionales de derechos humanos que el Estado de Nicaragua ha suscrito y ratificados en todos los campos.
Acuerdos ratificados en materia de niñez, mujer, juventud, familia, medio ambiente, desarrollo, en todos los ámbitos. Y se nutre del ordenamiento jurídico nacional, de la Constitución Política de la República y de todas las leyes secundarias, añadió López.
“Por eso es que la Política establece que la misma tiene como objetivo fundamental fortalecer el Estado social y democrático de derecho (…) teniendo como guía principios fundamentales de la Nación nicaragüense, la libertad, la justicia, la igualdad, la equidad, la participación social y comunitaria, la democracia representativa y participativa, en la búsqueda del bien común y en el respeto pleno de los derechos humanos, políticos, civiles, económicos, y culturales”, indicó.
Una cultura de derechos humanos
La Política de la Cultura de Paz y No Violencia es una política de derechos humanos. “Todos los derechos humanos se van a articular a través de esta política en la implementación de los programas”, refirió López.
Entre esos programas están los siguientes.
El Programa Amor que va dirigido a la niñez en situación de riesgo, con discapacidad, a los niños y niñas que vienen de familias que tienen conflictos, o que sus padres están privados de libertad, o que la mamá o el papá viven con VIH. “Es decir la diversidad de grupos infantiles, independientemente de sus particularidades. La niñez trabajadora, la niñez del campo, perteneciente a los pueblos originarios y afrodescendientes”, dijo el legislador.
También mencionó al Programa Amor por los Más Chiquitos que va dirigido a toda la población infantil de los 0 a los 6 año, y aquí se articulan los programas dirigidos a primera infancia, los CDI, los CICOS, y todos los programas.
“Por eso es que va a jugar un papel muy importante la Cartilla de Amor por los Más Chiquitos que es un documento popular comunitario que el Ministerio de Salud, Familia y Educación han venido compartiendo en todas las comunidades del país”, dijo López.
A través de una lógica de ciclo de vida, se pretende orientar procesos educativos, nutricionales y de estimulación temprana a niños y niñas entre 0 y 6 meses; de seis meses a un año, de un año a tres, de tres a seis.
En ese ciclo de vida se atiende de forma integral a la niñez con la participación de la familia, recordó.
Desarrollar las capacidades
Pero también esta política pretende estimular y desatar el emprendimiento, todas las capacidades creativas, innovadoras de las familias nicaragüenses.
“Decimos que esta política es una política de derechos humanos, que no solamente es la promoción de un discurso de paz, es la promoción de una práctica de paz y que no surge esta policía de hace unas semanas, esta política recoge las prácticas del Gobierno en estos 12 años”, resaltó López.
“Las prácticas de buen gobierno, las prácticas de políticas y programas sociales que han logrado disminuir la mortalidad infantil, la mortalidad materna, en donde se ha incrementado los niveles de nutrición y seguridad alimentaria, en donde hemos logrado reducir todos los índices relacionados a violencia”, añadió.
“Esta política pretender profundizar, consolidar, esa forma de vivir y de existir en donde resolvemos nuestros problemas por la vía del diálogo, la tolerancia y el entendimiento”, recalcó.
Fuente: El 19 Digital
Esta entrada fue modificada por última vez el 26 de septiembre de 2022 a las 8:38 AM