El Dr. Paul Oquist, ministro-secretario privado de Políticas Nacionales de la Presidencia de la República de Nicaragua, dirigió un discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado 25 de enero de este año. La publicación NSC divulgó un resumen de los principales puntos que abordó el Dr. Oquist en su discurso:
– Hay 11 años antes de que llegue el 2030 [la fecha en que habrá que reducir las emisiones globales en un 42%] y el cambio climático está avanzando mucho más rápido que la comunidad internacional.
Para defender la paz y la seguridad internacionales del impacto del cambio climático, tenemos que tomar decisiones en las que basar nuestras políticas:
- ¿Ciencia o avaricia?
- ¿El bien común de la humanidad y el planeta a largo plazo o la ventaja económica nacional a corto plazo?
- ¿La defensa de las poblaciones más vulnerables o la promoción de intereses económicos egoístas basados en un crecimiento interminable, ilimitado y sin sentido de la producción, el consumo y la acumulación de capital en un Planeta con recursos limitados?
Las proyecciones futuras sobre el cambio climático son catastróficas si no se toman medidas urgentes, como lo demuestra el colapso de civilizaciones pasadas.
La crisis actual es aún más grave debido a las consecuencias ambientales y humanas.
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Sin embargo, la crisis actual, a diferencia de las del pasado, es causada por la actividad humana: tenemos el poder de influir en las causas.
Si el cambio climático provoca un colapso económico en América Central, 18 millones de personas podrían dirigirse a las ciudades de la región o marchar hacia el norte para escalar, excavar o atravesar cualquier pared que encuentren en su camino.
Como lo señaló el Panel Científico del IPCC [Panel Internacional sobre el Cambio Climático], si no reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero en un 42% para 2030 para lograr una sociedad sostenible con cero emisiones en 2050, no será posible detener el aumento de la temperatura media mundial a 1,5 ° C.
La falta de voluntad política es el mayor obstáculo.
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La única manera científica, justa y ética de cubrir pérdidas y daños es que los países que causaron el fenómeno asuman su responsabilidad histórica y actual al compensar a quienes sufren las consecuencias.
El futuro de nuestra civilización y ecosistemas vitales para la vida en la Madre Tierra dependen del objetivo de 1.5 ° C. Necesitamos un movimiento real y efectivo para la supervivencia.
Fuente: El 19 Digital
Esta entrada fue modificada por última vez el 14 de septiembre de 2022 a las 2:35 PM
