Lo advirtió Luis Enrique en la previa. A veces hace abracadabra y los tres delanteros del Barcelona hacen el resto. En un estadio tan bonito como el de los ‘Gunners’, la magia de la mejor delantera del mundo no podía faltar. Iniesta recuperó el balón, Luis Suárez lo prolongó, Neymar asistió y Messi finalizó para estrenar el marcador londinense.
El fútbol típico de la Liga de Campeones regresó al Emirates Stadium. Arsenal y Barcelona protagonizaron el típico partido de máxima intensidad. Sin pensar en la cita de vuelta. Todo a una carta entre dos equipos que saben cuidar el balón como pocos. Fútbol total que maravilla a cualquier apasionado de este deporte.
Aunque los de Wenger se caracterizan por buscar la posesión, en esta ocasión se vieron obligados a cambiar el guión y crear el peligro a la contra. Las balas que tenía en las bandas obligaron a que Alves, Jordi Alba y Mascherano no pudieran respirar ni un solo segundo e incluso, Ter Stegen habría tenido que recoger el cuero del fondo de las redes si Chamberlain hubiera estado más acertado en su remate. Primero fue Bellerín el que se topó con Alves y después, el rechace no lo pudo finiquitar un Chamberlain que minutos después sufrió la contundencia de Mascherano. Los chicos de Luis Enrique tardaron más de quince minutos en quitarse una presión del Arsenal que nunca acabó. Tras el primer cuarto de hora de partido, los culés lograron combinar en campo rival, pero no fue hasta el último minuto de la primera mitad cuando Cech pudo verse superado. El meta checo vio como Busquets cambiaba el juego sobre la llegada de Alves y el brasileño le cedía a un desafortunado Luis Suárez. El uruguayo cabeceó desviado en una zona donde rara vez falla.
El fútbol es un deporte tan singular que no había espectador que, sin goles, no estuviera disfrutando de un encuentro apasionante. El objetivo del mundo del balón es marcar goles, pero sin ellos, Arsenal y Barcelona estaban mostrando un espectáculo que muy pocos podían igualar.
Entre otras cosas, los tantos no llegaban porque ambos conjuntos contaron con grandes porteros en sus áreas. Primero fue Cech el que frenó a Neymar en un mano a mano y minutos después fue Ter Stegen el que se estiró para evitar que Giroud cabeceara el cuero al fondo de la red. El galo pudo cometer falta sobre Mascherano, pero el árbitro no lo vio así y el meta alemán evitó una posible polémica.
Los catalanes perdonaron sus mejores minutos. Asfixiaron por momentos al Arsenal pero ese primer gol tardaba en llegar. Busquets repartía el juego desde la medular mientras Bellerín y Monreal frenaban todo lo que llegaba junto a las líneas de cal.
Los minutos pasaban y el Arsenal aprovechó que el tanto visitante no llegaba para buscar de nuevo la meta de Ter Stegen. Los de Wenger comenzaron a vivir sus mejores minutos y a buscar la espalda de Jordi Alba y un Alves que pasó por el lateral e incluso por el mediocentro durante varias fases del choque.
Así, con el Arsenal pensando en mirar al ataque, Iniesta se estiró para recuperar un balón y que le llegara a Luis Suárez. El charrúa vio la llegada de Neymar por velocidad y jugó con él en largo tras atraer a toda la defensa rival. Así, Neymar continuó una jugada que sólo tenía una solución. Si intervenían los tres de arriba, el resultado de la ecuación es fácil. El balón en el fondo de la red. Neymar vio la llegada de un Messi que paró el tiempo ante la salida de Cech y acabó con su sequía ante el portero checo.
Pudo quedarse en este gol el partido, pero a Messi sólo le puede frenar el pitido final. Un balón dividido en el área del Arsenal fue visto por La Pulga para que Flamini llegara tarde y cometiera un claro penalti. Messi volvió a mojar y el Barcelona pone pie y medio en los cuartos de final si en el Camp Nou no se produce una sorpresa importante. Neymar pudo sumarse a la fiesta goleadora para que los culés zanjaran la eliminatoria de forma definitiva, pero Cech despejó un cabezazo del brasileño.
Fuente: MARCA.COM
Esta entrada fue modificada por última vez el 23 de febrero de 2016 a las 4:32 PM