Inabordable en la Liga holandesa, donde cuenta sus 13 partidos por victorias, el PSV se juega este miércoles sus ínfimas opciones de alcanzar los octavos de final de la Champions ante un Barcelona al que, ya clasificado, le basta con igualar el resultado del Inter frente al Tottenham para llegar a la fase eliminatoria como primer lugar de grupo.
El equipo azulgrana llega con tanta tranquilidad como en cuadro, tocado por hasta siete bajas por lesión tras conocerse este lunes que a las ausencias de Rafinha (que no volverá a jugar esta temporada), Sergi Roberto, Vermaelen y Samper se sumaron Luis Suárez, Cillessen y Arthur. Valverde recuperó a Coutinho y Rakitic, aunque en el caso del croata no se sabrá hasta el mismo miércoles si está en condiciones de reaparecer y la confección de su once inicial base no tendrá demasiada base para la sorpresa, quedando en el aire solamente su apostaría por repetir un sistema conservador de cuatro centrocampistas o la entrada de Dembélé se le sumaría Malcom o Munir para jugar con tres puntas.
No es históricamente Eindhoven una plaza fácil para el Barça. De su presentación, en 1978, no guarda buen recuerdo puesto que cayó goleado (3-0) en las semifinales de la vieja Copa de la UEFA para ser eliminado; venció ajustadamente en 1996 por 2-3 en los cuartos de final de la misma competición y dos años después, en 1998, no pasó del empate (2-2) en la fase de grupos de la misma Champions que les cruza ahora.
El equipo holandés, que eliminó al BATE Borisov en la previa, dejó escapar la victoria en el Philips Stadion de mala manera ante el Inter, que le remontó el inicial 1-0 de Pablo Rosario por medio de Nainggolan e Icardi mientras un gol en el minuto 87 de Luuk De Jong evitó el triunfo del Tottenham. Como visitante, goleado en el Camp Nou (4-0), cayó en Wembley en un rush final en el que Harry Kane, con un doblete, remontó el inicial 0-1 para dejar al equipo de Mark van Bommel pendiente de un auténtico milagro en el desenlace de un grupo que este mismo miércoles, si puntúa el Inter, le dejaría ya definitivamente eliminado.
Apoyado por los 22 goles que suman entre De Jong (12) y el Chucky Lozano (10), la esperanza del PSV se centra en la fortaleza mostrada en la Liga local y, también, los problemas defensivos mostrados por un Barça que solamente ha podido dejar su portería a cero en 5 de los 19 encuentros disputados y que exceptuando la débil Cultural Leonesa en Copa ha sido batido por ocho de los nueve rivales a los que visitó, ya fuera en Liga o Champions.
Para el conjunto azulgrana el resultado tiene su importancia desde todos los puntos de vista. Ya sea por cerrar su clasificación como primero como, también, para recuperar el sabor de la victoria, después de enlazar tres encuentros sin conseguirlo, ofreciendo tanto frente al Betis como durante 80 minutos en el Wanda Metropolitano una imagen muy alejada de lo esperado.
Entre el milagro y la recuperación, PSV y Barça se enfrentan este miércoles por cuarta ocasión en el Philips Stadion. Mucho ha llovido desde el 3-0 con que los holandeses aplastaron al equipo azulgrana que dirigía Michels en 1978 y se hace impensable imaginar un resultado similar. Al contrario, la lógica apuntaría a un triunfo español… A pesar de las muchas bajas que deberá afrontar Valverde.
Fuente: ESPN
Esta entrada fue modificada por última vez el 26 de septiembre de 2022 a las 8:25 AM