Daljinder Kaur es una mujer de la India que a sus 72 años fue madre por primera vez junto a su esposo Mohinder Singh Gill, de 80. Tras varios intentos fallidos por ser padres, consiguieron a su tan anhelado hijo luego de una inseminación in vitro.
Armaan es el nombre de su pequeño hijo que pesó 2 kilos al nacer y que en abril próximo cumplirá su primer año de vida.
Y a pesar de que estaban felices por haber conseguido ser padres por primera vez, Daljinder confiesa que no ha sido fácil: “Mi presión arterial ha sufrido y me canso muy fácilmente ahora. He visto a varios médicos, pero sólo me dan medicinas y un plan de dieta. Estoy preocupada por Armaan. Tengo que cuidar mi salud, pero también tengo que preocuparme por Armaan”, señaló.
Y agregó: “Desde que ha comenzado a gatear, permanezco de rodillas y apoyándome de mis manos, y es difícil. Mi cuerpo no puede soportarlo. Ha sido más difícil de lo que pensaba”.
Para el pequeño también ha sido difícil tener una madre tan anciana: “Todavía tiene menos peso. Está muy delgado y hasta los pañales de su edad no le caben. Podría ser delgado porque no logré alimentarlo bien. Dejé de amamantarlo a los tres meses ya que mi leche ni siquiera se desarrollaba bien. Hemos preguntado a los médicos si hay algún medicamento que podamos darle para aumentar su peso, pero ellos dijeron que le permitiera ganar peso naturalmente”, confesó Daljinder.
Y agrega: “Me siento agotada fácilmente, y la única vez que puedo descansar es cuando se queda dormido. Mi marido y yo nos enfermamos con frecuencia debido a nuestra edad, pero tenemos que lidiar con que tenemos que cuidar de nuestro hijo. Yo hago la mayor parte del trabajo, pero su padre contribuye de la manera que puede. Así que colectivamente hemos asumido la responsabilidad de criar a nuestro hijo de la manera que sea posible”.
Hoy, el pequeño pesa 6.8 kilos, pero a pesar de las dificultades la mujer asegura que no se arrepiente de haber sido madre del pequeño.
“No importa dónde esté, vendrá gateando hacia mí y eso me encanta. Es un niño amable y les sonríe a todos. Esto hace las cosas muy fáciles para mí, porque puedo estar a gusto cuando alguien está alrededor. Paso todo el día con él. Él ama mucho a su padre, siempre está en sus brazos si estoy ocupada cocinando o haciendo trabajos domésticos”, dijo.
Para su primer año de vida, ambos padres tienen pensado llevarlo al Templo Dorado para pedir las bendiciones de Dios.
“Él ha sido una bendición de Dios, así que seguiremos respetándolo y llevándolo al Templo Dorado para recibir bendiciones por su buena salud y para que tenga un futuro brillante. También necesitamos bendiciones… Necesitamos tantas bendiciones como sea posible, para nuestra buena salud”, sentenció la madre.
Esta entrada fue modificada por última vez el 12 de marzo de 2017 a las 9:04 AM