La celebración con la que Iglesia Católica medita la pasión y muerte del Señor, y espera en oración velante su resurrección, tiene lugar en estos momentos en la Basílica de San Pedro.
El Papa Francisco preside esta noche hora local de Roma, la Vigilia Pascual en la Basílica de San Pedro; la celebración más importante de nuestra fe, con la que la Iglesia Católica medita la pasión y muerte del Señor, y espera en oración velante su resurrección, según Vatican News.
La ceremonia inició con la bendición tradicional del nuevo fuego en el atrio de la Basílica, seguido por la procesión con la vela de Pascua y el Exsultet, así como la alegre proclamación de Pascua que canta el triunfo del Señor Resucitado sobre la muerte y la oscuridad del mundo. En ella destacan cuatro momentos fundamentales:
La bendición del fuego
El Santo Padre bendice el fuego, que representa el fuego de Cristo y es símbolo de purificación de nuestros corazones, momento tras el cual encenderá el cirio pascual.
En este acto se entona el Pregón Pascual: un poema escrito alrededor del año 300 que proclama que Jesús es el fuego nuevo y se pone especial atención a la figura de la Santísima Virgen María acompañándola en su soledad que vela junto a la tumba de su amado Hijo.
La liturgia de la Palabra
En esta noche santa escuchamos, en las lecturas del Antiguo Testamento, el relato de las maravillas que hizo Dios con su pueblo.
En las lecturas del Nuevo Testamento escuchamos las maravillas que Cristo ha hecho por nosotros, liberándonos de la muerte mediante el bautismo y abriéndonos las puertas de la Vida Eterna, con su resurrección.
Se leen siete lecturas, que narran desde la Creación hasta la Resurrección, siendo la del líbro del Éxodo la más importante, ya que relata el paso de los israelitas por el Mar Rojo cuando huían de las tropas egipcias siendo así salvados por Dios, de la misma manera recuerda que Dios esta noche nos salva por su Hijo.
Liturgia bautismal
Durante esta parte de la celebración, los fieles renuevan su compromiso bautismal entonando las promesas propias del sacramento del bautismo, mediante el cual, tal y como nos recuerda el Apóstol San Pablo, «fuimos sepultados con Cristo en la muerte, para que así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva”.
En la vigilia más importante para los cristianos, el Papa Francisco bautizará a 8 adultos, 3 mujeres y 5 hombres, de edades comprendidas entre 28 y 52 años: son 4 italianos, un albanés, un nigeriano, un estadounidense y un peruano.
Asimismo, durante la ceremonia el Santo Padre invitará a rezar especialmente por las familias, los pobres y los que sufren, sin olvidar orar para que los pastores de la Iglesia, vivan una verdadera sed de salvación de cada hombre.
Liturgia eucarística
En este instante los fieles se adentran en el misterio más recóndito de la Pascua, en la que se vive la alegría cristiana más grande: Jesús ha vencido a la muerte.
Por ello, en la celebración de la Eucaristía hacemos memoria y actualizamos gozosamente la muerte y resurrección del Señor. Y no se trata sólo de una expresión externa de nuestro gozo interior, sino de plasmar fundamentalmente, una actualización gozosa interior de la Resurrección de Cristo y de nuestra esperada resurrección.
La celebración más importante de nuestra Fe
Tal y como recordó el Papa Francisco, en su catequesis del miércoles 28 de marzo, la Pascua es la celebración más importante de nuestra fe, ya que constituye la memoria del gran y único misterio, “la fiesta de nuestra salvación, la fiesta del amor de Dios por nosotros”.
«Los tres días santos que constituyen el Triduo Pascual, son la matriz de la vida personal de los cristianos, como lo es para los hermanos judíos, el éxodo de Egipto», añadió el Pontífice expresando su deseo de que esta Pascua «lave nuestros corazones».
(Con información de VaticanNews).
Fuente: El 19 Digital
Esta entrada fue modificada por última vez el 28 de septiembre de 2022 a las 5:10 PM