Si el Gobierno Sandinista puede continuar con éxito gestionando el Covid-19, probablemente pagará dividendos en las urnas a pesar del aumento de la interferencia de potencias extranjeras (en Nicaragua).
En noviembre, Nicaragua celebrará elecciones para su próximo gobierno. En la segunda de nuestra serie de dos partes, Alborada analiza los desafíos para el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional del país (FSLN).
Puedes leer la primera parte https://alborada.net/nicaragua-elections-2021-ortega-sandinistas-part-one/ .
Reformas electorales: a la manera nicaragüense
Integral para garantizar la soberanía y la equidad en las elecciones de Nicaragua este Año, son las reformas electorales que se aprobaron recientemente después de intenso escrutinio por 85 de los 90 parlamentarios en ejercicio. Hay dos importantes aspectos en estas reformas. El primero es el gran paso hacia la equidad de género, que es parte de una campaña más amplia del FLSN por la igualdad de género. Todos los cuerpos electorales en el futuro deben estar constituidos por al menos un 50% de mujeres, necesitando una representación más amplia en las próximas listas electorales.
En contraste, cuando tales propuestas se han presentado en países como Reino Unido, se han enfrentado continuamente con oposición. No existe en el Reino Unido una ley igual que consagre la representación de las mujeres a nivel parlamentario, pero si existe en Nicaragua. Esto habla de un sistema más amplio de representación en el país, en la que todos los ciudadanos mayores de 16 años pueden votar. Tarjetas de identificación con foto y códigos de barras, que poseen ahora el 95 por ciento de los ciudadanos son utilizadas en las urnas. Un nuevo programa de tarjetas de identificación, que ha establecido 132 oficinas en todo el país, está presionando para lograr el 100% en Noviembre. La participación electoral ha promediado el 70 por ciento desde 1984.
La segunda enmienda a destacar es la que restringe el financiamiento internacional de candidatos y partidos. En esencia, mantiene la soberanía nacional sobre las elecciones y un campo de juego electoral equitativo:
El sistema de financiamiento de partidos o alianzas de partidos establece que no pueden recibir donaciones de instituciones estatales o mixtas, ya sean nacionales o extranjeros, o de instituciones privadas, cuando sean extranjeros o nacionales en el extranjero. No deben recibir donaciones de ningún tipo de entidad extranjera para cualquier propósito. Se debe notar que este mismo sistema de prohibición de fondos extranjeros para campañas electorales también se aplica en países como Alemania, Suecia, Francia, Italia, España, entre otros.
Ciertamente no es una propuesta radical, pero es necesaria considerando los eventos de 2018. Sin embargo, es esta segunda enmienda la que condujo, en parte, a la retirada de Cristiana Chamorro de la carrera presidencial de este año. Cristiana Chamorro es hija de la expresidenta de Nicaragua Violeta Barrios de Chamorro, la misma ex presidenta instalada en 1990 bajo la influencia de Estados Unidos después de una década de guerra de los contras. La familia Chamorro es propietaria de La Prensa y Confidencial, periódicos financiados en parte por USAID. Solo 2020, la Fundación Violeta Barrios de Chamorro recibió US$1,697,400 de USAID como parte de un Programa de Fortalecimiento de Medios. Desde 2015, han recibido US$6 millones. Mientras tanto, la Unión Europea, a través de la Agencia del Gobierno Español para la Internacional Cooperación al Desarrollo (AECID), ha transferido €831.527 a la Fundación Chamorro.
El hecho de que Cristiana Chamorro, quien es vicepresidenta de La Prensa, haya recibido millones de dólares de entidades extranjeras, que luego supuestamente ha tratado de blanquear, está en clara violación de varias leyes aprobadas por el Parlamento Nicaragüense (integrada por varios partidos políticos además del FSLN). Muchos medios de comunicación de EE. UU., obteniendo información de medios de comunicación de la oposición, han interpretado esto como una represión del FSLN a la oposición. Pero el hecho es que Chamorro ha violado varios leyes relacionadas con las actividades de agentes extranjeros y de organizaciones sin fines de lucro.
Junto a estos informes está la llamada prohibición del Partido de Restauración Democrática (PRD). Una vez más, el PRD rompió la Ley Electoral del país. Debido a la pandemia, el parlamento votó para extender por seis meses la fecha de registro para las alianzas políticas que se postulan para la presidencia. Esto significó que las alianzas podrían registrarse hasta el 7 de mayo 2021, seis meses antes del día de las elecciones, cuando tradicionalmente ha sido un año. Primero, el PRD violó sus propios estatutos al no convocar una convención interno del partido para ratificar una propuesta de la dirigencia del partido para una alianza electoral y, luego, los dirgentes del partido intentaron inscribir esa alianza fuera del plazo de inscipción estipulado. Esto invalidó su candidatura. La “prohibición” fue, nuevamente, simplemente el Consejo Supremo Electoral siguiendo leyes electorales muy claras.
Incluso con Cristiana Chamorro y PRD fuera de carrera, todavía quedan 17 partidos que compiten por las elecciones de noviembre, incluidos seis partidos regionales que representan en líneas generales los movimientos autonómicos indígenas. De estos 17 partidos, 11 se agrupan en alianzas. Esta es una sana y competitiva democracia, notablemente diferente de la carrera cuatrienal de dos caballos en Estados Unidos que corren por una elección. Los críticos del FLSN señalan continuamente que Daniel Ortega se postulará para un cuarto mandato, pronunciando la palabra “dictador” al mismo tiempo. Esos mismos críticos rara vez señalan que Angela Merkel ha sido Canciller de Alemania durante 16 años seguidos, que son cuatro mandatos. Algunos incluso han pedido un quinto período de merkelismo.
Los ataques de los medios a las próximas elecciones en Nicaragua muestran un claro sesgo. En conjunto con la Ley RENACER y la misión RAIN, hay un intento flagrante de Estados Unidos y sus aliados ideológicos para sembrar dudas sobre la legitimidad de las elecciones y, en el peor de los casos, crear disidencia violenta en las calles. No podemos olvidar que todo esto está sucediendo con el telón de fondo de Covid-19, del cual el FSLN ha manejado ejemplarmente.
Covid-19 en Nicaragua
Parte de la razón por la que Estados Unidos y sus aliados podrían estar intensificando la guerra híbrida es por la forma en que el sandinismo ha manejado la pandemia. Un sistema de salud gratuito, con solo una minúscula cantidad de recurso en comparación con comparativamente con los encontrados en países como el Reino Unido o EE. UU., ha logrado mantener las muertes por Covid (en el momento de escribir este artículo) en solo 185, de una población de aproximadamente 6,5 millones. Este es un logro notable para las métricas de cualquiera. Ha hecho esto sin tener que utilizar encierros continuos, debilitantes, emblemáticos de otras partes del mundo. John Perry escribe:
Nicaragua anunció su estrategia mucho antes (a fines de enero, cuando la mayoría de los países occidentales todavía rechazaban la posibilidad de una pandemia); preparó salas en 18 hospitales para recibir pacientes con COVID, y reservó un hospital únicamente para este propósito; puso controles de salud en los puntos de entrada al país con cuarentenas obligatorias, e inició un programa para combatir la desinformación que se distribuye a través de las redes sociales, medios de comunicación (varias rondas de visitas de casa en casa, una línea telefónica gratuita, clínicas en la calle y más).
Lo más impresionante de la respuesta de Nicaragua es que solo ha tenido un pico COVID y subsecuentemente «aplanó la curva» de casos y muertes. La mitad de sus casos y muertes ocurrieron entre mediados de mayo y mediados de julio de 2020, y desde entonces Nicaragua ha mantenido el virus en niveles muy bajos. Controles estrictos en las fronteras y activas visitas casa a casa de “brigadas de salud” han sido esenciales en esto y ayuda a explicar cómo Nicaragua ha evitado repetidos encierros. Desde Marzo de 2020 Nicaragua ha tenido el nivel más bajo de infección y la más alta tasa de recuperación en la región.
El país también tiene una de las tasas de mortalidad más bajas por cada 100.000 habitantes en el mundo. Artículos recientes han cuestionado esto, señalando que las estadísticas sobre el exceso de muertes desafía los informes oficiales de muerte de Covid-19, pero incluso si esto resultara ser el caso, Nicaragua tiene que ser visto como exitoso en contener la pandemia y en permitir que las personas trabajen y alimenten a sus familias, una prioridad muy alta en un país que carecería de recursos para apoyar a las personas que perderían sus trabajos por causa de la pandemia.
Pinta el país un marcado contraste con sus vecinos neoliberales como Honduras, que hoy funciona como una neo-colonia narco-estatal de Estados Unidos. En comparación, Honduras ha sufrido 6.259 muertes por Covid-19 de un población de 10 millones. Eso es 623 muertes por millón, en comparación con solo 28 muertes por millón en Nicaragua. La administración de Ortega está recibiendo millones de dosis de vacunas Sputnik V y Covishield, vacunando gratuitamente a casi toda la población mayor de 60 años con una dosis, con la segunda dosis a partir del 7 de junio. Al 28 de mayo, los menores de 60 años recibe sus vacunas gratuitas “brigadas de salud” extendidas en todo el país.
El mundo ha visto lo rápido que pueden desmoronarse estas historias de éxito de Covid. Pero si el FSLN puede continuar con su éxito en la gestión de Covid-19 hasta noviembre, probablemente pagará dividendos en las urnas. Desafortunadamente, antes de eso, tendremos que ser testigos de una mayor interferencia desvergonzada por parte de potencias imperialistas. Por tanto, incumbe a todos los internacionalistas, anti-imperialistas y socialistas defender la autonomía nicaragüense y su derecho a la autodeterminación.
Organizaciones en Occidente como Amigos del ATC (Asociación de Trabajadores del Campo), La Vía Campesina, el Grupo de Acción de la Campaña de Solidaridad con Nicaragua y Alianza por la Justicia Global, están haciendo un trabajo fantástico -mano a mano con los nicaragüenses- para combatir esta injerencia política. Deberíamos empujar a más grupos, incluidos los sindicatos, a participar. Entretanto, periodistas mencionados en la primera parte como John Perry, Ben Norton, Stephen Sefton y Rick Sterling están realizando un trabajo de investigación esencial para proporcionar recursos en inglés sobre Nicaragua y la intromisión imperialista. Si nosotros apoyamos estos esfuerzos, apoyamos la soberanía de Nicaragua. No debemos permitir que Nicaragua se convierta en una colonia, nunca más.
Este artículo fue elaborado en colaboración con el Grupo de Acción de la Campaña de Solidaridad con Nicaragua. Para obtener más información sobre NSCAG, haga clic aquí http://www.nscag.org/. Con agradecimiento a John Perry por sus sugerencias.
Lea la primera parte de ‘El período previo a las elecciones de 2021 en Nicaragua’ aquí: https://alborada.net/nicaragua-elections-2021-ortega-sandinistas-part-one/
Sobre el Autor:
Rohan Rice es escritor, traductor y fotógrafo de Londres, Reino Unido. Encuentra más de su trabajo aquí: https://rohanjrice.wordpress.com/