En una carta abierta a la juventud occidental, el ayatolá Alí Hoseiní Jameneí condena los ataques terroristas de París asegurando que el mundo musulmán siente «aversión e indignación con los autores de desastres así» con independencia de si se producen en Francia, Palestina, Irak, el Líbano o Siria.
«El terrorismo nos preocupa a todos hoy. Sin embargo, es necesario que ustedes sepan que la inseguridad y la tensión que han experimentado durante los últimos acontecimientos recientes son distintos del dolor que los pueblos de Irak, Yemen, Siria y Afganistán han venido experimentando desde hace muchos años por dos razones importantes», señala el ayatolá Jameneí.
La primera de estas razones, escribe el líder supremo iraní, es que el mundo islámico ha sido víctima del terror y la brutalidad en mayor medida territorialmente, cuantitativamente y temporalmente.
La segunda de ellas es que, lamenta Jameneí, esta violencia ha sido apoyada por ciertas grandes potencias a través de diversos y eficaces métodos, subraya en alusión al «apoyo de EE.UU. a Al Qaeda, los talibanes y a sus siniestros sucesores», así como a los 60 años de eliminación de palestinos por parte de Israel.
En este último capítulo, el ayatolá se pregunta: «¿Por qué no se califica de extremismo a esta barbarie? ¿Por ser perpetrada por las fuerzas armadas de un Gobierno ocupante o tal vez estas escenas no deben conmovernos porque la tele lleva 60 años mostrándolas?».
El líder supremo de la revolución recuerda las intervenciones de Occidente en una cantidad de países musulmanes, lo que frenó su desarrollo económico llegando incluso a hacerlos retroceder varias décadas.
«Mientras el doble rasero domine la política occidental, mientras el terrorismo –a la vista de sus potentes patrocinadores– se divide en ‘bueno’ y ‘malo’ y mientras los intereses gubernamentales estén por encima de los valores humanos y la ética, no hay que buscar las raíces de la violencia en otros lugares», enfatiza el líder iraní.
Además Jameneí considera la «imposición de la cultura occidental sobre otros pueblos y la trivialización de culturas independientes una forma de violencia silenciosa y un daño extremo».
En su opinión, el primer paso en la creación de la seguridad y la paz debe ser cambiar esta mentalidad que fomenta la violencia.
«Creo sinceramente que son solo ustedes los jovenes quienes, al aprender las lecciones de las dificultades de hoy, pueden ser obstáculos en el camino equivocado que ha llevado a Occidente a su ‘impasse’ actual», insta Jameneí.
Esta entrada fue modificada por última vez el 30 de noviembre de 2015 a las 9:17 AM