El próximo 7 de noviembre de 2021, el pueblo de Nicaragua elegirá a su gobernante. Las encuestas electorales ubican al Presidente Daniel Ortega, candidato de la Alianza FSLN “Unida Nicaragua Triunfa”, a la cabeza de las encuestas.
¡Esto no es del agrado del gobierno de EE.UU.!
La presencia de la Revolución Sandinista en un nuevo período de gobierno no está dentro de los planes yanquis. Ellos promueven un cambio “democrático” que no es más que un cambio hacia un gobierno que defienda sus intereses imperiales.
¡Históricamente ha sido así! Desde que triunfó la Revolución el gobierno de EE.UU. fue tejiendo una estrategia para desestabilizar al gobierno de Nicaragua. En esta segunda etapa, esta estrategia llegó a visualizarse más en el año 2018, con el intento fallido de golpe de estado, aunque ya se estaba ejecutando / preparando desde mucho antes por supuesto.
Los autores materiales de este atentado fueron desenmascarados y enjuiciados por las autoridades nicaragüenses. Sin embargo, a pesar de todos los crímenes cometidos, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional decidió promulgar la Ley de Amnistía (Ley 996, del 8.6.2019) como “voluntad del Estado para la búsqueda de la estabilidad, el aseguramiento de la paz y el mejoramiento de las condiciones económicas para el desarrollo integral de las familias nicaragüenses”[1].
Con esto, los autores materiales involucrados directa e indirectamente o cómplices de los sucesos de violencia y destrucción que habían sido enjuiciados, fueron amnistiados; hubo “olvido del delito” y “perdón de la pena”, con una única exigencia, la No Repetición.
Todas las acciones violentas, promovidas desde la mentira y la manipulación de los medios de comunicación hegemónicos al servicio del imperialismo, ocasionaron grandes pérdidas, la principal: el asesinato de 199 hermanos/as nicaragüenses[2].
Si bien, el terrorismo golpista fue vencido por el Pueblo de Nicaragua, la estrategia yanqui de intentar derrocar al gobierno Sandinista continuó y continúa.
Hace algunos meses, en Nicaragua se destapó una investigación realizada por la Policía Nacional, en donde se descubrió y comprobó que Organismos No Gubernamentales (como la Fundación Violeta Barrios de Chamorro) recibieron y están recibiendo financiamiento del gobierno de Estados Unidos con fines terroristas enfocados en las próximas elecciones a efectuarse en Nicaragua.
Basándose en la Ley de regulación de agentes extranjeros (1040) y la Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la independencia, la soberanía y autodeterminación para la Paz (1055), las personas involucradas en estos delitos están siendo investigadas y enjuiciadas.
Esta información ha sido manipulada por el gobierno de EE.UU. y los medios de comunicación hegemónicos a su servicio. Utilizan esta estrategia para desinformar a la comunidad internacional y divulgar la idea de que en Nicaragua se viola la democracia, los derechos humanos y que los enjuiciados son “presos políticos”. En Nicaragua, nada, ni nadie está por encima de la Ley.
Con mentiras y calumnias, con una férrea y violenta propaganda, la voz de la injerencia utiliza la mentira con el objetivo de desprestigiar, deslegitimar y desconocer la decisión popular en las próximas elecciones.
De esta forma, la OEA, la CIDH, la Unión Europea y otros instrumentos de sometimiento imperialistas sirven como espacio para interferir en asuntos internos, promover golpes de estado y “sanciones” que no son más que agresiones al Pueblo de Nicaragua.
La mentira y su financiamiento a través de medios de su interés han sido un recurso usado por el gobierno de EE.UU. para alcanzar sus objetivos de dominio sobre naciones libres y soberanas, sin embargo, no contaban con que el Pueblo nicaragüense está dispuesto a defender todas las Victorias y los derechos restituidos que se han obtenido en esta segunda etapa de la Revolución.
El Pueblo de Nicaragua continúa trabajando para garantizar elecciones libres, sin injerencia alguna. Si el gobierno de EE.UU. sigue utilizando la mentira para intentar aniquilar la dignidad de los Pueblos de NuestraAmérica, nosotros, con valentía respondemos que “con la Paz y la Verdad, defendemos nuestra Soberanía y Dignidad”.
Licenciado en Comunicación Social, egresado de la UNAN-León con especialización en Comunicación Digital Estratégica.