Jóvenes artistas nacionales e internacionales convocados por la Juventud Sandinista participan en el Festival de Grafiti “Folknica”, mediante el cual embellecen el paso a desnivel “Barricada de la Esperanza” ubicado en el sector de Rubenia, con “placas” alusivas a la cultura nacional.
Los participantes aplaudieron el empeño del gobierno sandinista por fomentar esta expresión artística, que hoy en día ha dejado de ser estigmatizada y es reconocida por la sociedad.
Erwin Galo realizó una composición que evoca la figura de la mujer nacional “que es madre y padre en muchas ocasiones, una leona de tiempo completo”, afirmó el joven.
“(Es una iniciativa) muy buena porque nosotros que llevábamos 16 años en esto, en años anteriores lo veían como pandillerismo y aunque esto desde sus orígenes esté plasmado así, que era por marcar territorio, en nuestra actualidad no, es una forma de expresión y como lo ves bien, son muy pocas las que pueden utilizar esta técnica y lo que ha hecho el gobierno a estar impulsando este arte es muy bueno”, afirmó Galo.
Al mismo tiempo, reconoció la apertura al arte que se vive en estos nuevos tiempos, por lo que hoy por hoy es posible expresarse sin temor.
“El grafiti ahora es un movimiento, porque tiene bastante pull, o poder. Poder, porque realmente nosotros lo que hacemos, tratamos de desarrollar técnicas, no solo por hacerlo y no llegar a nada y en la actualidad, todo el mundo podría decir que es algo que está moviéndose y que tiene mucho ímpetu, en llevar a los demás chavalos que ahora van creciendo, una temática, a parte del deporte”, aseguró.
A su vez, Bernardo Vargas “Skill”, fue movido por la convocatoria al evento nacional, oportunidad que le permitió compartir con diversos artistas emergentes y con gran talento.
“Uno se siente tuani, porque yo soy de Diriamba, cuando a uno lo convocan a ese tipo de eventos y esto era como parte de la cultura nicaragüense. Tratar de plasmar arte que nos representa, con broderes que vinieron también de Costa Rica”, afirmó el joven.
La “placa” de Vargas está inspirada en los mitos y leyendas nicaragüenses. La composición es una mezcla de diversas creencias populares, asentadas en un árbol de chilamate que suelta una de sus flores, misma que es temida atrapar a medianoche por los efectos negativos que causaría. Tras el árbol, una bruja convertida en mona observa al asecho y cautelosa. En la cima del árbol se deja ver un rostro que representa a La Mocuana, o algo por el estilo, según explico el mismo artista.
“Ahí como plan caricatura para que sea comprensible, como una historia para que lo comprendan los niños y toda la onda y plasmando el estilo, porque de eso se trata el grafiti que cada quien viene a mostrar su estilo que utiliza, trazos y toda esa onda y como han notado hay buenos artistas aquí”, aseguró Skill.
Los jóvenes para plasmar sus creaciones utilizaron la técnica “Freestyle”, que se lanza directo a los muros sin bocetos ni apoyos diferentes al de su creatividad e imaginación, expresada a través de la pintura en aerosol.
Esta entrada fue modificada por última vez el 16 de noviembre de 2015 a las 12:03 PM