En un claro llamado a la misericordia y a tener un mayor acercamiento con el Señor, la iglesia católica realizó este domingo la apertura de la Puerta Santa en la Catedral Metropolitana de Managua.
Luego de una solemne procesión del Crucificado, en la cual participaron el Arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano; el Cardenal Miguel Obando Bravo; obispos y sacerdotes en compañía del pueblo católico nicaragüense, se procedió a abrir la Puerta Santa.
«Yo soy la puerta, dice el Señor, el que pasa a través de mí será salvo, entrará, saldrá y encontrará el alimento. Mis buenos hijos entremos por la Puerta Santa de esta amada iglesia catedral para dar gracias a Dios porque Él es grande en su Misericordia», expresó el Cardenal Brenes al momento de abrir la puerta y llamar las familias católicas nicaragüenses a ingresar para participar de la misa dominical.
El Cardenal Brenes enfatizó la decisión de colocar la imagen del Crucificado y de la Virgen María para que presidieran la celebración eucarística, recordando que desde la Cruz el Padre manifiesta su misericordia y la Virgen Madre es el signo de la misericordia.
“Ustedes quizá mis buenos hijos pudieron ver cómo el Santo Padre en la parte izquierda del Altar tenía también esta imagen (de la Madre) que viajó desde Polonia, como lo había hecho ya en una ocasión con el Papa San Juan Pablo II, ella nos indica también ese camino que debemos recorrer para encontrarnos con su hijo”, dijo el Cardenal.
Su Eminencia recordó que Cristo es la puerta y todos estamos llamados a entrar por esa puerta, acogernos a su amor, poder entrar y llegar a su corazón y habitar en ese gozo y en esa alegría que da estar con Él.
“Entrar por esa Puerta Santa será un momento hermoso para nosotros, entrar llenos de nuestros problemas, de angustias pero sentir su promesa: vengan a mí los que se sientan cansados y agobiados que yo les aliviaré”, añadió el Arzobispo de Managua.
Por su parte, el Cardenal Miguel Obando Bravo, explicó que en la Misericordia debemos acercarnos sobre todo al sacramento de la reconciliación, y más si estamos en pecado grave para poder tener esa amistad con Dios.
“La apertura de la Puerta Santa significa que el Señor está dispuesto, abierto a perdonarnos siempre que estemos arrepentidos”, comentó el Cardenal Miguel.
Con este evento también se está dando inicio al año de la Misericordia, mismo que culminará el 20 de noviembre de 2016, instando a la feligresía a aprovechar la oferta de misericordia del Señor, sentir el gozo y la alegría del abrazo de Dios.
“Para ustedes, para nuestro presbiterio y para mí iniciar este año santo de la Misericordia no hay duda que es un momento de gracia, un momento único en nuestra vida que nos concede la oportunidad de poder vivirlo intensamente y podernos acoger al amor y a la misericordia de Dios. Porque necesitamos, nos urge poder humildemente ir a los pies del Señor para experimentar su amor, para experimentar su misericordia, sin embargo mis buenos hijos no hay duda que necesitamos mucha humildad; necesitamos mucha humildad y todo un espíritu de pobreza para poder reconocernos que somos pecadores”, señaló el alto prelado.
“Tenemos que estar todos en gracia con Dios para poder vivir este Año de la Misericordia, tenemos que ser misericordiosos como Jesús, amar como Él amó, sentir como Él sintió y amarnos unos a otros, no sentir odio, venganza o rencor por nadie porque esto es lo mejor, lo que quiere Jesucristo para cada uno de nosotros”, comentó Pilar Roa.
La Hermana Norma aseguró que esta es una oportunidad que nos da la iglesia y Jesucristo a través del Papa y que debemos aprovecharla y dar esos pasos de conversión que necesitamos para volcarnos a la misericordia, buscando en el Señor se nos conceda la gracia y estar abiertos a acoger la bendición.
Esta entrada fue modificada por última vez el 14 de diciembre de 2015 a las 9:17 AM