Vandalismo, destrucción, acoso, asaltos e intimidación es lo que denuncian los habitantes de los barrios cercanos a la Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI).
¿Quiénes son los responsables? Encapuchados que entran y salen de la universidad como si se tratara de su casa y que la custodian armados con escopetas artesanales y tubos lanza morteros.
En su mayoría son jóvenes, aparentemente menores de edad, cuyas caras son desconocidas para los lugareños.
Muchos de ellos cubren sus rostros con camisetas y pañuelos y a bordo de motocicletas, hacen rondas, pesquisas y cobros en los vehículos que se acercan al sector.
Junto a ellos, personas de edad adulta a bordo de taxis merodean y vigilan a quien no conocen.
Vecinos: “Vivimos días horribles”
Eso fue justamente lo que hizo con nuestro equipo de El 19 Digital y Canal 4 esta tarde, el conductor del deteriorado taxi Kia hatcback blanco, cuyo vidrio trasero iba marcado con su nueva consigna: “No más alza de combustible”.
“Aquí estamos viviendo días muy horribles, días muy nerviosos, porque a cualquier hora de la noche, del día, pasan muchachos… Mi nietecito que está chiquito ya me dice él: Ahí van los que van tapados, ahí abuela. Y el pobrecito, pues, dice él: Van con los corderos. Ojalá que fuera el cordero de Dios que quita el pecado del mundo, pero son los morteros, pero como él no sabe definir. Esto es horrible, la verdad es que estamos viviendo días bien… ni en la guerra lo viví”, declaró en el patio de su vivienda nuestra primera entrevistada, por temor a que alguno de los individuos pasara por su vivienda al momento de la entrevista.
La habitante de Villa Progreso, lugar que se ha convertido en un infierno para sus habitantes afirma que su modo de operar es el de la provocación y las acciones para sembrar el terror en los habitantes de su comunidad.
Provocan terror
“Ellos provocan. El lunes, por ejemplo, yo miré pasar las grandes, las manadas que fueron a golpear a los muchachos a la rotonda que estaban tranquilos allí, orando. ¿Por qué no van a orar? ¿Por qué no le piden al Señor ellos que les dé sabiduría, que les dé la paz en su corazón, el amor? Porque la verdad es que estos muchachos andan un odio, yo no sé de dónde han sembrado tanto odio, tanto rencor”, dijo.
“Lástima que son jóvenes, porque yo que estoy, a mi edad, casi 69 años, yo no tengo ese odio que andan ellos y ese odio de venganza y andan con aquel terror que provoca a nosotros los que estamos aquí, porque ya tenemos miedo que nos tiren unas botellas que andan con gasolina y las tiran y las botellas explotan y encienden… y uno no sabe. Una noche que no había luz ahí estuvieron tirando. Es horrible, el humo ya no lo aguanta cuando queman esas llantas”, dijo con la angustia reflejada en sus ojos.
Un taxi espía
Al dejar de su vivienda el mismo taxi espía esperaba nuestra salida y nos encontraba en puntos estratégicos, para que no lográramos detectarlo.
A pocos metros una concentración frente a la UPOLI era la que se encargaba de bloquear el paso. Nuestra ruta tuvo que seguir en sentido contrario.
Un señor de tercera edad que veía las noticias en su televisor sobre la toma de un bus que transportaba niños con discapacidad conversó con nosotros sobre la situación que ha vivido durante los últimos días.
“Yo soy vecino de aquí de la UPOLI en villa Progreso. Yo padezco de asma y esa quemazón de llantas me ha provocado problemas que hasta ya me acabó el inhalador por un lado y esa tiradera de morteros, esa corredera, yo ya a mi edad paso prácticamente desvelado y todo el día todo tensionado y más ahorita hace poquito andan un poco de muchachitos así, descalzos, sin camisa, tapados y parando a todos los carros”, dijo.
“Ahí frente a la casa le cacharon algo a un señor, pero yo no miré, pero sí le cacharon algo porque el señor claveó y ellos salieron corriendo. Yo llamo pues, como ciudadano de éste país, ya un adulto mayor, si el problema es con nosotros de la pensión, pues que hagan una propuesta concreta a ver si se parece a la del Frente o no se parece a la del Frente y que el pueblo decida así como ha decidido el pueblo ir contra las propuestas y que se vaya uno con una”, añadió.
Considera que la manera de protestar no ha sido la correcta. “La verdad es que ellas (las madres de los involucrados) La verdad que ellos no se dan cuenta, no se están dando cuenta lo que están haciendo sus hijos, porque ya están cayendo en actos delictivos y eso es penado”, afirmó ante las cámaras.
El hombre de edad avanzada logra identificar a pocos estudiantes que son los que lideran a otro grupo de personas. “Pero ellos no son estudiantes. Yo no conozco las caras de estos muchachos, no son del Giorgino… a saber, tal vez son de las Américas. Yo diría que son mercenarios, están vendiendo el bienestar y la salud y los logros de la Revolución por una idea que de hecho, que no le va a fructificar. La población sabe”, advirtió.
Avanzada la entrevista, otro taxi color plateado con la leyenda escrita en su vidrio trasero con letras blancas se estacionó frente a nuestro vehículo en el carril opuesto al nuestro y contra la vía.
Su intención era clara: obstaculizarnos el paso e intimidarnos. Sin embargo, nuestras preguntas al ciudadano continuaron.
Población puede actuar
El hombre de mayor edad denunció el armamento que los atrincherados portan. “Hay un problema. Ya la gente ya no los aguanta y puede haber una ‘pijiadera’ entre la población y ellos. Eso es un problema, la gente ya está esperando, está como con chispa para joderlos y es problema, porque ellos tienen armas hechizas, escopetas y pistolas y unas bombas. Hasta da miedo yo, poner mi cara aquí, pero la verdad de las cosas es que yo estoy obligado a señalar eso”.
El conductor del taxi que tenía ya unos minutos parqueado bajó del taxi y se acercó hasta la puerta de la vivienda para hacer luego gestos y lanzar silbidos a los demás que se agrupaban frente a la UPOLI.Tratan de bloquear a equipos periodísticos
La entrevista tuvo que terminar. Al abordar nuestro transporte notamos que frente a él otro puñado de vehículos intentaba también cortarnos el paso, entre ellos el famoso taxi rojo marca Lada con placa M 07628, señalado por ser el que lleva y trae gente y víveres al recinto universitario.
Al salir del sitio, tras lograr desviar la atención de los que nos asediaban y ubicarnos a varias cuadras con dirección hacia el norte, notamos la presencia nuevamente del Kia blanco que junto al Lada rojo nos siguió varios cuadras más.
En una vivienda y bajo la advertencia de un peatón por la calle detuvimos el paso y aprovechamos para grabar una nueva entrevista en una de las viviendas ubicada en la primer entrada del barrio.
Vándalos provienen del Giorgino
“Son muchachos que vienen del Giorgino Andrade, chavalos de otros lados. Pero aquí el vecino ha estado calmo tranquilo. Aquí todos trabajamos y todos lo que queremos es la circulación. Vienen de otros lados, sería bueno un llamado a los padres de familia, a los abuelos que traten de dialogar con los chavalos y esperamos nosotros con la mesa de negociación que los chavalos escuchen un poco también y los padres”, dijo el dueño de la vivienda.
Al respecto, aseguró que los pobladores están en calma pero envió un mensaje. “El que no gobierna su casa mucho menos puede gobernar en la calle y el que no gobierna en su casa y hace caso omiso, halla su padre en la calle… me va a disculpar la mala imprudencia, pero yo soy una persona bien madura y no me meto con nadie, ni con Pedro ni con Juan, pero sí que me respeten mis ideales”, afirmó.
Al abandonar la vivienda nuestra ruta fue cerca de la rotonda la Virgen con el taxi rojo a nuestras espaldas.
Una vez fuera del barrio, también fuimos testigos de la manera en que los “protestantes pacíficos” bloqueaban la libre circulación de los vehículos con la intimidación.
Fuente: El 19 Digital
Esta entrada fue modificada por última vez el 28 de septiembre de 2022 a las 1:00 PM