La Fiscal General de la República, compañera Ana Julia Guido, destacó este miércoles el rol de la mujer en la construcción de la Revolución Popular Sandinista en sus diferentes etapas, como la lucha de liberación, la década de los 80 y la etapa actual.
En declaraciones al programa En Vivo del Canal 4 de televisión, Guido, una mujer con mucha trayectoria en el Frente Sandinista de Liberación Nacional, desde las primeras luchas revolucionarias reseñó que desde muy joven se incorporó al Frente Sandinista, “porque consideraba que deberíamos liberar a Nicaragua de una dictadura somocista que vivía asesinando a nuestro pueblo, a nuestros jóvenes, no había trabajo, los jóvenes prácticamente no tenían derecho a ser jóvenes, ser joven era un delito; también los campesinos eran asesinados en las montañas de Nicaragua”.
“Yo pude corroborarlo personalmente cuando me incorporé en la montaña’, dijo.
Sus primeros responsables fueron René Núñez, Juan de Dios Muñoz, dos compañeros a los que calificó de extraordinarios, muy humildes, “de los cuales yo aprendí muchas cosas”.
Relató que posteriormente estuvo en una escuela al lado de León, en Malpaisillo, donde estaban Pedro Aráuz y el comandante Tomás Borge, y otros compañeros como Leonel Espinoza, que luego entraron a la montaña.
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“Hablar de la montaña es hablar de humildad, es hablar entrega total (…) ahí no hay arrogancia, ahí no hay soberbia, ahí no hay altanería, es decir, es una entrega total”, refirió.
Recordó que “es sacrificio, mucho sacrificio. Los compañeros como Martiniano Aguilar, un compañero campesino con una convicción extraordinaria en el triunfo de la Revolución. Sus hijos, prácticamente todita su familia, se incorporó, a la guerrilla”.
Guido lamentó que familias enteras que se incorporaban con mucho entusiasmo a la guerrilla fueron asesinadas.
Rememoró que muchos de ellos fueron asesinados, al ser lanzados desde aviones y helicópteros. “Los dejaban caer y eran asesinados, indiscriminadamente, no importaba si eran mujeres, si eran niños o si eran hombres”.
“La montaña es una gran escuela para mí, en lo personal, porque además de la dureza de la montaña, los compañeros con los que uno estuvo ahí —o que logramos estar—, fueron compañeros con una gran convicción de que el triunfo se iba a dar, aunque nosotros creíamos que no lo íbamos a ver, como hubo compañeros que no pudieron ver el triunfo de la Revolución”, añadió.
Puso como ejemplo a Martiniano Aguilar, Aurelio Carrasco, Rufo Marín, la Gata Munguía, entre otros.
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“Ahí se comía lo que había, a veces había un mono y ese mono lo teníamos que comer entre todos, había una porrita de frijoles y los granitos eran contados, y teníamos que ajustar con la porrita de frijoles para todos”, dijo.
“Una porrita de maíz, el maíz se tenía que reventar para que todos sintiéramos que habíamos comido bastante”, comentó. “A veces nos tocaba comer solo caracol”.
Momentos difíciles
Comentó que había momentos muy difíciles, pero al final está la convicción clara de lo que los compañeros querían alcanzar con su lucha.
Entre otros compañeros destacó a William Ramírez y Omar Cabezas, que jugaron un papel importante en la insurrección y al final del triunfo de la Revolución.
Nadie tenía privilegios
Señaló que en la montaña nadie tenía ningún privilegio ni consideración. Dijo que fue la primera mujer que entró a la guerrilla desde la ciudad y agradeció que hayan confiado en ella.
Indicó que las mujeres tenían igual responsabilidad que los varones en el transcurso de la lucha guerrillera. Cargar y caminar a la misma velocidad que el resto de compañeros.
Mencionó también a la compañera Raquel Balladares que dijo tuvo mucha fortaleza y aguantó la montaña y se incorporaron además mujeres campesinas, que con mucha fortaleza aguantaron la montaña.
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“No había ninguna diferencia, todas hacíamos la misma cantidad de ejercicios, todos los días teníamos que hacer ejercicios para estar en buenas condiciones físicas porque caminábamos debajo de unos grandes aguaceros, todos los días, porque ahí en esa zona ——decíamos— llueve los 13 meses del año, para decirlo de alguna manera, que llovía todo el año, llovía siempre”, dijo.
Recalcó que había iguales derechos y obligaciones para todos los combatientes.
Puertas abiertas para las mujeres
Dijo que la incorporación de las mujeres fue algo paulatino. “Si uno ve en la historia del Frente en los primeros años 60, son muy pocas compañeras, contadas con los dedos de la mano, las compañeras que participaron: Doris (Tijerino), Gladys (Báez) y después del 75 ya es masiva la incorporación de las mujeres. En la insurrección fue una gran explosión de mujeres”, explicó.
Añadió que la participación de las mujeres fue muy importante en la lucha revolucionaria.
Expresó que no tuvo temores a pesar de ingresar muy joven a la lucha. “Me sentí muy segura y no tuve problemas”.
Las mujeres en la Revolución con tareas importantes
Ana Julia Guido destacó que las mujeres con la Revolución tienen una participación muy importante y recordó aquella consigna que dice: “Sin la participación de la mujer, no hay Revolución”.
“En aquellos momentos cuando el triunfo de la Revolución, las mujeres eran las más visibles en la Gran Jornada de Alfabetización, la participación de la mujer fue importantísima; la participación de la mujer en los cortes de café, algodón; en las áreas productivas formando cooperativas, algo que no se había visto nunca antes, las mujeres también participaron de manera organizada”, dijo.
“Las mujeres comenzaron a liberarse y a organizarse como mujeres, empoderadas, del papel que cada quien deseaba desde mucho antes”, añadió.
Resaltó que las mujeres pasaron a ocupar un primer plano, diferente a la manera como habían estado invisibilizadas hasta antes del triunfo de la Revolución y luego comenzaron a estudiar, a prepararse y llegaron a ser profesionales.
“Eso se lo debemos a la Revolución, esa participación de la mujer de manera tan activa, a tal punto que, al día de hoy, las mujeres hemos jugado y seguimos jugando un papel muy importante”, reiteró.
Puso como ejemplo que en el 2017 las mujeres nicaragüenses, según el Foro Económico Mundial, estuvieron en séptimo lugar y en el 2018 estamos en el quinto lugar, y en América Latina ocupamos el primer lugar.
“Es decir, eso es importantísimo, relevante, pero además no son solamente, como algunos quieren criticar, que solamente es la cara de la mujer. Yo creo que la mujer está empoderada, la mujer tiene una participación real, en todos los temas, políticos. Tenemos aquí en la Asamblea Nacional, una gran participación, el 50% de mujeres. En todos los poderes públicos, en el Estado, en la Corte Suprema de Justicia, en el Consejo Supremo Electoral, en la Contraloría General de la República, en todos los ámbitos de la sociedad, las mujeres están representadas”, expresó.
“Aun así, queremos más, la mujer sigue avanzando, sigue trabajando con los mismos derechos, deberes y con las mismas oportunidades”, añadió la Fiscal General, compañera Ana Julia Guido.
Fuente: El 19 Digital
Esta entrada fue modificada por última vez el 14 de septiembre de 2022 a las 1:35 PM