Es de conocimiento general que para muchos la naturaleza es una fuente de inspiración, ya sea para pintar tus cuadros o para escribir tus poemas.
Resulta que desde el año 2011 nació un movimiento llamado “ecosexuales”, personas que se dedican a “hacer el amor con la naturaleza”. No es sino, hasta hoy que este movimiento está cobrando fuerza, en especial en países europeos y Australia.
Aunque el término se escuche bonito, hay personas capaces de llegar al orgasmo con esta curiosa práctica, ya sea tocando la tierra mojada, frotándose con flores o abrazando un frondoso árbol. Su principal motivo es tomar y hacer conciencia sobre cuidar nuestro entorno, algo que todos deberíamos hacer… pero quizás no como ellos, ya que consideran la naturaleza como su amante.
Según Elena/Urko parte de este grupo, hay que entender que “nuestro entorno es sexy y excitante”:
“Sería tomar conciencia de nuestro entorno y de cómo este es realmente sexy y excitante: el acariciar un musgo húmedo, el mirar como sube la marea y golpea contra las rocas, el masturbarse sobre una roca caliente, notar el calor de la arena ardiente sobre tu espalda, terminar imaginando lava en erupción”, enfatizó.
Elena/Urko asegura además que es una práctica muy beneficiosa, porque no necesitas a nadie más, y puedes tener sexo cuando quieres, porque “la naturaleza siempre está ahí, además, no te aburres porque cambia según el contexto y la época del año”.
Hasta existen “Hoteles ecosexuales”
Existen lugares como el Ecosexual Bathhouse, que es una instalación en el jardín botánico Victoria de Melbourne, Australia. Es una especie de baño público, donde se motiva a la gente a interactuar sexualmente con los objetos, gemir con ellos, frotarse con margaritas o césped y después limpiarse en una sauna ‘sin sentirse culpables’.
Como te contamos al principio, esta práctica fue implementada por Beth Stephens y Annie Sprinkle en 2008, pero crearon el movimiento hasta en 2011, ellos aseguran que “se casaron con la naturaleza”.
Tienen su propia página web y en ella se describen con la siguiente frase: “abrazamos los árboles sin pudor, masajeamos la tierra con los pies y hablamos eróticamente a las plantas. Nadamos desnudos, somos adoradores del sol y observadores de las estrellas”.
Jorge Rojas – Variedades
Esta entrada fue modificada por última vez el 31 de mayo de 2017 a las 3:12 PM