Durante todo el partido disputado en Serbia, el jugador brasileño recibió constantes burlas por parte de los seguidores del equipo contrario.
El jugador brasileño Everton Luiz Guimarães, que defiende la camiseta del equipo Partizán de Belgrado, no pudo contener las lágrimas al retirarse del campo de juego tras el partido en el que su equipo derrotó a domicilio al Rad de la misma capital de Serbia, informa la prensa local.
Durante todo el encuentro, el jugador recibió constantes burlas y gritos racistas por parte de los seguidores del Rad. Esto provocó que el deportista arremetiera con un gesto obsceno contra la fanaticada local al finalizar el encuentro. Esta escena, a su vez, terminó con un altercado entre los jugadores de ambos equipos.
Al finalizar el partido, el director técnico del Partizán, Marko Nikolic, aseguró que aceptaría una eventual sanción administrativa en contra de Guimarães, pero también instó a las autoridades a penalizar a los fanáticos del Rad. «Everton no debió reaccionar de ese modo, pero algo provocó su ira», señaló Nikolic en rueda de prensa.
Hace un año, el propio Nikolic se vio envuelto en un caso de abuso racial contra uno de los miembros de su equipo, cuando se refirió en términos ofensivos —»negro idiota»— a su propio jugador, debido a que consideró excesivo el festejo en el gol que anotó el nigeriano Blessing Eleke en los últimos minutos del partido que su equipo empató con el Zavrc.
Por su parte, Everton Luiz pidió a la afición serbia un cambio en su actitud. «Quiero olvidar esto lo más pronto posible. Amo Serbia y a su gente, por eso lloré. Pero por favor, digan no al racismo», ha declarado el jugador después del encuentro.
FUENTE: https://actualidad.rt.com
Esta entrada fue modificada por última vez el 21 de febrero de 2017 a las 11:55 AM