La espera ha terminado.
Un lobo aúlla. El cuerpo de Jon Snow yace al lado del letrero que dice «traitor»; el patio del Castillo Negro está callado, salvo el estremecedor momento en el que el lobo huargo se lamenta por la muerte de su amo.
Así comenzó el capítulo que da inicio a la, más que esperada, sexta temporada de Game of Thrones. Un episodio más que completo, con la muerte de personajes, como es ya costumbre en esta serie basada en las novelas de «A Song of Ice and Fire» de George R.R. Martin.
En este capítulo pudimos retomar todos los conflictos pendientes y en marcha del emocionante último episodio de la quinta temporada, y que dejó, por un año completo, a fans de alrededor del mundo elucubrando, aventurando teorías y comiéndose las uñas por el esperado inicio de la serie y, claro, ansiando las artes obscuras de Melisandre que todos odiamos, pero ahora requerimos, para regresar el calor del R’hllor, el Señor de la Luz, al corazón de Jon.
Melisandre
Si bien Melisandre está enterada de la muerte de Jon y hasta le acarició una mejilla al cuerpo del que fuera el Lord Commander of the Night’s Watch, parece que la Bruja Roja está más que derrotada porque no se explica cómo es que lo que el fuego le ha mostrado pueda hacerse realidad. Lo que sí, es que revela al final de capítulo un secreto hasta ahora guardado y que resulta más que impresionante, muy a modo de los cuentos de brujas y su apego por la eterna juventud.
Sansa
Tiritando de frío y de la mano de un perturbado, aunque (en lo que cabe) lúcido Theon, Sansa huye de los hombres de Ramsay. Esta persecución culmina en una de las escenas más bonitas y conmovedoras (al modo de Game of Thrones) con una Sansa aceptando los servicios (por fin) de la leal y poderosa guerrera Brienne. ¿La suerte de Sansa comenzará a cambiar aunque sea un poco?
Jaime
El barco que partió de Dorne se acerca a un soleado Kingslanding. Si bien nos quedaba la incógnita de la vida de la enamorada Myrcella, más nos vale tomar nota que Ellaria Sand y sus hijas, las Serpientes de Arena, no se toman ningún rodeo, no dudan al tomar la vida de nadie para por fin vengarse de los odiados Lannister.
En una escena más que conmovedora, vemos como Cercei reconoce que Jaime es portador de terribles noticias. Ambos hermanos hablan de la muerte de sus hijos. Cabe mencionar que el que la Reina Madre luzca marchita, casi rota, es todo un acierto. Si algo nos ha enseñado Game of Thrones, es que llegamos a sentir empatía por casi cualquier personaje cuando vemos la vida a través de sus ojos, sin embargo se vuelven irreconciliables todos los puntos de vista, lo que hace un conflicto delicioso en nuestro interior.
Ramsay
Ramsay despide muy a su modo el cuerpo de Myranda. Por otro lado, ya sabemos que no se comporta con su padre como el idiota que es con todos; a él le tiene un respeto fundado en el temor, y este mismo le deja saber que más le vale encontrar a su esposa y a Theon, ya que sin heredero pues no vale nada. Ay, Ramsay, tal vez seas el único personaje por el que no se sienta ni poquita empatía.
Ellaria
Habrá que ver que es lo que tiene planeado esta peligrosa mujer, la viuda de Oberyn, que se hartó de la tibieza de Doran Martell. Una duda me asalta al ver que la guardia del Señor de Dorne no hace nada para defender a su amo o a su príncipe. ¿Un cabo suelto? ¿Un titubeo que extienden estos guardias para conservar la vida? El llamado «Juego de Tronos» sigue en movimiento.
Dany
Tal como lo sospechábamos por todos los detalles que dedujimos por el tráiler de la temporada. La Madre de Dragones no la está pasando nada bien en manos de los Dothraki. Ojalá sus hijos dragones fueran más obedientes, pues la salvaron de una para dejarle en más problemas. Y es que, como viuda dothraki, debería estar en el valle Vaes Dothrak y no ser reina de ninguna ciudad y mucho menos encabezar una guerra más allá del mar. Si con algo no contó Dany es que ya sea Wssteros o casi cualquier lugar de las tierras de no ficción, los roles de género son despiadados con los deseos de las mujeres, más aún con las que aspiran a altos mandos.
Lo que ella no sabe, aunque se imagina, es que su odiado-amado Ser Jorah y Daario Naharis están en su búsqueda, mientras Tyrion se queda a gobernar a la ingobernable Meereen. Este último haciendo una mancuerna más que divertida e inteligente con el eunuco Varys.
Prometedora
Así luce esta temporada. Este primer capítulo nos dio una sorpresa, nos tiene en vilo aún con muchas cosas y con los demás personajes. Como con Arya, a quien vimos, de nuevo, en una difícil situación y tomando un terrible entrenamiento; también vimos solo un poco a Margaery Tyrell, aún en el calabozo y sin confesar los pecados de su hermano. Al que no vimos fue a Bran ni a Hodor (Hodor), seguro que no pasará mucho para que esto suceda y por fin saber que ha sido de ellos, recordemos que no aparecieron en la pasada temporada.
Fuente: Hipertextual Por Ivonne Lara
Esta entrada fue modificada por última vez el 24 de abril de 2016 a las 11:27 PM