El fútbol no les importa. Es sólo una excusa para desatar el único lenguaje que conocen, la violencia. Es, lamentablemente, un lenguaje tan universal como el propio fútbol, que tiene a la Eurocopa herida de muerte y a Francia en estado de sitio. De Marsella a Lille, las escenas de enfrentamientos, dantescas, brutales, se repitieron en las calles de la ciudad alejadas del centro, poco después de unpartido plácido en las gradas, entre Rusia y Eslovaquia.
Amenazada de expulsión su selección, los ultras rusos decidieron que el estadio no era su sitio, aunque realmente no debería serlo ninguno. Tampoco eligieron como primeros rivales a los ‘hooligans’, sino a hinchas eslovacos, unidos al ‘efecto llamada’ de la violencia.La jornada se saldó con 21 detenidos según la Prefectura de Nord-Pas de Calais: 16 en Lille (seis de ellos son rusos relacionados con actos violentos ocurridos el pasado fin de semana en Marsella) y cinco en un tren procedente de Londres por su «embriaguez pública manifiesta».
En minutos, poco después del partido, se desató una batalla campal inesperada para la policía, puesto que el grueso de los efectivos se encontraba en la plaza del centro de Lille, en torno a la cual había diseñado una ‘operación jaula’ para controlar a los ‘hooligans’. Ninguno podía salir. A pesar de la ley seca en la ciudad, los ingleses bebían y bebían.
Habían llegado bien aprovisionados de cerveza. También los rusos que quisieron. Uno de ellos, botella en mano, anticipaba lo que iba a pasar junto a la estación de tren: «¡Amamos beber!» Nos vamos a pegar, claro, pero no en el estadio…» Reía y reía.
Eligieron otro lugar y otro rival. Cuando la policía pudo actuar, utilizó todos los medios a su alcance, incluso mangueras y gas pimienta, hasta que los radicales se marcharon a la carrera, a la espera de otro golpe. Poco después, los agentes no ofrecían información sobre lo sucedido, ni siquiera al personal acreditado. Una vez más, los ultras les habían sorprendido, en esta especie de juego de rol de la violencia. Como la guerrilla, golpea donde menos se espera.
Live from Lille: Police use pepper spray, tear gas and batons as fighting between #Euro2016 fans breaks out https://t.co/1ELubi6gsW
— Sky News (@SkyNews) 15 de junio de 2016
Las fuerzas del orden sí que han logrado hasta el momento que rusos y británicos no se encuentren en Lille, ciudad situada a 40 kilómetros de Lens, sede en la que Inglaterra y Gales juegan este jueves (15.00). A pesar de que no haya habido enfrentamientos con los rusos, los grupos de hinchas radicales ingleses tuvieron que ser dispersados con gas lacrimógeno por la policía francesa
Esta entrada fue modificada por última vez el 15 de junio de 2016 a las 5:58 PM