En 1990 un equipo de arqueólogos realizó unas excavaciones cerca de la ciudad de Xian (China), en el mausoleo del emperador Jing Di, que gobernó el país entre los años 156 y 141 a.C. Allí, los investigadores encontraron piezas de cerámica, armas, carros de caballos completos y algunos restos vegetales; entre ellos, granos de mijo y arroz. Sin embargo, más de dos décadas después de obtener esas muestras, los análisis han demostrado que se trataba de los restos de té más antiguos que se conocen, informa el portal Smithsonian.com.
En un estudio publicado en la revista ‘Scientific Reports‘, los investigadores indican que el origen preciso de una de las bebidas más populares del mundo sigue siendo una incógnita, pese a que las primeras referencias se remontan al siglo 59 a.C.
Este descubrimiento no solo indica que el emperador Jing Di era aficionado a esa bebida, sino que presupone que ya en esa época se exportaba té al Tíbet a través de unas rutas comerciales que pudieron ayudar a establecer la Ruta de la Seda, que comenzaba en Xian.
FUENTE: RT
Esta entrada fue modificada por última vez el 15 de enero de 2016 a las 9:13 AM