Tal y como lo anunció la Vicepresidenta de la República, Compañera Rosario Murillo, el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales, Ineter, está preparando un estudio comparativo sobre el número de sismos que se registran mes a mes en el país, en los últimos años.
«Estamos preparando un estudio comparativo del número de sismos que se presenta mes a mes, digamos en los últimos 5 ó 6 años, para estudiar mejor estos periodos en los que hay pocos sismos», indicó la Compañera Rosario en su comunicación con el pueblo a través de los Medios de la Familia y Comunidad.
«Son ciclos, realmente, y no se puede hablar de silencio sísmico absoluto, pero sí de una disminución en el número de sismos y queremos que los especialistas del Ineter le expliquen a nuestro pueblo qué significa; cómo se miden estos ciclos de poca incidencia de eventos sísmicos; y luego, qué ha sucedido o si no ha sucedido nada también, en periodos similares sobre todo en nuestro país», explicó la Compañera Rosario Murillo.
Al respecto, el doctor Wilfried Strauch, Asesor Científico del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER), afirmó que actualmente Nicaragua está efectivamente pasando por una fase de pocos sismos.
De acuerdo a las estadísticas expuestas por Strauch, en enero de 2017 se registraron 117 sismos; en febrero se han registrado 54 sismos. En Diciembre de 2016 se registraron 149 sismos, en noviembre del mismo año 185, en el mes de octubre 199, y en septiembre 587 sismos.
“La sismicidad es un factor que tiene una variabilidad bien grande; el número de sismos no es un parámetro para predecir sobre el estado de la sismicidad tectónica en un país”, afirmó el especialista.
“En septiembre 2016 hubo casi 600 sismos, a raíz del terremoto de magnitud 5.9 en la zona entre el volcán el Hoyo y el volcán Momotombo. La mayor parte de estos sismos son réplicas de un sismo grande, siempre y cuando ocurra en Nicaragua un sismo de magnitud 6, 5, 4.5, siempre hay réplica. Si en algún mes no se registra un sismo grande, el número de sismos baja mucho”, explicó.
Otro factor que dispara la ocurrencia de eventos es un enjambre sísmico; si buscamos la estadística, en El Sauce se dio una gran cantidad de sismos; igualmente en la zona de Chinandega se registró un sismo de magnitud 6.2 y réplicas, recordó Strauch.
Siempre estar preparados
Strauch dijo que en enero de 2014 se registraron 85 sismos, cifras comparables con la cantidad de sismos que tenemos hasta ahora en febrero de 2017.
Recordó que en 2014, entre enero, febrero, y marzo no hubo grandes eventos, pero fue en abril que hubo un terremoto y réplicas; entonces la cantidad de sismos localizados creció a 800, y en mayo bajó a 300.
“Entonces un pequeño número de sismos en un determinado tiempo, no sirve para predecir unterremoto, simplemente es un tiempo con menos actividad”, reiteró.
Este mes es una etapa de pocos sismos, registrados la gran mayoría en el Océano Pacifico, con el choque de las placas tectónicas, que suele ser la fuente de mayor número de sismos.
“Solamente cuando tengamos en la cadena volcánica un enjambre o terremoto con sus réplicas, el número puede sobrepasar el número de sismos en el océano, y eso es porque todas las estaciones que tenemos están en tierra; en el océano no tenemos ninguna estación, entonces en el océano solamente registramos sismos mayores”.
“Hay que recordar que siempre debemos estar preparados, el terremoto no se puede predecir, por eso debemos mantener el monitoreo constante y la vigilancia constante”, finalizó.
Esta entrada fue modificada por última vez el 23 de febrero de 2017 a las 6:57 PM