Provenientes del Ecuador y Chile, llegaron a las costas de Playa La Flor, área protegida y refugio de vida silvestre, ubicada a 12 kilómetros del municipio de San Juan del Sur en Rivas, una gran cantidad de tortugas de la especie Paslama a realizar su proceso de desove, en el cual cada una de ellas deposita más de cien huevecillos, mismos que luego de 45 días de incubación se convierten en hermosas tortugas que forman parte de las especies marinas en peligro de extinción.
Poco a poco las tortugas fueron llegando a las costas, donde eran esperadas por un grupo de jóvenes miembros del Movimiento Ambientalista Guardabarranco, así como los guarda-parques del área protegida, quienes garantizan que el proceso de desove se desarrolle con tranquilidad y sin alteraciones, protegiendo las mismas y a sus huevecillos de los depredadores.
“El mes de septiembre es un periodo en el que se desarrollan dos de las más grandes arribadas de tortugas, alrededor de diez mil y doce mil tortugas llegan a nuestras costas para depositar sus huevecillos. Acá vienen tortugas de especie paslama, torita y carey, sin embargo la primera es la más frecuente. Nosotros desarrollamos un monitoreo en los once tramos contemplados en la costa, cada uno de ellos cuenta con una longitud de diez metros en los que las especies realizan su proceso de desove” destacó Luis Humberto Calderón, guarda-parques del área protegida.
El proceso de acompañamiento a las especies por parte de los guarda parques consiste en garantizar que una vez que la tortuga esté fuera del agua, encuentre un sitio despejado donde anidar, luego los huevecillos permanecen enterrados en la arena hasta completar su proceso de crecimiento, para luego tomar su rumbo en el agua, por tal razón, los encargados del sitio garantizan vigilancia permanente para que el proceso se desarrolle positivamente.
“Tenemos que proteger los huevecillos sobre todo del depredador humano, para ello contamos con el apoyo del Ejército de Nicaragua quienes realizan trabajo de vigilancia. Una vez que los tortuguillos salen de sus cascarones, nosotros garantizamos que los mismos lleguen al agua, para ello los cuidamos de los ataques de las aves, zorros” afirmó.
Un espectáculo de la naturaleza
Cada año, la presencia de las tortugas en las costas de nuestras playas atrae cada vez más a turistas nacionales y extranjeros, quienes son sorprendidos por la naturaleza, tomando en cuenta que el proceso de desove cuenta con una duración de más veinte minutos por cada tortuga, para ello, los guardas brindan una serie de recomendaciones que deben ser respetadas por los visitantes para no afectar el proceso.
“Los visitantes una vez presentes en las costas deben de portar con un foco de luz roja para evitar que la tortuga se espante del sitio, tomando en cuenta que la luz blanca le causa molestias en la vista, además deben de respetar el momento en el que la tortuga está desovando y sobre todo tener cuidado de no pisar el área donde ya los huevecillos han sido depositados” destacó Calderón.
Para muchos, la oportunidad de poder conocer las tortugas y ver su proceso de crecimiento desde su etapa de huevecillos es algo maravilloso puesto que en sus países de origen, el tema de las especies marinas no es de prioridad para sus gobiernos a como lo es para el Buen Gobierno Sandinista.
“Me parece una experiencia tan bonita e increíble el desove de las tortugas, es hermoso verlas en uno de sus procesos de vida, vine a Nicaragua a visitar a un familiar y al enterarme del desove, decidí aprovechar la oportunidad para estar cerca de animales que se encuentran en peligro de extinción. La verdad es que el gobierno de Nicaragua está haciendo un buen trabajo ya que están cuidando esta especie tan hermosa lo cual va a permitir que las futuras generaciones conozcan de ellas” expresó Tamara García, turista española.
Jóvenes ambientalistas enfocados en el cuido de las especies
A lo largo de los años, los ambientalistas de Guardabarranco han desarrollado una campaña permanente en contra del maltrato animal, el consumo de huevecillos de tortugas, su comercialización y sobre todo la destrucción de la especie, logrando que el hurto de los huevecillos se reduzca en un 60% cifra alentadora ya que esto garantiza que en un lapso de tiempo, esos tortuguillos una vez alcanzada su edad adulta, vendrán a nuestras playas a desovar para mantener la especie.
“Estamos siendo partícipes del resguardo del desove de nuestras tortugas marinas y de esta manera creando conciencia en muchos jóvenes. Nosotros no bajamos la guardia ante el cuido de la especie y hemos dado por iniciada la campaña “Yo Amo a La Tortugas Marinas” misma en la que instamos a la población a no consumir huevos de tortugas lo cual aporta a la preservación de la especie para que las futuras generaciones también gocen de este hermoso regalo que nos da la madre tierra” finalizó Manuel González, miembro de Guardabarranco.
Foto: Original de Juventud Presidente.
Esta entrada fue modificada por última vez el 23 de septiembre de 2015 a las 9:58 AM