Innovaron y perseveraron, ahora avizoran un éxito que nunca esperaron

La familia de María de Los Ángeles Martínez, trabajó en la fabricación de colchones desde siempre, pero no se imaginaron que con un poco de inspiración y perseverancia, sumado a las facilidades que da el gobierno a los innovadores, lograrían alcanzar el éxito que hoy tienen, pero sobre todo al que se encaminan.

La familia de María de Los Ángeles Martínez, trabajó en la fabricación de colchones desde siempre, pero no se imaginaron que con un poco de inspiración y perseverancia, sumado a las facilidades que da el gobierno a los innovadores

Con su marca Incanica, han puesto al mercado un producto que satisface se adapta a las exigencias de calidad, bajo costo y durabilidad, elaborado de materiales reciclados.

Sus productos insignias son de hecho los colchones, rellenados con la fibra de tela 100% algodón, pero también elaboran cojines, almohadas y otros artículos destinados a la comodidad.

Precisamente, el artículo principal en su inventario cuenta con un “cordón”, otra novedad que permite que se ajuste a la cama o espacio al que se asigna, permanecer fijo a parte de darle una estética más llamativa.

El relleno se produce en una máquina que tiene por objetivo ser amigable con el medioambiente desde su primera instancia, ya que muchos de sus materiales son reciclados. La adquirieron para mejorar la calidad de su producto que antes era hecho con tiras de la tela.

La propietaria de la pequeña empresa familiar, surgió conformada con la asociación de cuñada y su esposo, pero el proyecto fue abandonado por los dos últimos, quedando a cargo solamente de Martínez.

En ese punto, el mayor aliado fue el Gobierno Sandinista a través del parque de ferias. “Al principio pensamos que no íbamos a vender todo lo que habíamos llevado, pero fue sorprendente que a la gente le gustó el producto y fue sorprendente que ese día nosotros vendimos todo lo que llevamos”, cuenta.

De hecho, según afirma, la primera vez que acudieron, rompieron records en venta superando los C$ 3,500 córdobas en un solo día, quedando sin mercancía y viéndose obligados a pedir más a su bodega, acabándolo también en esa ocasión.

El éxito obtenido no lo avizoraron antes, pues al no contar con un punto de venta, ofrecían el producto en su casa de habitación y los resultados no eran los esperados.

Martínez señala que en ésta nueva etapa de Revolución se siente satisfecha pues tiene un gobierno con el que ha tenido mejores oportunidades para impulsar el sueño que se ha convertido en realidad con su negocio.

Considera que su éxito es un claro mensaje a quienes tienen buenas ideas, pero que el temor de incursionar todavía los retiene, sin saber que pueden alcanzar el éxito poniendo pie firme a sus aspiraciones. “Y eso es lo que me ha pasado a mí, es una experiencia que jamás pensé que la iba tener”.

Entonces antes nosotros no teníamos una guía. (Ahora) Hemos recibido un sinnúmero de capacitaciones que me han servido para manejar un poco mejor el negocio, para poder darle mejor vista al producto, para innovar también otros productos”, sostiene.

Incanica hoy emplea de manera permanente a tres trabajadores y su esposo dejó y ella dejaron de formar parte de la fuerza laboral de diario en su negocio, para dedicarse a realizar trabajos exclusivos.

Fuente: El 19 Digital

Esta entrada fue modificada por última vez el 24 de abril de 2017 a las 4:44 PM