Desde octubre pasado el Consejo de Ministros de Israel decidió demoler las viviendas de los atacantes palestinos, como una medida de «carácter disuasivo».
Fuerzas militares y policiales israelíes acabaron este lunes con una casa ubicada en la aldea de Bani Naim, en Cisjordania ocupada, donde vivía el palestino Muhamad Tarira, con lo cual se totalizan 25 casas derrumbadas en menos de un año.
Con una maquinaria de construcción y una explosión, Israel demolió el hogar de Tarira, quien falleció por los disparos de una patrulla de vigilancia de la aldea.
Tarira, era acusado de asesinar el pasado 30 de junio a Halel Yafe, de 13 años y de nacionalidad estadounidense, por medio de un arma blanca.
Ya es habitual que el Ejército israelí destruya las casas de palestinos autores de ataques. Detractores de la práctica, tildan la medida de castigo colectivo, ya que las familias de los atacantes terminan en la calle.
Desde octubre pasado el Consejo de Ministros de Israel decidió demoler las viviendas de los atacantes palestinos, como una acción de carácter disuasivo para aquellas personas que planeen atacar a algún ciudadano israelí.
Se cuentan 25 casas destruidas desde octubre pasado, sumado al fallecimiento de 219 palestinos y 34 israelíes, como parte de la ola de violencia que se desató tras la expulsión de cientos de musulmanes de la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén.
Mientras las fuerzas militares y policiales demolían la vivienda en Bani Naim, decenas de jóvenes protestaron con el lanzamiento de piedras y cócteles molotov.
Reuters
En contexto
Desde hace más de medio siglo, el pueblo y el Estado palestino se enfrentan a las políticas sionistas y expansionistas del Gobierno de Israel.
Al menos 2 millones de palestinos han sido forzados a exiliarse de sus territorios, del cual se preserva hoy en día un 12 por ciento, que abarca la Franja de Gaza y la zona de Cisjordania.
Esta entrada fue modificada por última vez el 15 de agosto de 2016 a las 9:01 AM