Por: Stalin Vladímir.
Que a Jaime Bayly le guste morder la almohada y que por su propia boca sepamos que «cuando está con un hombre él es toda una señora», aclaro que esto fue declarado por él mismo para que después los puros y los que se golpean el pecho todos los domingos en las iglesias de los sotanudos no pretendan tildarme de homofóbico porque no lo soy.
Eso es una cosa y, pues, que Jaime tenga plumas, se crea la reina de la diversidad y haga ¡cuac, cuac, cuac!, eso es asunto muy suyo porque, al final de cuentas, es su cuerpo y tiene todo el derecho de hacer con él lo que quiera, no importa si esto sea una desviación o lo conviertan en un aberrado sexual.
Pero venir a decir estúpideces desde su set de TV, el cual por cuenta cree que es un púlpito sagrado, Y quiero recordarle a Jaime que ahora los púlpitos están desprestigiados y desde allí cualquiera dice lo que sea, aunque esto signifique una torpeza del tamaño del universo.
Bayly no es la primera, y estoy seguro que no será la última, que haga esos ataques como si fuera mona malparida.
Pero que en sus resabios se atreva a criticar a dos estadistas como lo son el Comandante Daniel y la Compañera Rosario, ya esto es el colmo y no puedo dejárselo pasar.
Quizás Bayly, muy en el fondo, envidia a Daniel y Rosario porque ellos son gobernantes, jefes de Estado con un liderazgo indiscutible y con méritos muy propios de cada uno, mientras Jaime es un tipo frustrado que en varias ocasiones quiso ser presidente de Perú y no logró sentarse en la silla.
Por una sencilla razón: «Jaime, tu rating en televisión no se traduce en votos y, por lo tanto, los muchos aduladores que puedas tener en tus redes o desde el canal Mega TV en la gusanera de Miami desde donde transmites, no se convierten en pueblo que desee que vos los gobiernes.»
Citaré unas cuantas anécdotas y titulares contados por el mismo Bayly desde su canal de YouTube para que quienes lean este artículo puedan comprender que Bayly a lo más que podría llegar es a un payaso mediático y, por lo tanto, es un estúpido y atrevido cuando critica sin base, argumento o fundamento al Presidente y a la Vicepresidenta de Nicaragua.
Cito textualmente los temas de sus programas: «Jaime Bayly dice que su madre no aprueba su bisexualidad y que deplora su lado gay, o cuando lo atacó su gata, por qué se dejó de hablar temporalmente con su madre, o por qué lleva ocho años sin hablarse con una de sus hermanas.
También ha comentado con detalle su tensa relación con sus hijas mayores, o aquella ocasión en que, en un vuelo en primera clase con Shakira, él no dejó de tirarse pedos en su asiento mientras ella rociaba el suyo, contiguo, con perfume de Cartier.
El 15 de enero grabó su propio mi vida en mi bolso: perfume de Gucci para el cuerpo, champú Phyto para el cabello, crema de Orlane para el rostro, fluoxetine 20 mg para la depresión, valcote 500 para dormir y seroquel 300 de liberación prolongada («me funciona porque soy bipolar»).
El 4 de enero contó que había perdido las gafas. El 5 de enero explicó que sus erecciones ya no eran tan potentes como antes y le había ayudado en esa misión introducirse un jalapeño por el recto. El 20 de diciembre, que tras dos semanas sin relaciones sexuales, su esposa y él por fin habían hecho el amor. El 4 de septiembre se lamentó porque su vecino no le saluda.
Que cuando era un niño su padre le daba maltratos, que dice no tener reputación ni quiere tenerla y se define como un idiota con suerte.
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Como han podido leer, analizar y comprender, todos estos son los temas y las grandes ideas que salen de la cabeza del presentador Jaime Bayly que lo exhiben como un payaso mediático que quizás divierte y entretiene a sus seguidores,
pero que jamás estará al mismo nivel del Comandante Daniel y la Compañera Rosario, a los cuales, mientras Bayly juega al «youtuber o influencer», a ellos les toca lidiar con casi 7 millones de habitantes, resistir y vencer la injerencia gringa y europea, mantener a raya a los puchos golpistas,
fortalecer relaciones con China, Rusia e Irán, entre otros, generar empleos, derrotar la pobreza todos los días, garantizar la seguridad ciudadana, contener el narcotráfico y al crimen organizado, promover inversiones y convertir a Nicaragua en un país autosuficiente que le permita seguir manteniendo su dignidad, su paz y su libertad. ¡JAIME BAYLY, ZAPATERO A TU ZAPATO!
Esta entrada fue modificada por última vez el 29 de agosto de 2024 a las 1:08 PM
