Las cámaras estaban cerca cuando un koala sufrió la agresión de un congénere, mientras reposaba tranquilo agarrado al tronco de un árbol.
El joven animal perdió la batalla y fue expulsado de su emplazamiento, quedando sentado en el suelo, sin consuelo.
Lejos de quedarse callado, el pobre koala comenzó a demostrar su disgusto y disconformidad con una tremenda rabieta que le duró casi un minuto.
Tras intentar recuperar su puesto un par de veces, el pequeño animal logró hacerse con su lugar en el árbol a la noche, según relata Alicia Alexander, quien compartió la grabación en YouTube, el pasado 2 de enero.
FUENTE: www.peopleenespanol.com
Esta entrada fue modificada por última vez el 8 de enero de 2016 a las 10:23 AM